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¿Hay alguien en la política y en la sociedad catalanas que no haya contratado a Método 3?

Imagen de la sede de Método 3 en Barcelona

Pau Rodríguez

Barcelona —

Todo empezó con un micrófono escondido entre las flores en el centro de la mesa donde almorzaban, en el restaurante La Camarga de Barcelona, la líder del PP catalán Alícia Sánchez-Camacho y Victoria Álvarez, expareja del primogénito de Jordi Pujol. La noticia sobre las supuestas escuchas de ese encuentro, durante el cual Álvarez habría revelado las irregularidades cometidas por su exnovio, saltó a las portadas de los medios hace unas semanas, y desde entonces se ha desatado una tormenta de informaciones que dibujan un escenario en el cual la mayoría de partidos del arco parlamentario catalán habrían requerido los servicios de la agencia de detectives Método 3 para investigarse unos a otros, aunque también a otras personalidades públicas. Por las mesas de Método 3 han pasado informes, entre otros, de José Montilla, Joaquín Almunia, Gerardo Díaz-Ferran, Josep Lluís Carod-Rovira o Joana Ortega.

Dirigentes de PSC, CDC, PP han tenido que salir al paso de las informaciones publicadas para negar contactos con la agencia -o para confirmarlos y defender que se ajustaron a la legalidad. Pero la lista de supuestos clientes no se limita a estos partidos. Estos últimos días ha trascendido que también recurrieron a Método 3 la CUP y hasta el ex entrenador del Barça Pep Guardiola, este último según el medio digital El Confidencial.

La sección local de la CUP en Valls (Tarragona) contrató los servicios de Método 3 en una ocasión, en 2010, para que la agencia elaborara un informe sobre las propiedades del padre del alcalde del municipio, Albert Batet (CiU), de quien la formación sospechaba que podía haber cometido alguna irregularidad en materia de recalificaciones. La CUP pagó exactamente 2.000 euros para que la empresa realizara un vaciado del registro de la propiedad. Así lo reconoció la formación en un comunicado acompañado de la factura del informe técnico en cuestión. El trabajo fue legal porque solo se trataba de recoger información pública. “No contratamos a Método 3 para espiar al padre del alcalde, sino para saber las fincas que tenían”, defendió uno de los ediles de la CUP, Gerard Nogués.

Paralelamente, el diputado de la CUP David Fernández declaró a través de su cuenta de Twitter que “ya pueden disparar al pianista, que seguiremos tocando; investigar la corrupción urbanística es un deber, sólo faltaria”. La CUP ha sido, desde que por primera vez entró en el Parlament de Catalunya en noviembre pasado, un azote contra los casos de corrupción que afectan a los principales partidos políticos catalanes.

Más reciente es la publicación de una información que señalaría a Pep Guardiola, ex entrenador del FC Barcelona, como uno más de los que pidió investigaciones a la controvertida agencia de detectives. Según difunde El Confidencial, el técnico no se fiaba de la conducta de algunos de sus jugadores, en especial del defensa Gerard Piqué, y solicitó a Xavier Martorell, entonces jefe de seguridad del club, que encargara su seguimiento a alguna agencia de detectives.

Las mismas informaciones subrayan la relación fluida que mantenían Guardiola y Martorell, por la cual el técnico le habría pedido en más de una ocasión que espiase a miembros de su plantilla. Martorell, como no podría ser de otro modo, habría escogido los servicios de Método 3, puesto que los conocía bien. Fue él mismo quien, poco tiempo antes y por orden del club, recurrió a la agencia para que espiara a cuatro de directivos del Barça: Jaume Ferrer, Joan Boix, Joan Franquesa y Rafael Yuste.

La figura de Martorell ensucia a CDC

Xavier Martorell, además de haber sido jefe de seguridad del Barça, es presidente CDC en Sant Cugat del Vallès (CDC), y actualmente es el director de los Servicios Penitenciarios de la Generalitat. Siempre vinculado al mundo de la seguridad y a Convergència, Martorell llegó a contactar con Método 3 para que hiciera, como mínimo, un servicio a CDC, en su sede de Sabadell. La agencia hizo un “barrido” y algunas charlas sobre seguridad en las oficinas locales del partido en 2010, cuando Martorell trabajaba aún en el Barça. Así lo publicó La Vanguardia, aportando correos electrónicos como prueba, y Martorell tuvo que salir a defender a CDC al asegurar que se trató de “un favor” que la agencia le hizo él, sin cobrar al partido. Sin embargo, los correos que se intercanviaron Martorell y el director de Método 3 revelan que ambas partes acordaron un precio por los servicios.

De ser cierta esta operación, quedaría en entredicho la versión de CDC sobre sus relaciones con Método 3, puesto que la formación aseguró que jamás había encargado investigaciones “ni de manera directa ni indirecta”. El partido afirmó esto después de que El Periódico revelara que el ahora conseller de Empresa y Empleo, Felip Puig, había sido espiado por orden de dirigentes de su propio partido, concretamente del conseller de Justicia, Germà Gordó, y del propio Xavier Martorell.

En relación con Martorell, este martes los militantes de CDC en Sant Cugat deberán decidir si permiten que continúe como presidente de la federación local o no, tras poner éste sus cargos a disposición del partido.

La sombra se cierne sobre el “entorno” de Sánchez-Camacho

Tras la cantidad de informaciones publicadas sobre el sainete de los espionajes, solo una de sus vertientes se encuentra por ahora en manos de la justicia: las grabaciones presuntamente ilegales de la conversación entre Alicia Sánchez-Camacho y Victoria Álvarez, ex pareja de Jordi Pujol Ferrusola. En sus respectivas declaraciones ante juez de guardia, el director de Método 3, Francisco Marco, y su mano derecha, Elisenda Villena, coincidieron en que el encargo de las escuchas vendría del “entorno” de la misma dirigente del PP catalán. Sánchez-Camacho, así como su formación, se afanaron en negar que ella estuviera al corriente de la grabación ni que nadie en el partido la hubiera solicitado.

Por dependencias judiciales pasaron, también como imputados, Julián Peribáñez y Álex Borreguero, empleados de Método 3 que se habrían encargado de llevar la grabadora. Según el abogado de Borreguero, su cliente creía que Sánchez-Camacho sabía que el almuerzo sería registrado.

Las siglas del PSC y el nombre de José Zaragoza, entre las carpetas de la agencia

El exsecretario de organización del PSC -y ahora diputado en Cortes-, José Zaragoza, tuvo que salir al paso de las informaciones que le señalaban como el inductor de las escuchas a Sánchez-Camacho para desmentirlas, aunque admitió contraros con una empresa del grupo de Método 3 por labores puntuales de “seguridad”. Pero durante los registros en la sede de Método 3 en Barcelona la Policía Nacional encontró una carpeta en la que aparecía el nombre de Zaragoza y las siglas del partido, algo que lleva a pensar a la policía que los encargos fueron más que puntuales. Más aún cuando la asesora jurídica de los socialistas catalanes, Ana Villena, es la hermana de la exjefe de seguridad de la agencia de detectives, la imputada Elisenda Villena.

Además, en las últimas horas, el periódico El Mundo publicó que un diputado del PSC, Jordi Terrades, requirió los servicios de Método 3 para investigar si Felip Puig, Pere Macias y Francesc Xavier Ventura, todos ellos de CiU, pertenecían a una sociedad mercantil. Pere Navarro negó que las vertidas sobre Terrades, pero algunos dirigentes del partido van a pedir más explicaciones al líder del PSC.

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