El expresidente de Cantabria, Miguel Ángel Revilla (PRC), asegura seguir esperando la demanda del rey emérito, Juan Carlos I, tras la fallida conciliación que se celebró hace casi un mes en Santander. “Bajo todos los días al buzón de casa a ver si me llega”, ha asegurado el líder regionalista, quien ha incidido en que han pasado 25 días “y no acaba de llegar la carta”.
Revilla se ha dejado ver un fin de semana más en la Feria del Libro de Madrid firmando ejemplares y hablando con los lectores que se han acercado a su caseta, y también ha atendido a la prensa para explicar en qué punto se encuentra su litigio judicial con Juan Carlos de Borbón.
Tras señalar que aún no ha recibido la demanda anunciada después de una mediática conciliación en la que no hubo acuerdo y a la que el emérito no acudió, el expresidente cántabro ha destacado “el apoyo y el cariño” que está recibiendo de la gente en esta circunstancia que está viviendo.
“M hace pensar que me merece la pena luchar en esta vida por las causas justas, porque al final, para mí, lo más reconfortante, es saber que hay muchísima gente que está de acuerdo conmigo, que me sigue y que me apoya”, ha resaltado.
Además, Revilla ha afirmado que lo más importante para él es “llegar a los últimos años con la conciencia tranquila” y dejando a sus hijas “no herencias para que se puedan retirar, ni mucho menos, sino para que sigan trabajando”. En ese aspecto, el veterano político cántabro cree que les deja “el recuerdo de un padre que, cuando ellas digan que son las hijas mías, tendrán el abrazo y la solidaridad de todos y eso es lo más importante para mí”.
El acto de conciliación fallido tuvo lugar el pasado 16 de mayo. Revilla declaró no haber mentido en sus declaraciones sobre Juan Carlos I, por las que el rey emérito le reclama 50.000 euros al considerarlas “injuriosas”, además de una rectificación pública.
“No he mentido. He bebido de fuentes que considero fiables: medios de comunicación, opiniones de personas con credibilidad”, afirmó Revilla, quien previamente había expresado su deseo de que el monarca se hubiera personado en el complejo judicial de Las Salesas de Santander y le había lanzado un mensaje: “Tiene que repatriar todo el dinero”.