Raimon, 'diguem sí'

Ramon Pelegero Sanchis, de nombre artístico Raimon (1940), viene de un silencio antiguo y muy largo. Un silencio que el cantante supo romper con su música, sus letras, las que adoptó de grandes poetas, y su voz, firme y reivindicativa. Raimon ha sido uno de los cantantes de la libertad. Con Serrat y Llach, ha internacionalizado una lengua catalana antes y a menudo oprimida y ha sabido cantar como los ángeles a Espriu.

Un puñado de canciones de Raimon han dejado de serlo para convertirse en himnos de lucha por la libertad: Al vent, Diguem no, Jo vinc d'un silenci... Al vent, surgida de la experiencia de ir de paquete en un trayecto en moto, abrió fuego en la intensa trayectoria de un setabense que pinchaba discos en la emisora de su ciudad y estudiaba historia. Le descubrió Josep Maria Espinàs, por aquellos tiempos alma de los Setze jutges. Raimon era un cantante diferente a los 'jutges', cantaba alto y reivindicativo, y gustó rápidamente, y hasta hoy no ha dejado de hacerlo.

Con coraje y astucia lucha por las libertades durante los años de represión franquista. La sutileza se convierte en su mejor arma de construcción masiva. Muerto el dictador, Raimon tuvo que luchar entonces contra una transición basada en pilares de anestesia política; él y otros luchadores antifranquistas luchan ahora por no ser arrinconados y lo consigue con bastante éxito y esfuerzo.

Su vocación internacional queda patente con la edición de discos y la celebración de recitales en diferentes países alrededor del mundo. Aparte de los numerosos discos editados en España, hay siete LP y seis CD editados en Francia, dos en Uruguay, uno en Argentina, uno en Bulgaria, uno en Japón y dos en EE.UU. No sólo la prensa catalana y española en general, sino también diarios de prestigio internacional como el New York Times, Le Monde o Frankfurter Allgemeine Zeitung le han dedicado críticas elogiosas.

Su trayectoria ha sido largamente galardonada, y ha recibido, entre muchos otros, el “Gran Prix Francis Carco, Académie Française du Disque” (Paris, 1967), el Premio Ciudad de Barcelona (1982), el Premio Nacional de la música de la Generalidad de Cataluña (1994), el “historial Palmer, Nouvelle Académie du Disque” (Paris, 1994), y la Medalla de Oro de la Generalidad de Cataluña (1997). El año 2000 es nombrado socio de honor de la Asociación de Escritores en Lengua Catalana en reconocimiento como escritor y por su labor de difusión en todo el mundo de los poetas clásicos catalanes, en marzo de 2007 recibe el Premio de Honor de la Academia de Música Española, en octubre de 2012 la Medalla de Oro de la Ciudad de Barcelona, y en marzo de 2014 el Premio de Honor de las Letras Catalanas.

Recientemente, ha sido actualidad. Raimon ha vuelto a decir 'no'. En este caso, un no personal a la independencia. En un país con la sensibilidad a flor de piel, el adverbio negativo ligado a las aspiraciones independentistas levanta más polvo de lo habitual. Decepcionados, aprovechados e incondicionales toman partido ante el anuncio; se le crucifica y defensa a partes iguales. Los decepcionados porque lo hacían independentista, los aprovechados porque quisieran a su causa a pesar de ser conscientes de que no los está, y los incondicionales lo defienden porque respetan su expresión. Y, total, sólo ha sido una opinión que, si algo tiene de reprochable, debe ser la sinceridad. El setabense no ha dicho no a la consulta y, como buen demócrata, acatará la mayoría; sólo ha dicho que él no lo ve bueno por los valencianos, que es de donde es, y por la relación de éstos con Cataluña.

Salvador Espriu reconoció que Raimon ha sido el cantante que mejor ha sabido musicalizar sus poemas. Se dice pronto.