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Elcogás o los seis meses de futuro industrial para Ciudad Real

Gráfica Elcogas

Hilario López - El Crisol de Ciudad Real

La gráfica puede parecer una quimera pero para los entendidos muestra una de las contradicciones que surgen en torno al conflicto de Elcogás. Es la imagen del momento concreto en el que los trabajadores de la empres energética empezaron a respirar tranquilos. Tras siete meses de parón la industria de Puertollano volvía a producir energía. El tiempo en el que temían por el futuro de la producción de electricidad en base a la quema de gas y carbón en la localidad minera terminaba.

El 16 de junio pasado, la felicidad de estos trabajadores se convirtió en desesperanza. Elcogás anunciaba que su Consejo de Administración había decidido iniciar el proceso de cierre de actividad, ante la ausencia de previsiones energéticas para los próximos años. Así en mes y medio, los 300 trabajadores que conforman el complejo de Elcogás pasaron de la tranquilidad a la “angustia”, al ver como no sólo su puesto de trabajo peligraba sino el futuro industrial de la provincia.

Y es que el cierre de Elcogás no es el cierre de una empresa más en la provincia sino el inicio de un terremoto que llegará primero a Encasur, principal suministrador de un carbón cuyo valor energético solo puede ser aprovechado por centrales como esta, de última generación; para Repsol, porque Elcogás gestiona parte de sus residuos de forma gratuita; al comercio de la localidad de Puertollano, por los puesto de trabajos perdidos; y finalmente a toda la provincia y la comarca, donde los 300 trabajadores afectados de forma directa por el cierre de Elcogás se convertirán en 1.000 puestos de trabajos perdidos de forma indirecta.

El cierre minero y el cierre industrial ya tuvieron su punto de inflexión en una comarca de la provincia de Ciudad Real, Almadén, y sus ecos aún resuenan en una de las zonas más deprimidas de España. No es que Puertollano sea Almadén, pero el cierre continuado de empresas lleva a parecerse cada vez más. Los parecidos los explica Jesús Crespo, trabajador de Elcogas y responsable de Política Industrial de CCOO-Industria CLM, que muestra como la población empieza a descender mientras que el porcentaje de personas que vive en base a jubilaciones y prejubilaciones sigue de manera ascendente. Las diferencias también las muestra Crespo, en Puertollano nadie va a venir a decir que se acabó el petróleo, como ocurrió en Almadén donde una normativa prohibió primero extraer el mercurio, luego venderlo y ahora ya sólo les queda como mucho almacenar los residuos.

En el caso de Puertollano era el carbón el que inició su declive y tras él llegaron unas industrias energéticas que poco a poco fueron fracasando. Primero Solaria, luego Silicio y ahora la empresa que abrió la puerta al uso del carbón para producir energía cumpliendo la normativa de emisiones medio ambientales. “Aquí había un crecimiento que tenía que ser sostenido”, explica Crespo, preguntado por el fracaso de las industrias que iban a salvar a Puertollano del paro minero. Así se va generando una industria que en solo tres años ya cubría el 100% de las concesiones energéticas. Pero, la crisis dio al traste con las previsiones de consumo energético de España y lo que se pensaba iban a ser años de crecimiento de consumo de energías limpias se convierte en un periodo de caída de la demanda.

Un vaivén que supone que el empleo que en cinco años se había generado en Puertollano, unos 2.000 puestos de trabajo, con base a este tipo de energías desaparezca en apenas dos años. “Se han incumplido todas las promesas”, comenta un trabajador de la empresa, al principio se dieron unos cupos de producción energética, se decía a cada empresa cuanta energía podía meter en la red y que las eléctricas les pagaran. Los últimos, eran la normativa para el año 2010-2014, que ya en 2012, solo permitieron la entrada del 60% de la energía prevista para Elcogás, el resto, fueron pérdidas en las hojas de previsiones.

Para entender el cierre de la empresa hay que entender esta distribución de la producción de electricidad en España. El Gobierno plantea un marco energético y concede a industrias productoras en base a carbón, a eólicas, a solares,… un porcentaje de la producción. Elcogás entra dentro de las de carbón nacional con un 13% para esos cuatro años, pero luego deja sin regular el resto de proceso y en años como este, con un invierno de mucho viento ha supuesto que hasta mayo las eléctricas no hayan solicitado que se comience a quemar carbón para producir energía. Por lo tanto 2014 es otro año más, y van tres, en el que Elcogás ha solicitado gas y carbón que realmente no necesita a sus proveedores. Así, sus dueños mantienen una central que apenas se utilizan pese a los compromisos del Ministerio de Industria que le otorgaban una previsiones de utilización.

Este marco regulador de producción de energía concluye en 2014 y el 31 de diciembre es la fecha que la empresa anuncia para su cierre. Un dato que se puede prever como un hecho real o como una medida de presión de Elcogás hacia eléctricas y Ministerio para que se sienten a hablar sobre cuál es el futuro de las centrales eléctricas que funcionan con carbón español.

En medio de este conflicto se sitúan los trabajadores que ven como en seis meses pueden perder su puesto de trabajo. Ellos, explican, han visto crecer una industria que aportaba uno de los empleos más estables y de mayor cualificación en la provincia. Su trabajo consistía en coger una inversión de unos 100 millones de euros y demostrar que en un periodo de tiempo se podía producir energía limpia en base a un ‘recurso sucio’, el carbón. El objetivo se cumplió hace varios años y ahora Estados Unidos y, sobre todo, China han copiado el sistema para su modelo energético, mientras aquí la empresa pionera se plantea echar el cierre.

“Se contrató joven como es lógico en una empresa”, comenta un ciudadrealeño que trabaja en la empresa, para indicar que ahora las 300 personas que pueden perder su trabajo se encuadran en la horquilla “entre 40 y los 55 años, la media de edad supera los 46 en Elcogás”. Los trabajadores de Elcogás son, por tanto, demasiado jóvenes para “pensar en la jubilación” y demasiado mayores “para un mercado de trabajo” que no quiere a este tipo de empleados.

Un panorama que muestra que el 16 de junio llegaba la angustia de quien está aún “metido en gastos” del piso que muchos se compraron cuando acudieron a la llamada de este proyecto pionero a principios de los 90. Se mira al extranjero por si llega lo peor mientras les dicen a sus hijos que al igual que ellos emigraron ellos tienen que buscar su futuro en cualquier espacio de España.

“Lo único que te planteas es cómo me quito de encima la angustia que siento. No puedo resolverlo yo solo con mi actuación y nosotros además aunque nos juntemos somos cuatro gatos”, comenta este empleado, mientras mira hacia el resto de la provincia y de la comarca y pide su implicación. Los trabajadores de Puertollano “no sólo residen en Puertollano”, por lo que cualquier empresa que cierre será un eco que llegará a toda la comarca primero y luego a toda la provincia de Ciudad Real.

Esa “angustia” de la que habla se muestra en una campaña iniciada en Puertollano con los carteles que hoy plagan la ciudad bajo el lema ‘No al cierre de Elcogás’, en la manifestación del próximo día 10 de julio y en las llamadas a que lo que se pierde no es una empresa más sino la industria de la provincia. Antes de la crisis el paro industrial suponía apenas 3.000 personas en la provincia, ahora ronda las 7.000 personas, lo que muestra que con independencia de la construcción o la agricultura, buena parte del crecimiento del desempleo parte de estos cierres continuados en industrias. “Por cada empleo generado en la industria se generan otras tres de forma indirecta”, recuerda Crespo.

“Es un callejón sin salida en el que te has encerrado con tu futuro, te hacías tus planes de vida y….”, explica otro trabajador de la empresa, mientras hace llamadas a que esta semana la provincia entera dirija sus ojos hacia la localidad minera y se plantee que también su futuro está en juego con el cierre de Elcogás.

“Trabajamos para que el anuncio de cierre sea reversible”. “Solo pedimos al Ministerio de Industria que nos deje producir en unas instalaciones que ya están pagadas y construidas”. “Hay que reflexionar si una ciudad con un 23% de su población activa es sostenible”. “¿Queremos que Puertollano deje de ser un pueblo de trabajo, en el que la gente de fuera veníamos a trabajar a una ciudad industrial?”. “Ese cambio es muy difícil de asumir”. Son sentencias que se repiten estos días.

“El futuro nuestro es pelear en Puertollano, en Ciudad Real, en Tomelloso, en Alcázar, pelear con los políticos, que hemos elegido todos”, es una de las pocas frases de optimismo de la conversación con los empleados de Elcogás. Concluyen que se trata de pedir que la Administración no autorice el cierre de Elcogás, se trata deproducción eléctrica, y depende del Ministerio de Industria el que se permita o no el cierre de esta planta.

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