Placas de papel para denunciar el olvido de las personas deportadas a campos de concentración en Cuenca: “El silencio es una negación”
Llamadas por teléfono y silencio. Escritos registrados y silencio. Es lo que denuncia la Asociación por la Recuperación de la Memoria Histórica de Cuenca en el marco de sus investigaciones para reivindicar la historia de las personas de la provincia que fueron deportados a campos de concentración nazi durante los años del franquismo. “Lo que recibimos es silencio administrativo”, afirman. O, en el caso de municipios como El Provencio, “los mismos argumentos de siempre”. “Se nos pide que enviemos toda la documentación, con desconfianza que consideramos innecesaria, lo enviamos y sin respuesta”, lamenta Máximo Molina, de la asociación.
“Al final, se trata de una voluntad de concordia, no de partido político”, reflexiona. Por ejemplo, señala, con la que fue alcaldesa de Uclés, Ana María Gálvez entre los años 2007 y 2011, del PP, “jamás tuvimos un problema”. Lo mismo ocurre en Olmeda del Rey, “donde han comprendido los distintos puntos de vista y que todo es historia y que una cosa no quita la otra”, recalca el memorialista. Lo mismo ocurre con alcaldes socialistas, advierte, como es el caso de los ayuntamientos de Cuenca capital y Buendía. “Y no hemos conseguido hablar con nadie más que con quien ha cogido el teléfono”. “Al final el silencio es una negación”, lamenta.
Negación de unos hechos que, según la ley, deberían ser condenados por las administraciones. O, por lo menos, que las instituciones colaboren. “Pero la ley es tan ambigua, y sirve para un roto como para un descosido”, afirma Molina. Es por ello que la asociación ha decidido colocar de motu propio placas de papel en los distintos municipios donde se ha detectado la existencia de personas que fueron deportadas a campos de concentración nazis. “Queremos llevar a todos los pueblos este pequeño homenaje que se inició con la primera placa en recuerdo de Dositeo Moreno Barrios, colocada en el año 2017 en Tarancón por petición de su familia”.
La asociación comenzó a pedir la colocación de placas en pueblos como Buendía, donde hay seis deportados en el cementerio, o La Peraleja Villaconejos de Trabaque, Huete, Alcázar del Rey, El Provencio, Cuenca y Olmeda del Rey el pasado mes de mayo. Sin embargo, lamentan que sólo en Olmeda del Rey, municipio presidido por Ana Isabel Martínez (PP) ha respondido. De este modo, hay placas en homenaje y recuerdo de Alfredo Ruescas Fernández y Félix Murcia García. En ambas ocasiones ha estado presente la alcaldesa acompañando a familiares de los deportados y vecinos. La asociación ha reiterado su agradecimiento, y lo consideran un “ejemplo de concordia y reparación”.
Sin embargo, ha sido una negativa por parte de los otros municipios. “No es una cuestión de presupuesto, todos los costes de la placa y la mano de obra de su colocación corren a cuenta de ARMHCUENCA, sin cargo alguno para las arcas municipales. Solo pedimos la autorización para proceder a la colocación de la pequeña placa de 11x17 cm en la acera frente a los domicilios de los deportados y una algo más grande en el cementerio de Buendía. Un pequeño homenaje que recuerde que en esa casa vivió un vecino que fue víctima de los campos de concentración nazis y de los crímenes contra la humanidad que allí se cometieron”, recalca.
Lo consideran una “irrespetuosa indiferencia” de las instituciones locales, por lo que han decidido poner placas en papel, un gesto simbólico de protesta, por lo que consideran la negación de los “vecinos más olvidados”. “Indiferencia con la que están tratando a estos convecinos que durante más de 80 años han sido terriblemente olvidados y sus historias soterradas con total alevosía y desprecio. Con este proyecto intentamos poner un granito de arena y avanzar en el reconocimiento de los sufrimientos y crímenes que sufrieron los conquenses que se vieron sumidos en el infierno de los campos de concentración nazis”.
“Reconocer y honrar a José Escolano Enebra (Poyatos), Ruperto Buenache García (Alcázar del Rey), Gregorio Sánchez del Olmo (La Peraleja), Joaquín López Alarcón (El Provencio), Braulio Cano Saiz (Cuenca), Patricio Carralero Paje (Villaconejos de Trabaque), Baldomero Bonillo Peña (Huete), Jacinto Bonilla Chacón (Huete). Y en Buendía, Amadeo Algarra del Saz, Blas Arias Martínez, Manuel Camarero Horcajada, Alberto Palomino de la Cruz, Francisco Razola Gumiel, Olegario Serrano Calero y Gabriel Toro de la Cruz. Se podría decir que es una lista de la muerte, solo Baldomero Bonillo Peña Y Olegario Serrano Calero sobrevivieron, pero ni el sufrimiento ni las muertes de todos ellos parece importar a los ayuntamientos de los pueblos que los vieron nacer”, concluyen desde la asociación.
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