Las urgencias del Hospital de Guadalajara vuelven a saturarse
La saturación del Servicio de Urgencias del Hospital de Guadalajara ha vuelto a quedar en evidencia con los testimonios de pacientes que han tenido que aguantar horas de espera en camillas situadas en los pasillos. El propio presidente del Colegio de Médicos ya había denunciado hace pocas semanas los excesivos retrasos en la atención tras una experiencia vivida en primera persona. Mientras, al director del centro sanitario le parece que siete horas de espera en urgencias “no son ni mucho ni poco”.
Los pasillos del Servicio de Urgencias del Hospital de Guadalajara han vuelto a llenarse de camillas con pacientes obligados a esperar durante horas antes de ser atendidos. El colapso ha quedado en evidencia con las imágenes facilitadas por testigos que han vivido en primera persona una situación que no es nueva y se repite cada vez con mayor frecuencia.
Es el caso de Pilar Monge, vecina de la localidad de Centenera, cuya madre llegó en una UVI móvil poco después de las dos de la tarde del pasado día 7 abril y estuvo en el pasillo hasta pasadas las siete de la tarde, cuando por fin pudo pasar a un “box” que había quedado libre.
Pese a que el diagnóstico inicial del personal de la ambulancia era de un posible ictus, la paciente permaneció esperando durante esas cinco horas sin recibir ningún tipo de atención. Primero, en la camilla de la ambulancia, que mientras tanto quedó inutilizada para el servicio, y después en una cama del propio hospital. Según el relato de la testigo, no fue el único caso que se produjo ese día, cuando llegaron a coincidir hasta tres enfermos al mismo tiempo en los pasillos.
“La media de espera era de seis horas, según pudimos contrastar con otros pacientes que también estaban esperando. Es indignante y vergonzoso. La falta de personal es evidente y eso hace que se produzcan situaciones de enorme tensión de las que los profesionales no tienen la culpa, porque la realidad es que no dan abasto”, ha asegurado.
Siete horas, ni mucho ni poco
La situación no es nueva. Hace unos pocos meses también trascendieron más imágenes tomadas por los propios usuarios de camillas instaladas en los pasillos del Servicio de Urgencias. Además, el propio presidente del Colegio de Médicos de Guadalajara y de Castilla-La Mancha, Ramón Ochoa, denunció a finales de marzo la “evidente falta de medios” del hospital después de esperar más de siete horas en Urgencias. “Si esto lo hacen conmigo, fíjense que no pasará con un señor de 74 años de Mandayona. Le puede salir barba y cumplir los cien años en Urgencias”.
Sin embargo, al director del Hospital nombrado por el Gobierno de María Dolores de Cospedal, Francisco Merino, le parece que siete horas de espera en urgencias “no es ni mucho ni poco”. Merino respondió así la semana pasada en una comparecencia pública al ser preguntado sobre las reiteradas quejas de los usuarios por el colapso de este servicio.
