19 linces más serán liberados en Castilla-La Mancha a principios de 2016
El Proyecto LIFE+Iberlince ampliará el número de linces liberados, ya que 19 nuevos ejemplares correrán libremente en enero de 2016 por Castilla-La Mancha. Este número se añadirá a los 24 que ya se pusieron libertad en Ciudad Real y Toledo, de los que actualmente quedan 18 con vida (el último caso de muerte fue el de Kenitra). En total camparán por el territorio castellano-manchego 34 linces, pues se conoce que hay dos en el norte del país y uno en Portugal. De los nuevos 19, diez se liberarán en los Montes de Toledo y nueve en la zona de Sierra Morena, Ciudad Real.
Esta decisión se llevó a cabo esta pasada semana, en la reunión del Comité de Cría del Lince Ibérico, donde valoran de forma positiva el camino que está llevando el proyecto, a pesar de las muertes de algunos ejemplares. Si los animales están en perfectas condiciones sanitarias en la fecha prevista para la suelta, a principios de año se empezarían a ver los primeros resultados. En Toledo, de los diez ejemplares que se liberarán, seis serán machos y cuatro hembras, mientras que en Ciudad Real la proporción será de cinco machos y cuatro hembras.
La modalidad de la suelta no será la misma en los distintos territorios. En la zona de Sierra Morena se hará de forma directa, pues ya hay presencia de estos animales en la zona, pero en los Montes de Toledo se va optará por una 'suelta blanda', consistente en una liberación en un territorio cercado antes de proceder a la suelta definitiva. Es decir, en Toledo primero se induciría a una climatación previa del animal en el entorno y después no se le pondrían barreras de ningún tipo.
Los atropellos, cepos o cazadores, los principales obstáculos del Proyecto LIFE+Iberlince
En cuanto los problemas a los que se enfrenta este animal, que ha tenido una presencia histórica en determinadas zonas de la Comunidad, desde la Consejería de Agricultura hablan en primer término de los atropellos (causa de la muerte de tres de los seis ejemplares fallecidos). Aseguran que aunque ya se han señalizado las carreteras en las que se han registrado atropellos mortales de linces, principalmente en las zonas de suelta, quedan muchas zonas por marcar pues se trata de una región muy extensa y de unos animales con gran movilidad geográfica.
Otro de los problemas que acecha a estos animales es la cada vez más mermada población de conejos, base de la alimentación de los linces, que cada vez padecen más enfermedades. Si la población de estos mamíferos disminuye y el lince no tiene alimento, el problema es “difícil” de controlar, tal y como admiten desde la Consejería. No en vano, el Parque Nacional de Cabañeros trabaja en un proyecto para conseguir poblaciones suficientemente amplias de conejo que permita, en un futuro próximo, tener presencia estable del lince ibérico.
Por último, el peligro que más daño ha hecho a la especie históricamente, y que actualmente sigue siendo una gran amenaza para su supervivencia, es el hombre. Fue un cazador el que mató de un disparo en la cabeza al último lince muerto, Kenitra, pero en otra ocasión fue un lazo ilegal el que le quitó la vida a otro ejemplar. Desde el Proyecto LIFE+Iberlince siguen trabajando para concienciar de lo importante que sería para la región la regeneración de esta especie. Es por ello que, además de los 19 que se preparan, está previsto soltar un total de 28 animales repartidos entre Portugal, Andalucía y Extremadura.