Lucía Camón: “Pueblos en Arte es cultura hecha desde dentro”
Lucía Camón es esa poeta capaz de dedicar un poema a todas las personas que deciden pasar el invierno en un lugar pequeño, donde sólo siete niños afrontan el invierno con su sonrisa, con pan y chocolate, con mucha leña. Camón es poeta, pero también actriz y agitadora cultural, aunque su mundo va más allá de las palabras, y un día se puso manos a la obra para crear en 2014 Pueblos en Arte, una asociación sin ánimo de lucro, en Torralba de Ribota, una pequeña localidad que no llega a los doscientos habitantes en Aragón.
Pueblos en Arte se ha convertido en uno de los proyectos de referencia de esta nueva manera de entender la ruralidad en el siglo XXI. El camino que la llevó desde Madrid hasta Torralba de Ribota junto con Alfonso Klint y Greta, la hija de ambos, era el hilo argumental de 'Soñando un lugar', el documental que obtuvo siete candidaturas a los premios Goya de 2019.
Lucía mira el paisaje de la Serranía de Cuenca. Regresamos de Tragacete, donde durante esos días había participado en la Semana de la Cultura Rural Emergente, organizada por la Fundación Los Maestros y que reunió bajo la parra de la casa de Don Casildo a conversar e intercambiar vivencias a las personas que impulsan algunos de los proyectos más interesantes que están brotando por toda la Península.
Recorremos el camino hacia la capital conquense mientras recordamos algunas de las largas charlas de estos últimos días. “Hemos vuelto al entorno rural y estamos siendo capaces de vivir de lo que nos gusta, intentamos que vengan cada vez más creadores para enriquezcan lo que puede ofrecerles el pueblo”, describiendo un fenómeno inverso a las misiones pedagógicas del siglo pasado. “Queremos trabajar la cultura desde el pueblo. Eso es algo que antes no pasaba, para ser artista debías vivir en la ciudad y ese fue un camino que tuvimos que recorrer, pero que ahora no es necesario”.
Los tiempos han cambiado y las hijas e hijos de los pueblos, quieren volver a tener raíces. “El pueblo ha crecido, ha acogido a gente nueva, se han comprado muchas casas y todo esto constituye un motor invisible que se conecta con la vida cotidiana”, explica Lucía. “Tenemos una herramienta como el arte con el que queremos reactivar el territorio”, cuenta.
Nuestro objetivo principal es reactivar el territorio con el arte como herramienta
“Siempre hemos creído que la mejor forma de trabajar es poniendo a la gente del pueblo en el centro. Que los artistas trabajen con la cultura del lugar”, porque como dice Lucía, “sería un error garrafal traer el arte de fuera y la cultura al pueblo sin conocer lo existente. Hemos de desarrollar lo que ya existe, realizar una escucha activa y potenciarlos”. Para ello, la asociación organiza festivales culturales; residencias artísticas, para traer artistas a conocer y crear en el entorno rural, eso sí, contando siempre con la gente del pueblo y adecuándonos a sus necesidades.“
Este proceso de escucha y aprendizaje de la cultura local es el que retrata 'Soñando un lugar' en el que participaron casi todos los habitantes de Torralba de Ribota contando en primera persona sus problemas e inquietudes, pero también sus felicidades y esperanzas. Narraciones en primera persona que también fueron la raíz de 'Cosechando identidades', otro de sus proyectos, en el que las vivencias y los recuerdos de las vecinas fueron convertidas en un libro.
'Ruta 234' es el nombre de otro de los proyectos de Pueblos en Arte. Un proyecto viajero, que haciendo referencia a la mítica Ruta 66, narra las experiencias y vivencias alrededor de la carretera que une Burgos con Sagunto, “uniendo entre sus finas arterias cientos de poblaciones, algunas de ellas en grave proceso de desaparición”. Un viaje colectivo que se convirtió en revista y en exposición.
“Hay que lanzarse a hacer las cosas, lo peor que puede pasar es que no se vuelvan a hacer, pero hay que intentarlo”
La historia de Pueblos en Arte no estaría completa sin citar 'El Festival del Saltamontes' que este año celebra su cuarta edición. En el primer intento no salió y hubo que cancelarlo unas semanas antes, pero volvieron a la carga unos años después, “ya éramos parte del pueblo, no al principio, que no teníamos ni idea de lo que quería la gente, lo que había que planificar, etc. Era como venir de la gran ciudad, Madrid, a usar el pueblo como escenario para nuestro espectáculo”. Como dice Lucía Camón, “Hay que lanzarse a hacer las cosas, lo peor que puede pasar es que no se vuelvan a hacer, pero hay que intentarlo”.
El festival cuenta con grupos de música, circo y teatro. Consiste en una mezcla entre lo que viene de fuera y lo que se hace dentro del pueblo, se crea una especie de performance con los vecinos, el público y los artistas. Lo que Lucía denomina como “cultura hecha desde dentro”.
El objetivo de este festival celebrado en Torralba de Ribota, es que el público pueda acceder a lugares que habitualmente no tiene la oportunidad de conocer, ampliando así la experiencia vital de acercarse a la vida rural y a sus pequeños detalles. “Crear puentes entre el pueblo y la ciudad es lo que reactivará los territorios y si la herramienta es el arte, bienvenidos sean los artistas”.
Lucía Camón sigue mirando la hoz del Júcar allá abajo, quizá recordando sus propios versos, “Sentada en un banco / al caer la tarde / se permitió pensar en ella”. Entramos en la ciudad con la idea cierta de que hay un hilo rojo que conecta a la gente que habita los pueblos, sean los de ruta de la N-234, o los de la CM-2105 que recorre la Serranía de Cuenca siguiendo el río.
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