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Entrevista Israel Ruiz Salmón, coordinador de IU Cantabria

“En el Gobierno de España llevamos la batuta de las políticas públicas y el PSOE intenta sacar pecho de esos logros”

Israel Ruiz Salmón (IU) posa en la redacción de elDiario.es Cantabria.

Rubén Alonso

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Israel Ruiz Salmón (La Cavada, 1990) estará al frente de Izquierda Unida en Cantabria al menos durante los próximos cuatro años. Durante ese tiempo tiene marcada en rojo la cita electoral de 2023, para la que espera concurrir en una confluencia con Podemos que en 2019 no pudo darse. “Nuestra propuesta política es compatible y tenemos que ir todos a una para dar una respuesta en el plano institucional ocupando los cargos públicos que una parte de la sensibilidad de la población otorga a nuestras formaciones políticas”, asegura el líder de IU, partido con representación en el Gobierno de coalición nacional bajo las siglas de Unidas Podemos y con la vicepresidenta Yolanda Díaz como faro indiscutible de la gestión de las políticas públicas del Ejecutivo. “En el Gobierno de España llevamos la batuta de las políticas públicas y el PSOE intenta sacar pecho de esos logros”, remarca.

Tiene desde ahora cuatro años por delante al frente de Izquierda Unida en Cantabria. ¿Cuál es la estrategia a seguir?

Estamos a mitad de legislatura y en casi dos años habrá elecciones autonómicas y municipales, y no sabemos si también lo serán estatales. En lo que abarca a Cantabria, nuestro papel está siendo en los últimos meses el de trabajar en el ámbito local para extendernos en todos los rincones y poder dar una respuesta mayor que la que se dio en 2019. No solo como Izquierda Unida, sino ampliando esos espacios de colaboración con los mimbres que ya existen y, sobre todo, dando una respuesta real a todas las demandas que ahora mismo no están siendo canalizadas dentro de los ayuntamientos y en el propio Parlamento. Hay mucha gente que desgraciadamente se siente huérfana porque no tiene una propuesta política que canalice todas esas cuestiones que deberían estar en el debate público y que hoy no están.

¿Por ejemplo?

Se deberían poner encima de la mesa otras visiones en determinadas temáticas que no se están abordando con la suficiente envergadura o que se están repitiendo errores del pasado. Sí que existe en el debate público la cuestión territorial, la Ley del Suelo y el Plan Regional de Ordenación del Territorio, pero se siguen repitiendo una y otra vez los mismos errores del pasado cuando se alicató toda la costa de Cantabria. Ahora lo que se pretende con estas leyes es alicatar el interior de nuestro medio rural con la excusa artificial de que se pretende combatir el despoblamiento. No, el despoblamiento en Cantabria se combate con vivienda, con empleo local, con transporte público y con servicios de cercanía, como tener un centro de salud en tu propio pueblo. Eso desgraciadamente no llega a todo el mundo. Estamos ante debates que no se están abordando de la mejor forma posible y creemos que, al igual que con otros, como puede ser el tema del bienestar animal o la memoria democrática, la parte progresista del Gobierno está sucumbiendo ante la más conservadora, no solo del Gobierno, sino también de todo el Parlamento de Cantabria.

En junio Izquierda Unida y Podemos anunciaron una agenda común que apunta a una confluencia en 2023 que en 2019 no se pudo dar. ¿Es posible recuperar la confianza del electorado de izquierdas después de lo ocurrido en los pasados comicios autonómicos y locales?

Ahora mismo existe en muchas capas de nuestra población esa orfandad ante la ausencia de una candidatura política dentro del Parlamento y en las instituciones locales que represente y dé voz a otras sensibilidades. Es un clamor muy popular cada vez que vamos a un pueblo o a un acto. Nos dicen que es el momento de seguir trabajando conjuntamente, construir espacios amplios, que desborden a los propios partidos políticos y que incluyan a más agentes sociales, políticos, culturales y de carácter ambiental y feministas, así como a personas que a lo mejor no se han sentido nunca partícipes de un partido político, pero que sí se sienten dentro de ese espacio amplio de progreso y con tinte cántabro que no estamos viendo en los partidos que tienen representación en el Parlamento. Se dirán algunos muy de Cantabria e incluso muy regionalistas, pero realmente tienen un pensamiento profundamente vinculado a lo que venga de España, del Gobierno central, y no pensando en la realidad cotidiana de nuestros pueblos y ciudades.

¿Podemos ha enterrado ya por completo los conflictos internos que hundieron al partido en la comunidad y que imposibilitaron el acuerdo en 2019?

Esa es una pregunta que responderá mejor Podemos. Nosotros estamos trabajando desde hace meses con ellos, no solo a nivel autonómico, sino también en algunos ámbitos locales de forma coordinada, como en Camargo o Castro Urdiales. Creemos que nuestro programa, nuestra propuesta política, es compatible y tenemos que ir todos a una para dar una respuesta en el plano institucional ocupando los cargos públicos que una parte de la sensibilidad de la población otorga a nuestras formaciones políticas.

Tememos que las próximas cuentas no sean lo suficientemente expansivas y no den respuesta suficiente a esa parte de la sociedad que está pasando dificultades

Y llegado el caso, ¿cómo se resolverá la cabeza de lista de la candidatura autonómica?

Entiendo que serán las militancias de cada organización las que podrán dar respuesta a cuáles son las mejores personas para poder representar las candidaturas a nivel autonómico y local.

¿A día de hoy diría que existe una posibilidad real de entrar al Parlamento?

Hasta ahora en todas las encuestas que hemos conocido a nivel público a través de medios de comunicación o encuestadoras, la suma de ambas organizaciones por separado da por encima del límite que pone el Parlamento de Cantabria. Además consideramos que en el ámbito local hay muchas posibilidades de estar dentro de instituciones importantes, no solo en grandes urbes, también en el medio rural.

El carisma y la valoración muy positiva de Yolanda Díaz entre el electorado de izquierdas es una realidad, incluso entre votantes del PSOE. ¿El tirón de la actual vicepresidenta y ministra de Trabajo puede suponer el empuje definitivo?

Las grandes plataformas y los grandes espacios políticos se suelen conformar de un programa compartido, de partidos y movimientos que lo apoyan, y que son los motores que impulsan esas candidaturas, y de personas que son referentes y esa cara visible y que representa la buena gestión, como el caso de Yolanda Díaz. En el Gobierno de España llevamos la batuta en las políticas públicas dedicadas a la agenda social y, fruto de ello, cuando el presidente o el propio PSOE intenta sacar pecho de los logros que han salido adelante, lo primero que se menciona son las políticas públicas que se han llevado a cabo en el Ministerio de Trabajo encabezado por una dirigente de Unidas Podemos. En definitiva, el PSOE presume de sacar adelante políticas públicas que tienen el sello de nuestras formaciones.

¿Considera necesario de cara a las generales que se conforme una plataforma de izquierdas por encima de las siglas encabezada por la propia Yolanda Díaz?

Yo siempre he sido partidario de la unidad en cuanto a programas conjuntos. Existen muchas compatibilidades entre las formaciones que siempre nos encontramos en la calle o en distintos actos por cuestiones que afectan a los derechos humanos, a la educación, a la sanidad o a la dependencia. Eso se tiene que materializar en las elecciones. Siempre he abogado por la unidad, mi hemeroteca me avala. En este sentido, no solo a nivel estatal, sino de Cantabria, seguimos tendiendo la mano para trabajar conjuntamente y de forma horizontal con otros agentes políticos y sociales de Cantabria que realmente consideren que debemos estar a la altura y responder ante una orfandad que existe en buena parte de la población cántabra.

Recientemente hemos conocido los Presupuestos Generales del Estado, que IU y Podemos han valorado como “muy positivos” para Cantabria. ¿Qué destacaría de ellos?

Se pueden destacar que seis de cada diez euros tienen un componente social. Son cifras históricas y es muy difícil criticar este presupuesto en lo relativo a Cantabria. No solo el aspecto social, con la impronta de Unidas Podemos, sino también las infraestructuras públicas son destacables. Se han multiplicado por dos las inversiones que vienen de empresas públicas como la Zona Franca de Santander, Puerto, Renfe, Adif, y, en concreto, una cuestión fundamental como son las Cercanías. Se han triplicado las partidas para conectar los pueblos y ciudades que desgraciadamente hoy no cuentan con un transporte público de calidad. Sin lugar a dudas eso ha sido porque hemos estado defendiendo y acompañando a todas las plataformas que llevan mucho tiempo peleando para que nuestros pueblos estén conectados con transporte público.

Entre los proyectos del Gobierno de España que más debate está suscitando se encuentra la Ley de Vivienda. ¿Qué repercusión tendría su aplicación en Cantabria?

La Ley de Vivienda estatal va a ser un marco porque las competencias reales están tanto en la comunidad autónoma como, por ejemplo, en la aplicación del IBI en el ámbito municipal. Dicho esto, lo que va a permitir es que por primera vez en España se va a regular el precio de los alquileres sabiendo la realidad que existe en nuestro país. Buena parte de la juventud no se puede independizar y hay muchas familias con dificultades para acceder a una vivienda. La comunidad autónoma tiene desde hace años la tarea pendiente de definir qué es una vivienda vacía para que no haya cuestiones legales dudosas y que la normativa se pueda aplicar. Así, los ayuntamientos que quieran aplicar un IBI superior a las viviendas vacías que sepan cómo tienen que aplicarlo y en base a qué criterios. Esta ley va a dar por fin respuesta a una demanda que viene existiendo desde hace décadas y que ha provocado dos crisis consecutivas en nuestro país.

En una entrevista que realizamos hace casi un año en plena pandemia se mostró crítico con la actuación llevada a cabo por el Gobierno cántabro asegurando que las políticas expansivas aplicadas para salir de la crisis no estaban a la altura. ¿Opina lo mismo actualmente?

Considero que, en primer lugar, tenemos que tener en cuenta que ha habido una pandemia de por medio, por lo que los presupuestos fueron modificados por el propio Gobierno con toda la lógica del mundo. Había que responder a la emergencia sanitaria, económica y social. Lo que tememos es que las próximas cuentas no sean lo suficientemente expansivas y no den respuesta suficiente a esa parte de la sociedad que está pasando dificultades. Estaremos pendientes, vigilantes y haremos propuestas como hicimos el año anterior, a través de enmiendas, que distribuiremos a los grupos representativos del Parlamento. Queremos, pese a ser una fuerza extraparlamentaria, aportar al debate público de nuestra comunidad.

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