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Blasco se escuda en los técnicos y la tradición para desmarcarse de la Gürtel

Rafael Blasco, en el Tribunal Superior de Justicia de la Comunitat Valenciana.

Voro Maroto

Rafael Blasco, el factótum del PP encarcelado por el robo de ayudas al tercer mundo, se ha escudado en la tradición y el papel de técnicos y funcionarios para eludir cualquier responsabilidad en la decisión de la Conselleria de Territorio de contratar a varias empresas de la trama Gürtel en 2005.

Blasco ha declarado como testigo en el juicio por el caso Gürtel que se celebra en el Tribunal Superior de Justicia de la Comunitat Valenciana, centrado en las contratación de varias empresas de la trama para montar los pabellones de la Generalitat en Fitur, la Feria Internacional de Turismo de Madrid.

Lo ha hecho por su antigua condición de Conseller de Territorio, durante poco más de 20 minutos, con aplomo y sin signos de desgaste por los casi seis meses que lleva en prisión. En sus contestaciones a las acusaciones, ha negado cualquier relación con personas o empresas de la trama. También ha asegurado que desconocía cualquier aspecto relacionado con Fitur. “Todas las administraciones participaban habitualmente allí y supongo que se hacía lo de todos los años. Fitur era una especie de tradición, como el día de las Fuerzas Armadas o de Raimundo de Peñafort”. 

En 2005, la Conselleria de Territorio contrató con hasta cinco empresas de la Gürtel la instalación de un pabellón de 18 metros cuadrados en Fitur. Todos los contratos menos uno rozaban los 12.000 euros, cifra por debajo de la cual la administración no estaba obligaba a adjudicar los encargos vía concurso público. La Fiscalía cree que los contratos se trocearon para incumplir la ley y que las empresas que facturaban eran meras tapaderas de Orange Market, la nodriza de la Gürtel en Valencia.

Una subordinada de Blasco también en prisión por el caso cooperación, Tina Sanjuán, era quién ordenaba el pago de las facturas. Así lo reconoció ésta en el juicio, aunque negó colaboracion alguna con Francisco Correa, Álvaro Pérez, alias 'el Bigotes', o cualquier otro miembro de la Gürtel. De hecho, atribuyó a Blasco la contratación de la trama. Ni conocía a las empresas ni sabía del trabajo que hicieron en Fitur, asegura. “Me limitaba a ordenar el pago de las facturas giradas por los correspondientes departamentos y el gabinete técnico-jurídico, que las tramitaban, normalmente, cuando los trabajos estaban hechos”, 'conformes' en la jerga administrativa.

Sanjuán, preguntada por quién ordenaba la contratacion de Orange Market y otras empresas de la Gürtel, fue clara. “Era una decisión política” tomada por “el gabinete del conseller”, Rafael Blasco. La Conselleria de Territorio participó en Fitur pese a que la Agencia Valenciana de Turismo y otros departamentos de la Generalitat ya tenían presencia en la feria. Blasco se ha desmarcado de las afirmaciones de su exsubordinada.

Juicio a los contratos millonarios de 'El Bigotes' en Fitur

El juicio en el que ha participado Sanjuán dilucidará si varios exaltos cargos del PP -Milagrosa Martínez y Angélica Such, exconsejeras de Turismo, entre otros- cometieron prevaricación, malversación de caudales públicos y cohecho. La fiscalía considera probado que la Generalitat adjudicó a Orange Market, una empresa de la trama, los trabajos del pabellón valenciano en Fitur a pesar de la falta de experiencia de la compañía, de sus precios, casi siempre lo más caros, y de que la justificación de los trabajos se hacía alegando tareas no hechas o directamente con facturas falsas. Orange Market facturó 5 millones de euros solo con sus encargos para Fitur.

Los hechos juzgados ocurrieron entre 2005 y 2009. El juicio comenzó en junio de 2015 y se prolongará, al menos, hasta febrero de 2016.

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