El Govern acusa a Junts de dañar la imagen en el exterior de Catalunya por la trama rusa
Nueva bronca entre ERC y Junts, ahora a cuenta de la trama rusa del procés. La consellera de Acción Exterior, la republicana Meritxell Serret, ha acusado al partido de Carles Puigdemont de haber dañado la imagen en el exterior de Catalunya por sus contactos con ciudadanos rusos, y ha desvelado que el Govern ha tenido “trabajo” para convencer al resto de países de que la Generalitat “no tiene ningún interés en el Kremlin”.
Así se ha manifestado Serret durante la comparecencia parlamentaria de presentación de los presupuestos de su departamento. La credibilidad que Serret ha otorgado a los contactos rusos del Ejecutivo de Carles Puigdemont ha enervado a Junts. Su portavoz en la comisión de Acción Exterior, Josep Rius, ha considerado “lamentable” que la consellera emplee lo que, a su juicio, son “teorías de la caverna mediática y judicial”.
El rifirrafe parlamentario ha proseguido en las redes sociales. El responsable de Exteriores de Junts, Aleix Sarri, ha acusado a ERC de “haber dado alas durante años” a Tatjiana Zdanoka, a quien ha definido como “la agente rusa que ha trabajado durante años como eurodiputada” en el grupo de los republicanos en el Parlamento Europeo.
Por ahora, la investigación ha desvelado que, en las fechas más críticas del procés, hasta el Palau de la Generalitat acudieron exdiplomáticos y ciudadanos rusos. Este hecho lo han reconocido en sede judicial cargos como Elsa Artadi, una de las personas del núcleo de confianza de Puigdemont en 2017. Artadi, hoy retirada de la política, dijo que no se dio credibilidad a los rusos.
El juez Aguirre va más allá y sospecha que la intención de los rusos era desestabilizar a la UE apoyando el procés, y para ello no solo mantiene abierta sus pesquisas sino que también ha pedido a la Audiencia Nacional si tiene informes policiales sobre la supuesta injerencia rusa. Más allá de su futuro judicial, lo que ya ha logrado el caso es abrir una brecha en el relato de vocación europeísta y atlantista que los partidos independentistas habían insistido en proclamar. Y ahora también ha registrado una nueva bronca entre ERC y Junts.
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