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¿Por qué es importante ser feliz enseñando? El nuevo Instituto Daisaku Ikeda busca la respuesta

Daisaku Ikeda, el filósofo de la paz, Honoris Causa por la UAH

Francisca Bravo Miranda

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La Universidad de Alcalá (UAH) acaba de poner en marcha el Instituto Daisaku Ikeda, nombre que hace honor al Doctor Honoris Causa del mismo nombre por la institución en 2018. Se trata del primer instituto universitario mixto de investigación que se instalará en la Facultad de Educación en Guadalajara. Su objetivo es, principalmente, difundir e investigar sobre la 'teoría de creación de valor a la docencia', promulgada por el japonés Tsunesaburo Makiguchi. El acto de presentación coincidió con el 148 aniversario de su nacimiento, y contó con la presencia de una delegación japonesa de la Universidad de Soka, socia del Instituto.

Daisaku Ikeda recibió el Doctorado Honoris Causa de la Universidad de Alcalá el 25 de enero de 2018 por su contribución al establecimiento de una cultura de paz desde hace cinco décadas a lo largo del mundo y por su labor en el campo de la educación, basándose en los estudios y teorías de sus dos mentores Tsunesaburo Makiguchi y Josei Toda.

Alejandro Iborra es el director del Instituto, y ha formado parte del equipo impulsor del proyecto, que basará su actividad en la investigación del desarrollo personal tanto de profesores y alumnos. Se trata de una entidad pionera en Guadalajara, en la que se buscarán estructuras “especializadas” dentro de la rama educativa, gracias a inspiraciones que vienen directamente del país nipón, a través de la enseñanza de la Universidad Soka. “La ventaja es que será un instituto autónomo, que no dependa de proyectos de investigación que deban finalizar, ni tampoco de departamentos, es más ágil no sólo en su funcionamiento, sino también a la hora de proponer actividades”, explica el docente, psicólogo de profesión.

Gracias a una financiación compartida entre la Universidad de Alcalá y de la Universidad Soka, el instituto viene también a llenar un vacío que existía en la Facultad de Educación, que no contaba con un instituto, hasta ahora. “Es una manera de fomentar también la investigación dentro de la facultad. Era necesario que estuviese en Guadalajara”, recalca.

En lo que denomina “educación para la felicidad” se busca encontrar el “germen” que existe en las actividades de los docentes y alumnos, para encontrar “de qué manera damos sentido a lo que hacemos y que esto nos llegue un sentido de plenitud”. Para ello, han iniciado una investigación en la que estudian cómo es la situación de los alumnos al principio y al final de la experiencia educativa y analizar así también los aspectos cualitativos de su proceso. “De este modo podremos ver cómo pueden disfrutar más los alumnos y que el aprendizaje pueda facilitar su desarrollo profesional”, afirma Alejandro.

Para ello, no se puede olvidar el papel que cumple el profesorado, no sólo en la universidad, sino también dentro de la Educación Secundaria y Primaria. De este modo, el instituto quiere funcionar como un espacio en el que los profesores puedan dialogar acerca de qué es lo que da “sentido a su práctica”. “Gran parte del movimiento de la Universidad Soka, que significa creación de valor se refiere a esto. Es de hecho uno de sus elementos clave”, explica Iborra.

La filosofía señala que no se trata de buscar la felicidad desde una perspectiva individual, sino a través del contacto con otras personas, de hacerlo en conjunto. “Esto es también lo que hace difícil la actividad, pero que a la larga lo hará más fácil: generar un sentimiento de comunidad, de que estamos construyendo con otros; es una de las dinámicas que más queremos potenciar en la formación de profesores en el ejercicio”, señala el director del instituto. De esta forma, pretenden luchar contra una “postura individualista”.

La idea es combatir el problema de “no saber muy bien qué es lo que hacen los profesores en su aula”. “Hay algunos que se escudan en esto, en vez de llevar a cabo prácticas mejores, de las que puedan beneficiarse ellos mismos y también los alumnos”, afirma Iborra. De este modo, señala que en Japón es una práctica “habitual” el encuentro de profesores para estudiar qué es lo que se hace bien y lo que se hace mal, y es algo que quieren “potenciar” también en sus prácticas.

Los docentes interesados en formar parte de las actividades del instituto pueden escribir a la dirección de correo electrónico instituto.ikeda@uah.es. Iborra recalca el carácter “transversal” de la iniciativa y que pretenden trabajar con alumnos de distintos grados. “Es una de las grandes ventajas, porque queremos potenciar actividades interdisciplinares a través de este dialogo”, afirma. Los profesores que están involucrados en el proyecto estuvieron en Japón en el 2017, donde aprendieron el concepto de “profesor que ha perdido el corazón”. Se trata de docentes que “van con prisa y que no tienen tiempo para compartir sus experiencias”. “Nos llamó mucho la atención, lo importante que es el desarrollo de los maestros y que el corazón es un aspecto que finalmente surge de compartir las experiencias con tus iguales”, concluye.

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