“Pere, tienes que decidir si debemos continuar en el partido”
El PSC ha decidido esta mañana aplicar la mínima sanción posible a los cinco diputados que la semana pasada desobedecieron las órdenes de la dirección y, en sesión parlamentaria, no votaron en contra de la declaración de soberanía y del derecho a decidir que habían presentado CiU, ERC e ICV-EUiA. El objetivo era “pasar página”, según ha explicado el portavoz del PSC, Jaume Collboni. Pero la división interna continúa.
La comisión ejecutiva que se ha celebrado esta mañana ha estado muy lejos de encontrar ningún consenso, ni siquiera de acercar posiciones y la fractura del partido parece cada vez más cercana. Un miembro de la ejecutiva ha aprovechado su turno de palabra para acusar de “traidores e inmorales” a los cinco diputados que desobedecieron las órdenes de la dirección y ha habido alguna intervención más en esta línea. Algunos de los acusados de traidores estaban también presentes durante la comisión ejecutiva, por lo que la situación ha sido extremadamente tensa.
El momento más difícil de la reunión ha sido cuando Joan Ignasi Elena, impulsor de Avancem y uno de los cinco diputados que no cumplió la unidad de voto, le preguntó al primer secretario del partido: “Pere, tienes que decidir si debemos continuar en el partido”. Navarro ha respondido que es “una decisión muy personal” y le ha aconsejado que la tome él mismo. Las interpretaciones de este episodio pueden ser diferentes pero queda claro que la tensión no hace más que crecer entre los responsables de dirigir el partido que quiere construir una alternativa al gobierno de Artur Mas. Nada hace pensar que Elena, acompañado por los que le apoyan quiera abandonar el partido en breve e ir por libre, pero episodios como los de esta mañana evidencian que la fractura no para de crecer. Poner la mano en el fuego en favor de la unidad del PSC ahora mismo sería una temeridad.
Las tres almas
Los cinco diputados que con su desobediencia hicieron pública la división interna del partido forman parte del movimiento Avancem que, en líneas generales, reclama más democracia interna, tolerancia cero con la corrupción y el derecho a decidir sin tantas reservas como lo hace la dirección del partido. Un 25% de la comisión ejecutiva del partido forma parte o es cercana a esta corriente, que es crítica con la dirección. Pero existe también una tercera parte de la ejecutiva que apoya a la dirección y al liderazgo de Pere Navarro y que tienen unas posiciones más próximas al PSOE. Finalmente, en la ejecutiva hay también otro grupo que se sitúa en medio de las dos posiciones enfrentadas y que defiende el acuerdo entre todos.
Los próximos a la dirección consideran que el PSC ya ha hecho bastante aceptando que hay que cambiar la Constitución para incluir el derecho a decidir, pero los miembros de Avancem consideran que la modificación de la Carta Magna es imposible y, por este motivo, defienden el derecho a decidir y lo consideran un derecho democrático vinculado a la izquierda. Estas dos posiciones parecen más lejanas cada día que pasa y la posibilidad de fractura interna se acentúa.
La corriente Avancem hace meses que se mueve y algunos de los movimientos que ha protagonizado van en la línea de pedir la unidad de los partidos de izquierda para intentar caminar hacia la creación de un solo partido de progreso que pueda hacer frente a CiU. Repetir la experiencia del tripartito ya no apetece a nadie. Pero esta idea de la fusión de las izquierdas no ha gustado demasiado a la dirección del PSC, que tiene y quiere mantener su cuota de poder. La voluntad inmediata de Avancem no pasa por romper con el PSC, según han repetido en diferentes ocasiones, pero la realidad es que ellos siguen buscando apoyo fuera del partido para crear uno nuevo mientras la tensión crece cada día dentro de su casa. Aunque Avancem no hable de rotura, parece que sus ideas de presente y sus planes de futuro, no pasan por el PSC.