La falta de camas obliga en Guadalajara a sacar camillas a los pasillos
El cierre de camas que sufrió el hospital de Guadalajara durante la Semana Santa, que estuvo cerca del centenar de plazas, así como las camas que están cerradas permanentemente por los recortes en el centro, obligaron a sacar camillas en los pasillos del hospital para poder atender el pico de pacientes que había en las urgencias hospitalarias del centro. Una situación que llegó hasta a ocupar las camillas de las ambulancias para poder atender pacientes de tal manera que esas unidades móviles se quedaban sin poder utilizarse en caso de ser necesario.
Algunos casos hablan de cinco horas de espera en los pasillos del centro, otros de una media de espera de seis horas para ser atendidos, y otros cómo esperaron con su familiar para que fuera atendido en puestos provisionales preparados para asumir tal cantidad de pacientes. Así lo cuenta por ejemplo la concejal en la localidad guadalajareña de Centenera, Pilar Monge, que fue una de las personas que sufrió el colapso de las urgencias de Guadalajara. Esta concejal denuncia cinco horas de espera entre la llegada al centro en una UVI móvil hasta que su familiar, de avanzada edad, pasó a uno de los box del complejo.
“Es indignante y vergonzoso. La falta de personal es evidente y eso hace que se produzcan situaciones de enorme tensión de las que los profesionales no tienen la culpa, porque la realidad es que no dan abasto”. Esta situación se acentuaba por el hecho de que el convenio sanitario con Madrid sigue sin estar en vigor por lo que los pacientes solo pueden ser derivados a otros centros del SESCAM y que lógicamente con la falta de camas que había en Guadalajara, los pacientes más graves o que requerían cirugías tenían que ser derivados a centros como Toledo sin capacidad de volver después a Guadalajara porque no había camas libres.
Así, la gerencia del centro dio salida al aumento de pacientes acumulándolos en ambulancias y pasillos mientras 60 camas se habían cerrado en Semana Santa para recortar gastos. “Esta es la situación real de la sanidad en Guadalajara y en Castilla-La Mancha, que se encuentra en un estado de total abandono. Es una pena que el Gobierno de Cospedal renuncie a poner soluciones y se dedique únicamente a hacer propaganda, mientras los ciudadanos sufrimos las consecuencias de un Gobierno cruel y soberbio”.
Por estos sucesos se han presentado varias reclamaciones en el SESCAM ante la situación del hospital de esta capital.
