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La Guardia Urbana de Barcelona asegura que el agente que disparó al perro en plena calle lo hizo porque le había mordido

El perro, Sota, muerto de un disparo por un agente de la Guardia Urbana

Pau Rodríguez

La muerte de un perro este martes en plena Gran Vía de Barcelona, disparado por un agente de la Guardia Urbana con su pistola reglamentaria, ha levantado un gran revuelo entre los colectivos animalistas, hasta el punto que la propia alcaldesa, Ada Colau, ha pedido “prudencia” y “confianza” en la investigación que han abierto.

Según la versión policial, el agente disparó al ser atacado y mordido por el animal, que se encontraba junto a su dueño en el acceso al aparcamiento del Hotel Ayre de Gran Vía. Una patrulla del distrito Sants-Montjuïc había decidido identificar al propietario al ver que el perro estaba sin atar y sin bozal, “deambulando solo” y siendo de una raza “potencialmente peligrosa”. En el transcurso de esa identificación, el perro se habría abalanzado sobre el agente y éste le habría disparado.

Al ver que abatían a su perro, el joven dueño agredió al agente con un patinete, siempre según la versión policial, motivo por el cual acabó detenido. La Guardia Urbana concluye de esta forma que el policía actuó “en defensa de su integridad física” y sin tener otra opción. Han asegurado asimismo en su cuenta de Twitter que el agente está ahora de baja médica por contusión en la frente y ruptura dental. Preguntados por si el informe no recoge rastro del mordisco, fuentes municipales precisan que tiene una “erosión en el brazo”.

Algunos testigos presenciales, de los que se han hecho eco partidos como el Pacma y la CUP, describen un encontronazo entre el hombre y los agentes y hablan incluso de algunos golpes cruzados, tras lo cual, según su versión, un agente disparó a la cabeza del perro que no llegó a morderle, sino que ladraba sin cesar. eldiario.es no ha podido contactar directamente con ningún testigo de lo sucedido previo al disparo.

“Al escuchar el tiro me acerqué y sólo vi como los policías reducían con fuerza al chico”, relata David, vecino de la calle Mèxic, que hace esquina con Gran Vía. Bajaba de casa este martes el mediodía cuando se encontró con la escena. Relata como seis policías le redujeron con “mucha contundencia”, incluso llegando a golpear el joven contra un autobús. “Él estaba fuera de si, como lo estaría yo si hubieran matado al mío”, explica este vecino de Sants. Según este testigo, llegaron al cabo de poco varias patrullas más, mientras el perro yacía en la acera junto a un charco de sangre.

El joven y su perro, en un proyecto social

No era la primera vez que este joven se apostaba con su perro en el aparcamiento del hotel. Los vecinos lo veían regularmente, no solo en esa ubicación sino también en la boca del metro de plaza España. “Pedía dinero, a veces vendiendo cosas, como pulseras”, explica Laureano, vecino a dos bloques del hotel.

El joven se llama Tauri y su perro, Sota, según ha relatado en un comunicado la Fundación para el Asesoramiento y Acción en Defensa de los Animales (FAADA), que ha asegurado les conocían al estar evaluando actualmente su vínculo para ver si podía entrar en el programa #MejoresAmigos, pensado para personas que se encuentran sin techo y con un animal de compañía.

Protestas y petición de investigación

La actuación policial ha despertado una ola de indignación entre colectivos animalistas, como la propia FAADA o el partido PACMA, que han convocado protestas en la plaza Sant Jaume y frente al Hotel Ayre, donde han llegado la Gran Vía. Decenas de personas se han congregado al grito de “asesinos”, “justicia para Sota” o “la policía tortura y asesina”. Han puesto también velas en el lugar donde falleció el animal.

Es inadmisible que un ayuntamiento autoproclamado animalista resuelva a tiros los problemas con los animales“, han lamentado desde el PACMA. ”Exigimos explicaciones urgentes que determinen los motivos de esta terrible muerte“, han abundado. Algo parecido ha manifestado la CUP, que pide que haya ”consecuencias“ para el agente que disparó al animal y que la denuncia no se archive ”como acostumbra a pasar con las malas praxis policiales“.

En este aspecto, la Guardia Urbana ha informado que, siguiendo el protocolo siempre que hay uso de armas reglamentarias, se ha abierto una revisión de lo sucedido a cargo de la Unidad de Deontología y de Asuntos Internos (UDAI). Por su parte, también el centro de derechos humanos Irídia ha anunciado que abría una investigación y ha hecho un llamamiento para recabar testimonios.

La alcaldesa se pronuncia y pide prudencia

Al final del día incluso la alcaldesa de Barcelona, Ada Colau, se ha pronunciado sobre unos sucesos que ha calificado de “tristes”. “Lamento la muerte del perro Sota y entiendo la ola de solidaridad”, ha expresado, para luego pedir “prudencia antes de hacer juicios” y pedir “confianza” en la investigación en curso.

Colau ha sucrito la versión policial según la cual el agente actuó en defensa propia y “temiendo por su integridad física”. Acto seguido, ha querido reivindicar que “Barcelona quiere a los animales” y se ha comprometido a revisar los protocolos de intervención con animales para buscar “margen de mejora” en la actuación.

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