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Cinco años después de la llegada del 'Aquarius' a Valencia: un proyecto fotográfico e inmersivo centrado en los supervivientes

Visitante probando una demostración del juego inmersivo.

Leila El Moudni Guerrero

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La Universitat Politècnica de València (UPV) y la Asociación “Aquarius Supervivientes” presentan la exposición fotográfica e inmersiva “Desenfocadas: historias de migración y refugio”, basada en la migración en la ciudad de Valencia y en cómo ha cambiado la vida de las 629 personas que sobrevivieron al rescate y la travesía posterior en el buque hace cinco años.

El proyecto, situado en la planta baja de la Biblioteca Central, está dividido en dos bloques: una parte con más de 50 imágenes elaboradas por una veintena de fotoperiodistas destacados a nivel nacional y autonómico en la que se ilustra la asociación; las políticas migratorias de la Unión Europea; y el recorrido que deben realizar para lograr sus derechos y necesidades básicas en el territorio español.

En la segunda parte de la exposición, los visitantes, a través de unas gafas de realidad virtual, podrán adentrarse en una especie de juego inmersivo llamado Cinco años después en el que se simula la llegada de los rescatados. Mediante un QR disponible en los pilares de la sala se podrá reservar día y hora para usar una de las cinco gafas durante los 45 minutos que dura la versión completa del documental.

La exhibición gratuita estará disponible desde el 14 de febrero hasta el 2 de marzo de 2024 para todo el público. Además, el 29 de febrero tendrá lugar una mesa redonda con ponencias como Moses Von Kallon, presidente de la asociación; Boutaina El Hadri, directora de la Escuela de Ciudadanía y secretaria general del Movimiento Fuerza Migrante; Kassim Dambele, presidente de la asociación Nourdine; y Lorena Tortosa, miembro de la dirección ejecutiva de la Unió de Periodistes Valencians.

Frenando los estigmas

Fernando Canet, catedrático de Comunicación Audiovisual y Publicidad en la UPV, condujo la introducción del proyecto y subrayó la complejidad y controversia en la que se ve sumida la inmigración cuando se muestra “como algo negativo”.

“Hemos querido presentar una narrativa alternativa a esas visiones estereotipadas y sesgadas. Por ello, el epicentro escogido ha sido el caso 'Aquarius', que nos ha permitido aproximarnos a la migración, y en particular, a la de Valencia”, concretó Canet.

En palabras de Lorena Tortosa, los discursos innovadores son un símbolo que permite traspasar fronteras “para generar mayor empatía con una realidad que muchas veces es desconocida, pero que la tenemos en la puerta de casa y conocemos a mucha gente en esta situación”.

El catedrático también agradeció a Mila Font, delegada de Médicos Sin Fronteras de la Comunitat Valenciana, Cataluña, Murcia y Baleares, quien le suscitó la idea y le puso en contacto con los miembros de la organización del buque que protagonizó el rescate y arribó tras días de travesía al Puerto de Valencia.

“La situación va cada vez a peor. El número de muertes en el Mediterráneo continúa siendo elevado y las medidas que se toman desde Europa limitan que las personas puedan llegar vivas a otro país. Este tema es clave para mostrar la otra cara de las personas migrantes que no se suele representar”, declaró Font.

Moses Von Kallon, uno de los testimonios del barco, también estuvo presente durante el acto de inauguración: “Este proyecto es muy importante, tanto como el apoyo de la ciudadanía para que nos ayuden a trasladar lejos nuestro mensaje y conseguir una vida digna”.

Más allá de los contenidos emergentes, la exhibición brindaba a los presentes un cómic, ilustrado por Carlos Vallés, bajo el nombre ¿Por qué España? en el que se muestra el día a día de los supervivientes y la constante batalla para lograr unos derechos humanos básicos.

El proyecto ha tenido la colaboración de Médicos sin Fronteras, Comisión Española de Ayuda al Refugiado (CEAR), CESÁfrica, Espai Obert El Marítim, Escuela de Ciudadanía, Movimiento Fuerza Migrante y Jovesólides, así como del área de cooperación y área de acción social de la Universitat Politécnica.

Formalización de una idea disidente

Canet, uno de los impulsores del documental, reconoce que le encantaría que la exposición “cruzase fronteras” y tuviera un impacto en otros sitios nacionales e internacionales: “Lo que más deseo es que los resultados de la investigación sean publicados en revistas internacionales y sean visibles más allá de este territorio”.

“Nuestro propósito ha sido mostrar dos realidades: una en la que se visibiliza a las personas que ayudan a integrarse a aquellos que vienen de fuera, y otra en la que aparecen casos de superación que han logrado regularizar su situación y que tienen un trabajo. El documental sirve para explicar que la inclusión es posible, que no es una utopía y que existe gente que brinda su apoyo a las personas en estas situaciones”, afirma.

Con ello, agradece las subvenciones para grupos de investigación consolidados (AICO) de la Generalitat Valenciana con las que han podido lograr el “equipamiento necesario para la creación y consumo de estos contenidos inmersivos, y la contratación de un técnico superior que ha sido crucial en la creación del documental”, explica el catedrático.

“El proyecto se ha realizado en tres años. La primera parte de análisis de ejemplos, y la segunda dedicada a la creación mediante grabaciones tradicionales, de 360 grados, con sensores de fotometría... Esta la elaboramos durante el mes de julio y septiembre de 2023. La parte final, de septiembre a enero de 2024, se ha usado para hacer el montaje post-producción de las tres versiones realizadas del mismo material: la versión tradicional, la semiinmersiva y la más inmersiva”.

Salomé Cuesta, vicerrectora de Arte, Ciencia, Tecnología y Sociedad, afirma que desarrollan exposiciones en el Área de Acción Cultural desde 2021: “Desde un modo interseccional y a través de la cultura, coordinamos iniciativas relacionadas con la igualdad, la diversidad y retos sociales a los que tenemos que hacer frente. La combinación de la innovación, lo social y lo tecnológico forman parte de nuestro ADN”.

Historia de supervivencia

Bajo la operación “Esperanza del Mediterráneo”, 629 personas procedentes de Libia fueron rescatadas en seis operaciones y trasladadas al buque “Aquarius” con la colaboración de Sos Méditerranée y de Médicos sin Fronteras. Los gobiernos de Italia y Malta se negaron a acoger a los migrantes en sus puertos, lo que provocó que la travesía durase ocho días hasta que el Gobierno español se posicionó y decidió que el barco finalmente atracase el 17 de junio de 2018 en Valencia.

La asociación “Aquarius Supervivientes” se creó en 2019 con el propósito de proteger los derechos y la dignidad de todas las personas refugiadas y migrantes del territorio español. Tal y como aparece en su página web, “Aquarius es sinónimo de esperanza y refugio, pero también representa el fracaso de la política migratoria europea y el incumplimiento del compromiso de regularización adquirido por parte del Gobierno español durante la acogida”.

Von Kallon, fundador de esta organización, admite que cuando le comunicaron la idea, no tenía percepción de un proyecto de ese calibre: “Cuando me lo explicaron con más detalle me interesó mucho porque pensé que sería necesario para sensibilizar y aproximar a los jóvenes a la inmigración y mostrarlo en los colegios”.

Según declaraciones del superviviente, durante los cinco años que ha residido en Valencia, ha tenido que vivir situaciones complicadas: “El idioma es una de las barreras porque mi lengua natal es el inglés. Me ha costado mucho aprenderlo. Es necesario dominarlo para conseguir trabajo, para comunicarse. Para nosotros los anglohablantes es más complicado porque el vocabulario no se parece en nada”.

El presidente de la asociación lamenta que su título universitario en Economía no le sirva en España, y declara que ha tenido que recurrir a trabajos como el campo, la construcción o la carnicería para pagar sus impuestos y sobrevivir. “La parte más dura ha sido la integración cuando te sientes racializado a la hora de entrar a un servicio público y las personas empiezan a mirar tu color de piel o a apartarse creyendo que eres un ladrón. Tampoco es fácil socializar y tener amigos porque la gente tiene prejuicios establecidos. Ha sido duro, pero ahora estoy bien”, confiesa.

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