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La 'doctrina Llarena' vuelve a estrellarse en Alemania: ni rebelión y más dudas sobre la malversación

Puigdemont, con Quim Torra en Berlín

Oriol Solé Altimira

Un tribunal del norte de Alemania ha vuelto a propinar un revés al Supremo español. La corte de Schleswig-Holstein ha reiterado este martes la negativa a extraditar por rebelión a Carles Puigdemont y ha denegado que el expresident espere en prisión la resolución de la euro–orden, tal y como pedía la Fiscalía. De nada ha servido que el magistrado Pablo Llarena enviara al ministerio público alemán abundante documentación y dos DVD con 70 vídeos para intentar demostrar la violencia del otoño soberanista.

La resolución de este martes de los jueces alemanes ratifica la negativa a la rebelión del pasado 5 de abril. Lo hace, sin embargo, con más contundencia y más elementos: los informes y vídeos aportados por Llarena, entre los que se encuentran dos grabaciones “muy gráficas”, “crudas” y “muy violentas”, en palabras del magistrado del Supremo. La primera, el forcejeo entre dos mossos y dos guardias civiles para impedir la entrada de los agentes en un colegio el 1-O. La segunda, el momento en que un votante lanza una silla a las piernas de un guardia civil en un punto de votación.

El tribunal alemán desprecia el material aportado por Llarena. “La sala sigue sin ver que la acusación de rebelión se corresponda con el delito de alta traición recogido por el derecho alemán. Las informaciones adicionales sobre hechos concretos no cambian nada”, zanja la resolución de los magistrados alemanes, que rechazan hacer responsable a Puigdemont de las agresiones a los agentes cometidas por terceros.

En este sentido, los jueces descartan incluir en la eventual extradición de Puigdemont cualquier delito relacionado con la alteración del orden público o contra la Constitución. En su último escrito dirigido a la Fiscalía alemana, el juez Llarena había insistido en que la actuación de Puigdemont no era “penalmente irrelevante” en Alemania, y había puesto sobre la mesa de la fiscal hasta cuatro artículos del código penal germano de forma alternativa o adicional a la alta traición. La Fiscalía alemana, que apoya a Llarena, añadió el de atentado contra el orden público. No así los jueces.

Nada ha cambiado, según los togados de Schleswig-Holstein, respecto al mes de abril, por lo que Puigdemont debe seguir en libertad. El expresident salió de la cárcel de Neumünster el pasado 6 de abril tras doce días entre rejas y pagar 75.000 euros. Hasta que no finalice el procedimiento sobre la euro–orden no se le permite abandonar Alemania.

Como nada ha cambiado, el proceso de extradición contra el expresident queda limitado, por el momento, al cargo de malversación de fondos públicos. Los magistrados dejan claro que la extradición por este delito se estudiará, si bien matizan que Llarena ha suministrado un material “contradictorio” sobre la malversación.

El magistrado insistió a principios de mayo en la “fuerza de los indicios” de presunta malversación que aprecia contra Puigdemont, al menos hasta que el ministro de Hacienda, Cristóbal Montoro, explicara sus declaraciones a la prensa sobre la imposibilidad de que los investigados utilizaran dinero público para celebrar el 1-O. En su declaración judicial, Puigdemont esgrimió que el 1-O se pagó con fondos privados.

Lo que sí parece claro es que Llarena no recibirá de Alemania un revés como el belga, es decir, basado en un defecto de forma. En su resolución de este martes, los jueces indican que la euro–orden enviada por el juez español tiene una “base adecuada” para continuar con el estudio de la extradición. La semana pasada, la defensa de Puigdemont había advertido al tribunal alemán del error detectado por las autoridades belgas.

Petición de la Fiscalía

Ahora la pelota vuelve al tejado de la Fiscalía alemana. Los dos meses que marca la normativa comunitaria para el trámite ordinario de la euro–orden están a punto de cumplirse, por lo que el tribunal ha emplazado a que la Fiscalía formule su petición para extraditar a Puigdemont. A esta solicitud se ha agarrado el ministro de Justicia, Rafael Catalá, que ha recordado que no hay una “decisión final” de la justicia alemana sobre la extradición del expresident. Con todo, el procedimiento podría alargarse hasta treinta días más.

En declaraciones a EFE, la portavoz y fiscal primera de Schleswig-Holstein, Wiebke Hoffelner, ha dicho que el ministerio público debe analizar la resolución del tribunal de este martes y que en su nuevo escrito, que se presentará a finales de esta semana o en la próxima, “habrá cambios”. A su vez, la defensa presentará las alegaciones en contra de la extradición. Fuentes jurídicas no han descartado que la Fiscalía pida por tercera vez la entrega por rebelión.

Este miércoles se cumplirán dos meses del envío de las peticiones de extradición contra Carles Puigdemont (Alemania); Lluís Puig, Toni Comín y Meritxell Serret (Bélgica); Marta Rovira (Suiza); y Clara Ponsatí (Escocia). El balance, por el momento, es claramente negativo para los objetivos del juez Llarena: además del revés alemán, Bélgica ha rechazado entregar a los tres exconsellers por un error formal del magistrado en la euro–orden. De Suiza no hay noticias. La suerte de la extradición escocesa se decidirá en una vista en agosto.

Este mismo martes, antes de conocerse la resolución alemana, el magistrado ha denegado la libertad provisional de Josep Rull y Jordi Turull para tomar posesión como consellers. Ha insistido, además, en que los malos resultados cosechados con las euro–órdenes perjudican a los dirigentes presos, pues de volver a ser libres su riesgo de fuga aumentaría. En España Llarena continúa exprimiendo su propia doctrina.

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