“Hemos hecho el camino andando”
Tasio Oliver, candidato de Izquierda Abierta elegido en un proceso de primarias abiertas para la lista de Izquierda Unida en el Parlamento Europeo, tiene un objetivo claro: el lobby ciudadano. La dificultad de una campaña sin los recursos tradicionales no ha hecho mella en la postura del joven periodista sevillano, quien encara los comicios europeos del próximo 25 de mayo con un análisis de lo que significan estas nuevas iniciativas políticas en el panorama español y, en su caso, europeo.
494 votos dieron la victoria a Oliver en las primarias de Izquierda Abierta. “Han sido muy ilusionantes, porque ha sido toda una asunción de honestidad, de trascender a la política y lograr enlazar con lo propio y lo cercano, pero también con lo que nos era ajeno y lejano”, centro social de cuenta el candidato en el centro social de Santa María de Benquerencia en Toledo, donde fue parte del debate “Nueva política, nuevas formas de comunicarte”.
¿Con qué te quedas de la campaña?
Tres cosas, principalmente. Lo ilusionante que ha sido, a pesar de los problemas de la puesta en marcha y de la campaña. Junto a esto, el haber logrado hacer una campaña con muy pocos medios, sin ningún aparato o respaldo económico detrás, y que el resultado haya sido muy profesional y decente. Junto con esto, ha sido esencial el referendo y la capacidad de enlace que se ha creado con la militancia. Estos procesos son importantes, porque no somos sólo candidatos, sino personas que han decidido dar este paso por sí mismos, y con los que los ciudadanos han entrado en contacto y que han decidido votar por quien ha pasado por este proceso abierto. Somos el único partido dentro de Izquierda Unida que se ha atrevido a poner en marcha un proceso de este tipo.
¿Cuál ha sido el principal apoyo en este proceso?
A pesar de que ha sido agotador, una de las ideas de mi candidatura era demostrar que tenemos un frente amplio, a la vez que se erigen nuevas formas políticas sin recursos, y, en este sentido, el resultado ha sido extraordinariamente positivo. Dentro de AbrEuropa colaboraron personas de otros espacios políticos, no sólo en Madrid, sino también en Andalucía, Galicia, el País Vasco, etcétera. Los resultados de esta cooperación son materiales, ideas, el tiempo de estas personas. En la campaña colaborativa, fruto del trabajo de 30 o 40 personas, se ha demostrado la confianza y la vinculación a este proyecto en concreto. La idea de tener una voz en Europa ha reunido un apoyo, con resultados muy buenos.
¿Qué es lo que ocurre al convocar unas primarias de este tipo?
Ayudan a renovar la vida interna de los partidos. Hoy en día, con un sistema tradicional heredado del siglo XX e, incluso del XIX, las primarias inciden en un elemento de improvisación, sobre todo en lo relacionado con los candidatos, su trabajo en la campaña, en las redes sociales, por lo que el poder recae realmente en el votante. Esto es esencial, porque lo que se ve normalmente son candidatos que son o arribistas, al estar bien colocados en el partido, o supervivientes de demasiadas batallas electorales. Este elemento de incertidumbre resquebraja, o por lo menos lo intenta, este tipo de aparatos. Todo el espectro de nuestro entorno, no sólo los militantes, agradecen a la larga estas innovaciones. Son abiertas, podemos decidir, no es lo mismo de siempre.
Ser parte de un mismo perfil
Izquierda Abierta se ha unido a diferentes iniciativas políticas que también decidieron abrir sus primarias a sus militantes, entre los que Oliver señala a Ernest Urtasun quien ganó las elecciones primarias de Iniciativas, o a Florent Marcellesi, quien se erigió ganador de las de EQUO. “Todos estos candidatos”, señala Oliver, “tienen un discurso, una campaña, con un paso por debajo de otros candidatos más vinculados a épocas anteriores, lo que es una muestra muy potente”.
¿Qué es lo que implica esta nueva tendencia?
A pesar de los mitos, nadie puede dudar de nuestra militancia: yo soy de Izquierda Unida, Ernest y Florent son ecosocialistas hasta la médula. Se produce una renovación en las relaciones, lo que me encanta, porque nuestra teoría se ratifica con la práctica y se terminan todos los fantasmas de manipulaciones e intervenciones, cuando los votantes se sienten de verdad vinculados con el proyecto.
Propuestas a Europa
Propuestas a EuropaEn el momento de llegar al Europarlamento, ¿Qué buscas?
Mi propuesta es crear un lobby ciudadano, a través de la herramienta llamada Iniciativa Ciudadana Europea. Con esto, al reunir un millón de firmas, se podrán introducir iniciativas legislativas que tengan que ser ratificadas y puestas a discusión por la comisión, lo que bien utilizado es un arma potentísima. Hoy las nuevas tecnologías permiten, con ciertas garantías, acceder a ese millón de firmas de una manera relativamente fácil, con lo que cambias el modelo, el leitmotiv que la UE tiene hoy en su médula espinal. Con esto se introducen las propuestas ciudadanas en el debate del Parlamento.
¿Qué implica una herramienta de este tipo?
Se crea una nueva metodología, sobre todo a través de las nuevas tecnologías. Logras entrar contacto con otros grupos europeos con las mismas inquietudes y se empieza a trabajar, evitando los lobbys anidados en Bruselas que consiguen que, por ejemplo, la Unión Europea le haya dado la espalda a las energías renovables, que lo consiguió el lobby de las eléctricas, y, en general, toda la política, dirigida por lobby que pertenecen a grandes grupos. Con nuestra herramienta queremos contrarrestar esto. Cada vez que una iniciativa vaya en contra de los intereses ciudadanos europeos, intentaremos conseguir las firmas necesarias para paralizarla. Es algo muy práctico, que ha sido usado sólo un par de veces, aunque con éxito.
¿Existe una falta de información que previene a los ciudadanos colaborar bien con Europa?
Si no hay conocimiento en la base de la ciudadanía de la utilidad del parlamento europeo, es porque no interesa. Hay que tener en cuenta que deslegitima por completo a los parlamentos nacionales, por ejemplo. Es un espacio en el que bastantes más ocasiones coinciden los votos socialistas y populares europeos. No interesa que se sepa aquí que el 60% de los votos vienen de las mismas personas, aunque teatralicen diferentes posturas en España. Sin haber elegido esas instituciones, sin poder refrendarlo o intervenir contra él, siempre con mecanismos de democracia delegada, ellos si tienen el poder de intervenir en asuntos concretos, como la privatización del agua en un pueblo, o la gestión de residuos. Además, las instituciones europeas sirven para “echar balones fuera”: así llega Lagard, del Fondo Monetario Internacional, y dice que nuestra reforma laboral se queda corta, lo que se repite por Barroso. Y se dice “mira es que nos lo imponen”, “no podemos hacer nada”. Tiene trampa. Así, entonces, nuestra propuesta es concreta, fomentar la Iniciativa Europea para evitar estas prácticas.
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