La importancia de los objetos cotidianos en el estudio de la memoria histórica
¿Cuál es la importancia de los pequeños objetos cotidianos? ¿Qué información nos pueden entregar? En 2010 un grupo de investigadores deciden ahondar en la represión franquista en Ciudad Real y sus estudios los llevaron a que las familias abordadas abriesen su vida. No sólo a través del diálogo, sino a través de las imágenes, objetos y cartas guardadas desde los años más difíciles de la dictadura. Este fue el tema de la tesis doctoral del cinematógrafo ciudadrealeño Jorge Moreno.
Moreno será el encargado de cerrar el III Ciclo de Conferencias Antropológicas organizadas por la Asociación Castellano-Manchega, con la ponencia 'La vida social de las fotografías de represaliados políticos durante el franquismo'. El antropólogo es miembro del Centro Internacional de Estudios de la Memoria y Derechos Humanos de la UNED y también del grupo consolidado que se ha dedicado a trabajar la memoria histórica en Ciudad Real, dirigido por Julián López García que abrió hace dos años.
El también fotógrafo decidió hace cinco años dedicarse, tal como señala la ponencia, a estudiar la vida social que se puede desprender de las fotografías que conservan las familias de los represaliados políticos. El trabajo de investigación que ha llevado a Moreno a las casas de las familias para las entrevistas se complementa también con los juicios, los archivos militares, provinciales y penitenciarios. “Cada uno de los investigadores tomó una línea diferente. Yo elegí la fotografía”, explica el antropólogo.
El principal valor que destaca el fotógrafo es el haber podido entrar por primera vez en las casas de las personas que sufrieron la represión. “Tenían guardados tesoros que nos permitieron recordar esta parte olvidada de la historia”, afirma. La importancia de centrarse en las fotografías más cotidianas radica también, explica Jorge, en que se trata de una situación común a las familias españolas. “Todos en España tenemos alguna relación, directa o indirecta con la guerra o la posguerra”, afirma.
La propuesta metodológica es “novedosa” al analizar la fotografía no sólo a través de la pura imagen, sino también desde el relato de la familia que da sentido finalmente a la foto en papel. “Lo que nos encontramos en estas fotografías desgastadas muchas veces es lo que sustituye el cuerpo que no hay. Muchas veces se cuida la foto como el cuerpo, como el único rastro del desaparecido”, relata.
Desde el punto de vista antropológico, el trabajo previo fue muy importante, ya que el acercamiento debía hacerse teniendo en cuenta que son familias que han pasado por momentos “muy delicados”. “En muchos casos no ha habido ningún tipo de justicia para ellos”, afirma Moreno. Para realizar el análisis de las fotos, además, se han tenido que tener en cuenta los dorsos y anversos, o las partes recortadas de los documentos que podían incluir un símbolo político prescrito, como el puño en alto.