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La paradoja de ser un municipio rico y estar abocado a la 'demotanasia'

Municipio de Maranchón (Guadalajara)

Carmen Bachiller

A partir de octubre, como ocurre en tantos otros lugares de España, en Maranchón la llegada del frío espanta a quienes aprovechan el verano para volver al pueblo desde Madrid, Zaragoza o Barcelona. Este municipio se encuentra en plena comarca de Molina de Aragón, una de las más despobladas de España en la que “se vuelven a ver las maletas, como en los años 70. Desde que empezó la crisis ha ido saliendo gente, se cierran escuelas y cuando eso empieza ya es un círculo vicioso que no para”.

Quien lo cuenta es Pilar San Miguel, secretaria de la Asociación Cultural ‘La Migaña’, con 30 años de antigüedad y 500 socios, más del doble de los habitantes que hoy quedan en el municipio y que ya están por debajo de los 240, cuando en sus mejores tiempos llegó a superar los 2.000.

Maranchón es un pueblo coqueto, de casas señoriales, situado en plena Nacional 211, en la provincia de Guadalajara, que hace 50 años era el camino elegido por muchos veraneantes para llegar hasta las playas de Castellón. Hoy apenas circulan vehículos por una vía que ha mudado su cara al mismo tiempo que se marchaban los habitantes del entorno.

La falta de habitantes preocupa, paradójicamente, en un pueblo que se hizo “rico” gracias a los molinos eólicos y al que le falta lo más importante: más vecinos. “A Maranchón tenemos que exigirle más que a otros pueblos que han de gastarse su justo presupuesto solo en mantener infraestructuras y no hay para más. Aquí hay ingresos muy altos del parque eólico cada año y lo tenemos todo a tutiplén. Nos falta invertir en tejido económico”.

Por eso, el próximo 15 de diciembre acogerá la Jornada ‘Emprende y Vive’, centrada en las oportunidades de empleo, en mejorar la calidad de vida en zonas despobladas y sobre todo en combatir la ‘demotanasia’ (pérdida de población), un término que ni siquiera recoge todavía la Real Academia Española de la Lengua (RAE).

Pilar San Miguel explica que la idea surgió de la ‘La Migaña’, una asociación de “los hijos del pueblo” (y la mayoría viven fuera) que ha decidido replantearse su función. “No queremos ser solo una asociación que llore por lo que fue el pueblo en otros tiempos, sino trabajar porque tenga presente y futuro”.

Impulsada además por la Asociación de Desarrollo Rural Molina de Aragón-Alto Tajo y el Ayuntamiento, la jornada se desarrollará en tres mesas redondas que debatirán sobre ‘Territorialidad y Creatividad’, ‘Empleo y Empresas’ y ‘Municipios Inteligentes’. En la apertura de la jornada la ponencia inaugural correrá a cargo de Mercedes Molina, soriana y catedrática de Geografía Humana de la Universidad Complutense de Madrid.

Por Maranchón pasarán, entre otros, Ana Bettschen, socia fundadora de ‘Pueblos en Arte’, plataforma cultural y artística que tiende puentes entre el medio rural y el arte de las ciudades o Joaquín Alcalde, director Ejecutivo de El Hueco, un ecosistema para el fomento del emprendimiento social y la innovación.

También estará Jorge Juan García, socio e impulsor de Velosillo Dreams que desde una pedanía de Sepúlveda en Segovia con 6 habitantes, trata de impulsar la llegada de empresas, Pilar Burillo de la Asociación Instituto de Investigación Serranía Celtibérica o Luis Antonio Sáez Pérez, director de la Cátedra sobre Despoblación y Creatividad de la Universidad de Zaragoza.

Son solo algunos nombres de una larga lista de ponentes que pretenden “ponerle imaginación, la que también deben tener las administraciones públicas, a través de la experiencia de proyectos muy singulares”, explica Pilar San Miguel.

El Corredor del Henares que “camufla” la realidad provincial de despoblación

San Miguel cree que “la provincia de Guadalajara está un poco descolgada del debate sobre despoblación porque los parámetros provinciales de densidad poblacional no salen tan mal como en Cuenca, Teruel o Soria” y cree que tiene una explicación: “El Corredor del Henares, muy poblado, camufla un poco lo que pasa en el resto de la provincia”.

Por eso defiende la necesidad de “buscar una discriminación positiva” para este territorio y que tanto sociedad civil como responsables políticos “se muevan” y sostiene que “a medio plazo hace falta tecnología en los pueblos y también formación que harían posible, por ejemplo, una visita médica por internet sin tener que desplazarse al consultorio en otro municipio”.

En su opinión, “falta legislar más a medida de los pueblos pequeños que han de hacer mucha burocracia para nada”. Algo que, dice, permitiría a los alcaldes “hacer otras cosas para dinamizar sus territorios y promover cambios”.

Cree que la Inversión Territorial Integrada (ITI) a la que se acogen territorios como la comarca molinesa es importante pero insuficiente. “Cuando estas dispuesto a irte a vivir a un pueblo a lo mejor no es tan importante que te den un 60% en vez de un 40% de ayudas para poner un negocio. Está bien pero hace falta un acompañamiento, la cercanía de los grupos de Desarrollo Rural”.

En este sentido, aboga por la “cooperación y el intercambio de ideas” y dejar atrás “guerras políticas” en las que priman “los protagonismos y a ver quién tiene el ombligo más grande porque se nos mueren los pueblos entre las manos”.

Toda la información sobre la Jornada ‘Emprende y Vive’ de Maranchón (Guadalajara) puede conocerse en este enlace.

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