Diez aves en peligro de extinción aparecen muertas en la región
Las aves rapaces de Castilla-La Mancha sufrieron el pasado viernes 19 de diciembre un serio varapalo a su protección cuando los Agentes Medioambientales de la región tuvieron que intervenir en dos casos distintos con cadáveres de este tipo de animales. Diez ejemplares de especies protegidas y en peligro de extinción fueron recogidos de diversos campos por los agentes en dos actuaciones distintas.
En primer lugar los agentes se encontraron dos águilas imperiales ibéricas y un águila real, que según el protocolo fueron recogidos para hacerles la necropsia. En este caso la causa de la muerte que se investiga como principal es la electrocución con el tendido eléctrico. La electrocución es uno de los grandes problemas a los que se enfrentan estas aves: son ya varias las intervenciones que han hecho los agentes este año por la muerte de los animales de esta manera.
Lo peor de la actuación fue la pérdida de los dos ejemplares de águila imperial, que es la ave rapaz más amenazada de Europa. Las tres aves se encontraron en una finca de Toledo.
Con diferencia de escasos minutos y en otra finca también de la provincia de Toledo, se encontraron siete buitres leonados muertos. En este caso los Agentes Medioambientales no fueron solos ya que les acompañaron la Unidad de Investigación de Venenos del grupo, ya que se piensa en el envenenamiento como motivo principal de la muerte de siete animales de un valor ecológico incalculable. También se está procediendo a la necropsia de estos animales.
Hay causas como la electrocución que son muy difíciles de evitar por los agentes medioambientales y que son fruto de la mezcla del progreso en campos donde antes no existían estos tendidos, pero el uso de veneno si está penado como falta o delito en función de su utilización.
Además de informar de este día “negro” para las rapaces de la región, los Agentes Medioambientales han querido de nuevo volver a avisar del protocolo a seguir en caso de que alguien encuentre un animal herido o muerto en el campo: avisar al 112 que darán parte a los agentes y sobre todo nunca tocar los cadáveres de los animales, dejando que los expertos se encarguen de ello.