La obra de teatro que se cuestiona los patrones heredados: “Vivimos en un sistema fragmentado que no deja margen a la inocencia”
“Dime, ¿hacia dónde te diriges? ¿Qué miras? ¿A dónde quieres ir? ¿Qué necesitas? ¿Por qué te mueves así?”. Un hombre con un albornoz blanco mira al suelo. En él se pueden ver varios brazos intentando salir de unas lonas negras que cubren el escenario. Lo consiguen. Seis actores comienzan a gritar mientras suena ‘Will you fight' de Klergy & Beginners de fondo. La función comienza.
El Chico Paloma, el Chico Normal y Razonable, el del Cuerpo Equivocado, la Mujer Rota, la Chica de la Buena Familia o la Mujer Invisible son ‘Los Nadadores Nocturnos’. Seis seres dañados ahogados en desesperación y amor se reúnen en una piscina todas las noches bajo las órdenes de J.G., un tipo revolucionario que da sentido a sus existencias al proponerles cuestionarse los patrones heredados y descubrir algo nuevo a lo que aferrarse.
La obra, representada por un grupo de jóvenes estudiantes de la Escuela Superior de Arte Dramático de Castilla y León, rozó el cartel de 'no hay entradas' en el Teatro LAVA de Valladolid.
Críticas al capitalismo, a la violencia de género, el deseo de paternidad y las sectas
La puesta en escena forma parte del Trabajo Final de Estudios de Dirección Escénica de Luquin, directora de la obra y estudiante del Máster en Pensamiento y Creación Escénica Contemporánea de la Escuela Superior de Arte Dramático de Castilla y León. El texto, escrito por el dramaturgo José Manuel Mora en 2014, recoge el momento posterior al 11-M en España. La representación fue estrenada ese mismo año en el teatro 'El Matadero’ de Madrid y obtuvo el Premio Max 2015.
El también director de la Escuela de Arte, José Manuel Mora, explica que la obra tiene casi diez años pero sigue interpelando a muchos jóvenes. “Pese al tiempo alguien puede establecer un diálogo vivo” con el texto, subraya
A lo largo de la obra se repiten consignas como “Vodafone Sol, Nokia-Plaza de Santa Ana, Cines Ideal Santander Consumer, Museo del Prado-Repsol”. Su fin: hacer una crítica al sistema capitalista. La directora de la producción, Lucía Luquin, comenta que en 2014 “el capitalismo había vendido hasta lo más profundo del ser humano”.
Los Nadadores Nocturnos también son una manera de “plantar cara a la violencia de género y a las violaciones desde el arte”, ha precisado Luquin, al incluir una representación de este tipo en el escenario. La puesta en escena también aborda el deseo de experimentar la paternidad. Mora explica que esa ambición de conseguir cierta trascendencia en el mundo a través del hijo aparece en muchos personajes del texto.
“Vosotros no sois como los demás”. “Sois los elegidos, sois los nadadores nocturnos”. Otro de los temas de la obra son las sectas. Luquin explica que la puesta en escena quiere reflexionar sobre el papel de estos grupos en un mundo enfermo y fragmentado “que busca un sentido de unión a través de los cuerpos, el arte y el sexo”.
El gran encargado de darle esa viveza a la obra es Juan Navarro, que interpreta a ‘J.G’., el líder de la secta de los Nadadores Nocturnos. El actor ve el texto como una necesidad de “romperse” para posteriormente “entenderse”. “Se trata de un castigo”, afirma. “La obra expone muchos tabúes. ”Somos 50% personas rotas y la otra mitad no rotas“, destaca el intérprete. El actor vallisoletano cree que el trasfondo y el mensaje de la creación ”se tiene que dejar a la interpretación del público“.
Néstor Vallejo interpreta ‘a un chico normal y razonable’ y para él esta creación es “un espacio en el que diferentes seres consiguen juntarse con otras personas para compartir carencias, emocionales, físicas y familiares”. “Representa la necesidad que tenemos los seres humanos de sociabilizar y de encontrarnos en los desechos de los demás”, apunta.
1º premio de la XXXIV edición del 'Programa arte joven: jóvenes artistas en Castilla y León 2022’
El espectáculo ha ganado el primer premio de la XXXIV edición del ‘Programa arte joven: jóvenes artistas en Castilla y León 2022’ en el área de Artes Escénicas y Cinematografía, algo que Luquín no se esperaba. “Éramos seis finalistas y competía contra montajes clásicos; contra un Lorca es muy difícil ganar”. El galardón asegura le incita a “amar más su profesión” como creadora escénica y a “creer en su proyecto”. Además, considera que las cuantías económicas que reciben los ganadores son una manera de impulsar el arte joven.
El director de la escuela reconoce que este premio puede ser “un estímulo” para que los jóvenes artistas sigan trabajando. Pese a ello es muy consciente de que en España “no hay una política cultural con una visión a largo y medio plazo del teatro como un posible vertebrador de comunidades” y si esto no es así “los premios se quedan en flor de un solo día”.
Mora también se ha mostrado orgulloso de la formación educativa en artes escénicas que ofrece la Junta de Castilla y León. “Es una de las comunidades autónomas más pioneras en arte dramático”, resalta. Sin embargo, el dramaturgo denuncia la falta de un Centro Dramático Regional que englobe a toda la comunidad, como sí tienen Galicia y Cataluña.
“Castilla y León brinda muy pocas oportunidades a la gente joven”
Juan Navarro, que estudia en el Centro del Actor de Madrid, califica la situación teatral en Castilla y León de “muy difícil”. “Desde tercero de carrera pensamos en emigrar a Madrid porque es la única vía de escape”. “Castilla y León brinda muy pocas oportunidades a la gente joven”, denuncia el actor.
Navarro también cree que conviene “darle un giro” al teatro en la comunidad y que las ayudas que destina la Junta “deberían ser más extensas”. “La situación teatral en España es muy difícil”, puntualiza el intérprete.
Néstor Vallejo asegura que ve avances en los últimos años pero que es necesario “aprovechar todos los jóvenes talentosos y fomentar ese crecimiento desde la propia comunidad para que no haya tanto éxodo a ciudades como Madrid o Barcelona”. El actor también critica el hecho de que los grupos jóvenes tengan que autofinanciarse por ellos mismos.
Como dicen los protagonistas de ‘Los Nadadores Nocturnos’, “vivimos en un sistema enfermo y fragmentado que no deja margen a la inocencia”. El Chico Paloma, el Chico Normal y Razonable, el del Cuerpo Equivocado, la Mujer Rota, la Chica de la Buena Familia o la Mujer Invisible consiguen que algunos espectadores se vean en ellos y quizá puedan seguir nadando en busca de algo que pueda dar sentido a su existencia y tal vez descubrir a lo que aferrarse.
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