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Desmontar estereotipos desde pequeños: “La educación es la mejor vacuna contra la violencia de género”

Una alumna del IES Foramontanos trabaja en una actividad escolar por el 25N.

Rubén Alonso

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“No te pongas esa falda que es muy corta”, “cuando salgas conmigo ponte jersey de cuello alto y no escote”, “tú no hablas con mi chica” o “deja que te mire el móvil”. Son algunos de los comentarios y actitudes de claro carácter machista que los docentes perciben entre su alumnado desde edades muy tempranas: “Lo tienen muy asimilado desde que entran por la puerta”.

En este contexto, la labor del profesorado tiene como objetivo corregir esas actitudes y desmontar los estereotipos de género que suponen la base del iceberg de la violencia de género. “La educación es la mejor vacuna”, apunta Carmen Pando, representante de Igualdad del IES Foramontanos de Cabezón de la Sal.

Y es que los colegios e institutos cántabros trabajan la coeducación desde edades tempranas a lo largo del curso, y realizan actividades y talleres formativos con motivo del 25N, Día Internacional de la Eliminación de la Violencia contra las Mujeres. “Hay estudios que determinan que cuando se trabaja la prevención de la violencia de género en los centros educativos, esta disminuye, y es muy motivador saber que trabajándolo tenemos la llave para ello”, asegura Paloma García Manrique, responsable de Igualdad del IES Lope de Vega en Santa María de Cayón.

Ambas profesoras, con amplia trayectoria tanto en la profesión como ejerciendo la figura de representante de Igualdad –obligatoria en todos los centros educativos de Cantabria–, reconocen que en los últimos años, pese a los esfuerzos de los y las docentes, los mensajes negacionistas de la violencia de género y los bulos machistas están teniendo consecuencias evidentes en los adolescentes.

“Percibo una involución, y la pandemia también ha afectado porque las relaciones han quedado relegadas a las redes sociales e internet”, sostiene Pando en conversación con elDiario.es. “En el caso de las chicas sí se percibe mayor conciencia feminista, pero en los chicos ha habido un retroceso claro”, subraya García a este medio, apoyándose en que un barómetro publicado recientemente por la FAD señala que uno de cada cinco chicos jóvenes niega la violencia de género.  

Para tratar de combatir esta idea, los centros educativos focalizan sus actividades formativas en materia de igualdad en desmontar mitos sobre el amor romántico o la 'media naranja', los estereotipos de género o los celos como algo positivo vinculado al amor. “Estas cositas parece que no son importantes, pero van fraguando el futuro comportamiento machista y violento”, señala la profesora del IES Foramontanos.

Celos y redes sociales

El “cállate que tú no sabes” o el control ejercido sobre el móvil y las redes sociales son actitudes comunes que se tratan de revertir desde la educación. “En adolescentes de 14 años que empiezan a tener sus primeras experiencias amorosas, entre comillas, hay chicos que no dejan a sus parejas que vayan a tomar algo con sus compañeros de clase o imponen que estén a las 10 en casa para salir ellos después con sus amigos”, ejemplifica Pando. “Lo que más me asusta son las redes sociales y los celos que tienen con ellas, porque a esas edades consideran que son una muestra de amor, y yo les digo que no es así, es un mito”, expone.

Por su parte, la docente del IES Lope de Vega, instituto que ha recibido este mes un premio otorgado por el Ministerio de Igualdad por su labor en la concienciación, detalla que a lo largo del curso trabajan para que el alumnado conozca el techo de cristal, la brecha salarial, la corresponsabilidad doméstica, la hipersexualización, así como el respeto a las personas del colectivo LGTBI, la educación afectivo–sexual y la relación entre la prostitución, la pornografía y la trata.

“Realizamos el proyecto Family dinner, basado en el reto quincenal de Marian Moreno Llaneza, consistente en la preparación de una cena para la familia para fomentar la corresponsabilidad doméstica”, expone García como ejemplo de una las actividades que desarrollan en su centro. Y es que según esta docente “hay estudios que han detectado que con seis años los niños tienen los primeros estereotipos de género”.

En este sentido, Silvia Herrero, representante de Igualdad del CEIP Aguanaz, en Entrambasaguas, afirma que en Infantil “tienen todavía la mente muy limpia”. “Por ejemplo, el otro día les puse un vídeo de 'Frozen' para imitar el baile y saqué a dos niños que imitaron a Elsa y a Ana sin ningún problema. Pensaba que me iban a decir que no, pero tienen asimilado que es baile, que no tiene nada que ver con el género”, relata a este periódico. “No obstante, en Primaria ya se les empieza a notar algún estereotipo”, asegura.

Así todo, en lo que respecta a las responsabilidades compartidas de los progenitores, esta maestra sí detecta una evolución positiva en los últimos años, puesto que cada vez son más ellos –padres o abuelos– quienes acuden al colegio a recoger a los niños y a las reuniones. “Vemos cambios, pero no tanto como quisiéramos”, reconoce.

25N

En lo que respecta a las actividades concretas en torno al 25N, este último centro está leyendo durante toda la semana por megafonía biografías de mujeres relevantes en distintas artes y en la ciencia, así como actividades plásticas para dar visibilidad, como lazos gigantes morados, y lecturas de cuentos que trabajan la temática.

Por su parte, el IES Lope de Vega trabaja también la formación a las familias a través de lo que denominan 'píldoras formativas' en formato digital, enviadas a través de una aplicación en fechas señaladas como el 25 de noviembre, u otras como el 14 de febrero (mitos del amor romántico por San Valentín), el 8 de marzo (Día Internacional de la Mujer) y el 17 de mayo (Día contra la LGTBIfobia). Asimismo, como el nombre del instituto corresponde a un hombre, este centro ha puesto nombres de mujeres relevantes a los pasillos, y nombres de mujeres y hombres comprometidos con la igualdad a las aulas. “El objetivo es visibilizar a las mujeres”, sostiene esta docente.

Finalmente, IES Foramontanos ha situado en los dos porches de entrada a los edificios una red con tarjetas moradas con los nombres de las 37 víctimas de violencia machista de este año. Asimismo, leerá un manifiesto junto al otro instituto de la localidad, el IES Valle del Saja, así como en cada aula tras guardar un minuto de silencio. Finalmente, realizará un taller a cargo de enfermeras jubiladas del pueblo sobre cómo detectar las primeras actitudes que pueden derivar en conductas violentas.

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