El testamento del padre de Jordi Pujol no resuelve el misterio de la herencia en negro
Cinco meses ha tardado en llegar el documento notarial de la herencia que legó Florenci Pujol a sus hijos Jordi y Maria, después de que lo reclamara la magistrada del juzgado de instrucción número 31 de Barcelona. Lo hizo en el marco de las diligencias abiertas contra el ex-presidente de la Generalitat, después de que confesara el 25 de julio pasado que durante 34 años -entre 1980 y 2014- había tenido dinero oculto a Hacienda fuera de España.
Los abogados de Jordi Pujol -Cristóbal Martillo y Albert Carrillo- han aportado este testamento finalmente pero no resuelve las incógnitas sobre el origen del dinero que el ex-presidente reconoció haber ocultado en el extranjero. De hecho, en el comunicado que hizo público Pujol el 25 de julio ya explicaba que ese dinero no constaba en el testamento legal de su padre: “Mi padre Florenci Pujol Brugat dispuso como última voluntad específica que un dinero ubicado en el extranjero --diferente a lo incorporado en su testamento-, rendimiento de una actividad económica de la que ya se ha escrito y comentado, y que no estaba regularizado en el momento de su muerte, en septiembre de 1980, fuera destinado a mis siete hijos y mi esposa ”.
La herencia oficial confirma las palabras de Pujol. Lo que el expresident no ha hecho todavía es aclarar el origen, la cantidad, el gestor y el recorrido hecho por el dinero depositado por su padre en el extranjero. Tendrá ocasión de explicarlo en la declaración como imputado que tendrá que hacer el próximo 27 de enero ante la juez. Su defensa ha recurrido la imputación de Pujol, su esposa y tres de sus hijos porque considera que la regularización del dinero que tenían en Andorra Marta Ferrusola y estos hijos se hizo correctamente, que no se han incrementado en los últimos años y que, en España, enriquecerse no es delito.
En el testamento de Florenci Pujol consta que lega a su hijo Jordi una casa de Premià de Mar, valorada en tres millones de pesetas, y acciones de Banca Catalana y la empresa Cedat, valoradas en algo más de 13 millones de pesetas. Maria Pujol, la hermana del ex-presidente, recibió en esta herencia las mismas cantidades que él. Cedat parece que es una entidad financiera, posiblemente vinculada a Banca Catalana.
Esta versión daría credibilidad a la sorpresa manifestada por María Pujol y su marido, Francesc Cabana, ex-secretario de Banca Catalana, cuando manifestaron que no tenían ninguna información sobre una posible herencia de Florenci Pujol depositada en el extranjero.
Era, por tanto, una “herencia en negro”, que ahora tanto la jueza como los diputados que forman parte de la Comisión que investiga el caso Pujol en el Parlament de Catalunya intentarán aclarar. A pesar de la predisposición que manifestó en el comunicado que hizo Jordi Pujol el 25 de julio a dar explicaciones ante las autoridades judiciales y tributarias parece que, de momento, no está dispuesto a arrojar luz sobre el legado no oficial de su padre.