Este blog se dedicará a hablar de uno de los fenómenos más incipientes de la actualidad: el mundo seriéfilo. Recomendará, analizará y traerá curiosidades de series de televisión estadounidenses, británicas, europeas y de otros países del mundo.
El estadounidense Stephen King es uno de los literatos más prolíficos de la historia contemporánea. Sus novelas de terror son archiconocidas y hay poca gente que no haya tenido algún libro suyo entre las manos. Muchas de sus obras han sido adaptadas para televisión y para cine: ‘Carrie’, ‘Cadena Perpetua’, ‘El Resplandor’, ‘La Milla Verde’ o ‘It’, entre otras. Su obra ‘11.22.63’, publicada en 2011, es la última que ve la luz en la pequeña pantalla en formato de miniserie y, de ella, escribiré esta semana.
Jonathan Demme (‘El Silencio de los Corderos’) fue el primero en poner interés en los derechos para adaptar ‘11.22.63’ aunque por diferencias creativas, abandonó el proyecto. Entonces la productora ‘Bad Robots’, propiedad de J.J. Abrams (‘Perdidos’, ‘Fringe’ o ‘Alias’), se hizo con él y puso como showrunner a Bridget Carpenter (‘Parenthood’, ‘Friday Night Lights’). Se estrenó en ‘Hulu’, plataforma streaming de cine y series, en exclusiva uniéndose a otras producciones propias como ‘The Path’. Primeros intentos para competir con ‘Netflix’ o ‘Amazon’.
¿Intentarías cambiar el mundo si estuviera en tus manos? Al Tempelton (Chris Cooper), dueño de un pequeño restaurante, le ofrece esa oportunidad a su amigo Jake Epping (James Franco), profesor recientemente divorciado. En el trastero del ‘Al´s Diner’ un armario misterioso lleva a todo el que se adentra a unos pocos años antes del 22/11/63, fecha del asesinato de John F. Kennedy. Al le propone la difícil y peligrosa misión de salvar al presidente de los Estados Unidos para de alguna manera cambiar la historia, según él, a mejor.
La miniserie, tras ver el piloto, partía de una premisa muy potente o interesante porque, a mí, particularmente las ucronías me llaman mucho la atención, ¿qué cambiaría si Kennedy fuera salvado? A priori la historia y su contexto parecían que iban a dar mucho juego; de hecho, este primer episodio deja muy buen sabor de boca. Su universo y sus reglas quedan bien marcadas desde el primer momento. En ‘11.22.63’ se aleja del terror clásico de las obras de Stephen King y navega por el thriller con tintes de ciencia ficción.
No me he leído la novela y, por lo tanto, no puedo analizar minuciosamente la ejecución de la adaptación y, si la misma -el libro- tiene los mismos errores; pero, lo mejor de la miniserie se va diluyendo capítulo a capítulo. Las tramas secundarias van enmarañando la narración dejando lo importante en un segundo o tercer plano: una historia de amor que edulcora en exceso además de resultar insoportable; o, la introducción de Johnny Clayton (T.R. Knight) el ex de Sadie Dunhill (Sarah Gadon). Al final, la estructura narrativa principal queda muy debilitada en post de un relleno demasiado insustancial.
Las diferentes derivas en la historia principal, es decir, el desarrollo de la misión de salvar a Kennedy, a veces, esta queda soterrada por alguna que otra laguna argumental; y, es una pena, ya que por ese enfoque la miniserie hubiera sido mucho más importante, es decir, explotando la parte de la investigación de principio a fin. Esas lagunas están representadas por tomas de decisiones totalmente inexplicables y por acciones resultas de maneras atropelladas y sin sentido.
Así, ‘11.22.63’ acucia bastantes problemas de ritmo durante los ocho episodios por culpa de una pobre estructuración narrativa que convierte un thriller conspirativo y de intriga en un simple melodrama. No se le saca partido ni al personaje de Lee Harvey Oswald (Daniel Webber), ni a El hombre de la carta amarilla (Kevin J. O´Connor) e, incluso, el propio pasado que ajusticia cada vez que se le intenta cambiar, pasa desapercibido. Una historia con un gran potencial que se desaprovecha de manera vergonzosa y, con un final, bastante regulero.
La miniserie gasta una producción de primer nivel que da como resultado una ambientación y recreación perfecta de los años sesenta. Una buena fotografía con una más que lograda dirección. Esto es lo más reseñable de ‘11.22.63’.
El actor James Franco se medio desenvuelve en este papel en el que a veces se nota incómodo y sobreactuado. La actriz Sarah Gadon, bastante escueta, es la mirada dulce y afable. George Mackay, da vida a Bill Turcotte el falso hermano de Jake, sus motivos y su historia es la que más me falla. La clave es que mucho de los personajes no me terminan de dar suficientes razones para tomar los diferentes caminos.
En España, ‘11.22.63’ se está emitiendo por la FOX con el título de ‘22.11.63’ pero, vamos, el orden de los factores no altera el producto. Si la quieres echar un vistazo y probar si te gusta, hazlo.
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