Has elegido la edición de . Verás las noticias de esta portada en el módulo de ediciones locales de la home de elDiario.es.
La portada de mañana
Acceder
El fantasma de una repetición electoral sobrevuela la campaña catalana
Teresa Ribera: “Las llamadas leyes de concordia imponen la desmemoria”
OPINIÓN | Cuatro medidas para evitar el lawfare, por Juan Manuel Alcoceba Gil

Reconstruyen un helecho fósil de hace 129 millones de años hallado en el yacimiento conquense de Las Hoyas

Imagen: Universidad Autónoma de Madrid

elDiarioclm.es

0

Paleobiólogos de la Universidad Autónoma de Madrid (UAM) han reconstruido el helecho fósil Weichselia Reticulata a partir de restos de hace 129 millones de años que se hallaron en el yacimiento de Las Hoyas, en Cuenca.

El estudio se ha realizado en colaboración con la universidad francesa Claude Bernard Lyon 1, donde han descrito por primera vez el crecimiento de ese helecho fósil de la era del Cretácico.

La importancia de este proyecto se desprende de que las partes de las plantas fósiles suelen encontrarse por separado y es poco habitual descubrir ejemplares completos que tengan hojas, tallo y raíz. Por ello, su reconstrucción no es sencilla y en muchos casos imposible. Puesto que las plantas son el principal elemento del paisaje, no conocer su hábito y su arquitectura limita la comprensión de los ecosistemas del pasado.

Ahora, paleobiólogos de la Universidad Autónoma de Madrid (UAM), en colaboración con la Université Claude Bernard Lyon 1 (Francia), describen por primera vez el crecimiento del helecho fósil mesozoico Weichselia Reticulata.

Los resultados, publicados esta semana en la revista Plos One, se lograron mediante datos métricos obtenidos a partir de restos excepcionales hallados en el yacimiento de Las Hoyas, en Cuenca, cuya edad se estima en 129 millones de años.

“El descubrimiento de fragmentos de hojas de hasta dos metros de largo en Las Hoyas nos permitió aplicar un protocolo novedoso basado en técnicas de morfometría que aportan nuevas claves para abordar el crecimiento y la arquitectura de helechos fósiles. En este protocolo se integró la información de todos los restos hallados, grandes y pequeños”, han explicado los autores.

Asimismo, han agregado que este tipo de estudios no solo proporcionan información sobre la forma de la planta, sino también sobre su tipo de crecimiento y modo de vida. “Incluso se puede obtener claves sobre sus adaptaciones ecológicas y así poder descubrir en qué tipo de ambiente habitaban”, han señalado.

Nuevas metodologías para el estudio de las hojas

La arquitectura de Weichselia Reticulata es de hoja compleja, con una cabeza central de la que radian alrededor de 14 pinnas. Para determinar su arquitectura, los investigadores debieron establecer un modelo previo de las áreas que conforman cada hoja.

“El modelo fue la base para realizar un estudio cuantitativo de los fragmentos y así registrar cambios secuenciales a lo largo de las pinnas. Se midieron 28 fragmentos de hojas, obteniendo más de mil medidas de cada una de sus partes”, han explicado.

De este modo, contrastando los resultados métricos de cada fragmento estudiado con los datos obtenidos del fragmento más completo, pudieron caracterizar y verificar la posición de los restos pequeños.

Esto permitió a los expertos comparar la arquitectura entre helechos actuales (que tienen hábitos diferentes) con Weichselia reticulata, y de este modo dilucidar si este helecho tenía un hábito arborescente como se ha propuesto hasta la fecha.

El crecimiento de plantas fósiles

Este trabajo supone el primer estudio del crecimiento de plantas fósiles a partir de caracteres métricos. La serie de medidas realizadas a lo largo de la hoja permite conocer su grado de madurez y en qué dirección crece.

“En el caso de Weichselia, habría dos tipos de crecimiento: de base a ápice en las pinnas, y de ápice a base en la hoja completa formada por varias pinnas. Este descubrimiento permite una correcta reconstrucción de las hojas, ya que estas se habían reconstruido con pinnas de distinto tamaño, y ahora sabemos que solo la hoja completa sería asimétrica en un estado juvenil”, han desvelado los autores del estudio.

Otros aspectos de la reconstrucción de la planta también se pueden inferir a partir de la forma de las hojas y de su crecimiento. Por ejemplo, en el caso de Weichselia reticulata, se concluyó que la hoja se desarrolla ligeramente en zig-zag, lo que sugiere que estas se disponían horizontales al suelo, al igual que los helechos actuales con este tipo de hojas.

“Las hojas en horizontal favorecerían que la luz incidiría directamente sobre ellas. Sin embargo, Weichselia cuenta con una cutícula gruesa y pínulas orientadas hacia arriba, que han sido discutidos como rasgos óptimos para la protección solar. Dichos rasgos sugieren que este helecho no tenía otras plantas por encima, siendo el elemento más alto de la vegetación”, han detallado.

Finalmente, la comparación de Weichselia Reticulata con especies de helechos actuales muestra que su arquitectura sería más ordenada y constante en la geometría de las pinnas.

Etiquetas
stats