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“En política nunca se puede decir nunca”

Lola Gorostiaga asumió la presidencia del Parlamento en junio de 2015. | Fotos: JOAQUÍN GÓMEZ SASTRE

Rubén Vivar

Lola Gorostiaga (Piélagos, 1957) es una voz muy autorizada dentro del PSOE cántabro. Ha dedicado su vida a la política y al partido. En 1983, con 26 años, entró a formar parte de la corporación de su municipio natal y desde entonces ha ido pasando por distintos cargos, cada vez de mayor responsabilidad. Siempre ha sido “muy de aparato”, como ella misma señala en una entrevista con eldiario.es para no decir abiertamente quién es su candidato o candidata en las primarias. Actualmente, es la presidenta del Parlamento autonómico, en el que dice “hay más variedad pero no más intensidad”.  

Acostumbrada a estar en la primera línea política, ¿cómo ve ahora los toros desde la barrera?

Bueno, desde la barrera, la barrera… no te creas. Al final tienes que estar activo, pendiente e imprimir cierta templanza. Aunque es verdad que no tienes esa inmediatez de tomar la decisión en caliente en determinados temas.

Se ven distintos, sobre todo las actitudes y las formas de defender o de plantear los temas, y se ve distinto porque el panorama es otro. Estamos viviendo un momento de la política complicado, pero también distinto al que hemos vivido. Ni bueno ni malo, ni mejor ni peor, simplemente distinto. Y creo que estamos aprendiendo todos a gestionar ese momento.

Ahora hay cinco grupos en una Cámara acostumbrada a vivir con tres fuerzas. ¿Se nota más actividad?

En contra de lo que yo pensaba al principio de la legislatura, que pensé que la actividad se iba a incrementar mucho, es más nos planteamos la posibilidad de que los plenos que duraran más de cinco horas se hicieran por la mañana, la realidad es que solo hemos tenido que cambiar dos plenos. Con lo cual, sí hay más variedad pero no más intensidad.

Hablaba de actitud. En los plenos es habitual que la presidenta tenga que interrumpir en varias ocasiones el debate para hacer llamadas al orden. ¿Se han perdido las formas en el hemiciclo?

La verdad que desde el primer momento me sorprendieron determinadas formas, porque a mí una de las primeras cosas que me enseñaron cuando me comprometí con mi partido es que tenía que tener en cuenta que cuando salía a hablar no salía Lola Gorostiaga, sino que estaba hablando el PSOE y había muchos compañeros y sobre todo muchísimos ciudadanos que estaban pendientes de lo que decía. Así que por tanto tenía que tener siempre en cuenta que había que estudiar, prepararse los temas y desde luego no perder en ningún momento el respeto hacia el adversario ni el respeto a la institución en la que estabas, ni tampoco dar nunca la sensación de que estabas en la posesión absoluta de la verdad, sino que estabas en una casa, ya fuera el ayuntamiento, el parlamento, el congreso o el senado, que era la casa de la palabra y que había que defender con fuerza los argumentos y escuchar los del adversario y aceptar las decisiones democráticas.

Hay determinadas cosas que yo creo que han cambiado: la forma de expresarse, la forma de dirigirse hacia el resto de miembros de la Cámara, el lenguaje y a veces también la falta de respeto. 

Algunos de las personas que han venido invitadas al Parlamento, principalmente porque se va a debatir algún tema que les afecta directamente, han salido diciendo que esto parece un “patio de colegio”, haciendo referencia a esa de falta de respeto hacia el orador. No sé si tiene esa misma sensación.

Hay momentos puntuales en los que es más visible. Es verdad que tenemos que tener en cuenta que los diputados cada uno lleva un tema, que están igual a veces negociando un tema hasta última hora… Pero más que los invitados, me lo dicen mucho los chicos y chicas que vienen a visitar el Parlamento de los colegios de Cantabria. Y yo a veces se lo digo, que hasta los niños nos dicen que tenemos que tener mejor actitud. Esto tampoco quiere decir que tengamos que estar aquí calladitos.

Decía que el momento político es distinto. ¿Es positivo que el Gobierno no tenga mayoría y esté obligado a negociar todas sus propuestas con el resto de fuerzas o eso le deja en una situación de debilidad?

Obliga, pero no solo al Gobierno sino a todos los grupos parlamentarios, a un constante ejercicio de diálogo y de acuerdo. El consenso conlleva que hay una parte de lo que tú propones que no lo vas a ver reflejado pero que el otro cede también otra parte. Eso no es malo, pero tener esa situación constante produce cierta inquietud en algunos momentos porque no siempre consigues consensuar. ¿Qué conlleva el no tener mayoría? Más trabajo, una mente más abierta y un cuidado exquisito en las cuestiones que planteas. Al final, la propuesta que sale es una propuesta que no es solo de un Gobierno ni de los grupos que lo apoyan, sino que se acaba convirtiendo en una propuesta de la sociedad de Cantabria en el más amplio sentido de la palabra.

Estamos ya casi a mitad de legislatura, ¿cómo está viendo la labor del Gobierno? ¿Está salvando bien esa papeleta de minoría?

Mi opinión personal, no como presidenta del Parlamento, es que está haciendo un buen trabajo en circunstancias muy difíciles. Han programado la actuación de tal manera que han comenzado a trabajar en lo urgente y ahora ya están siendo más capaces de planificar el futuro de esta tierra con todas las dificultades que conlleva porque la situación es muy complicada. A pesar de que parece que empezamos a tener algunos atisbos de mejoría, no está tan claro todavía. De momento, esta mejoría solo la están notando unos poquitos.

Ya en los presupuestos de este año se ven determinadas apuestas muy firmes de este Gobierno, como puede ser un refuerzo importantísimo de la política social, de la política educativa, de la política sanitaria, sin olvidar el futuro a través del contrato programa con la Universidad, el incremento de los fondos para investigación y desarrollo, con unas políticas ambientales de futuro… Estamos empezando a ver un poquito de luz sobre el futuro de nuestra tierra.

Hablando de presupuestos, pero de los del Estado. ¿Le ha sorprendido que el Gobierno central no incluyera la partida para Valdecilla o para la reindustrialización del Besaya?

No, porque se repite la historia. A veces me pregunto cómo entiende el PP los compromisos, porque los expresa el presidente del Gobierno, los diputados,… y luego llega la hora de la verdad y ¿nadie ha estado atento a cuando salen los presupuestos? Con Valdecilla todos los años nos pasa igual. Pero ahora no se preocupe, que el Grupo Popular va a presentar una enmienda. Hombre, ¿otra vez? Pero si ya os ha pasado dos años; otra vez no. Por eso, no me ha sorprendido.

Otro tema que ha estado en el candelero: ¿Cree que debería de haber dimitido la alcaldesa de Santander por haber falseado su currículum?

Es un tema que han debatido en el Ayuntamiento de Santander, que ha tenido un debate además amplio e intenso y que a partir de ahí no es mi misión. Hay unos concejales estupendos que defienden la posición del grupo (socialista) y que estoy segura que lo van a seguir haciendo. De todas formas, este no es el ámbito para plantearlo y lo que está claro es que estamos en una sociedad en la que cada vez tenemos que ser más transparentes, tenemos que tener una relación más fluida con los ciudadanos, que quieren conocer perfectamente quiénes somos, a qué nos dedicamos, qué tenemos cuando entramos en política y qué tenemos cuando nos vamos, y creo que uno no se puede resistir bajo ningún concepto.

¿Ha pedido algún diputado actualizar su perfil en la página del Parlamento?

No, que yo sepa no (ríe). Pero de todas formas no me lo piden a mí. Que yo sepa no, pero estoy segura que estos temas han hecho a más de uno revisarlo.

Se ha producido en las filas del PP un cambio de liderazgo. ¿Cree que ese cambio pude afectar a su partido ante un posible acercamiento entre el PP y el PRC que hasta ahora por la animadversión entre Ignacio Diego y Miguel Ángel Revilla era casi imposible?

Yo tengo una máxima que es que los procesos internos los tienen que gestionar los partidos, no se pueden tolerar interferencias externas. Al final nos gusta mucho a todos hablar de los demás pero primero nos tenemos que mirar a nosotros y, sobre todo, un proceso interno lo tienen que gestionar los afiliados y los dirigentes de ese partido. El PP ha resuelto su Congreso y a partir de ahí son todo futuribles. Tengo una amiga que dice que en política y en medicina nunca se puede decir nunca.

Hacer futuribles, probablemente es equivocarse. Los acontecimientos van demasiado rápidos, incluso más de los que nosotros mismos podemos controlar.

Por último, ¿quién le gustaría que fuese el secretario o secretaria general de su partido?

Ya veremos, todavía no han empezado las primarias, aunque aparentan lo contrario.

No se va a mojar.

Yo siempre he sido muy aparato. He sido secretaria de Organización, secretaria general… Cada uno va a elegir a quien le parece que va a ser mejor. Y el voto de Lola Gorostiaga, por muy presidenta del Parlamento que sea, vale lo mismo que el de cualquier militante. Voy a ejercer mi voto con toda responsabilidad pero hoy por hoy no tengo decidido a quién voy a votar.

¿De verdad?

De verdad. Hoy por hoy no lo tengo decidido.

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