El Consorcio paraliza su liquidación para mantener durante un año la gestión de la Marina de València

El alcalde de València, Joan Ribó, ha señalado este viernes como objetivo fundamental a preservar, a la hora de definir la fórmula para la gestión de la Marina de València, “la protección y la estabilidad de los puestos de trabajo, y la continuidad en la actividad económica y de innovación” en este punto urbano.

Ribó ha realizado estas manifestaciones al término de la sesión ordinaria del Consejo de Administración de la Autoridad Portuaria de València, en la que ha participado. El alcalde se ha manifestado favorable a una gestión compartida de la Marina entre el Ayuntamiento, la Generalitat y el Gobierno del Estado.

De hecho, ha anunciado Ribó, el Consejo se reunirá de nuevo el próximo 29 de diciembre para tratar, precisamente, sobre la solución provisional a la continuidad de la actividad y la gestión del Consorcio de la Marina. “La idea en la que estamos trabajando con el Ministerio de Transportes –ha explicado Ribó ante los medios de comunicación a la salida de la reunión- es la prolongación del funcionamiento del Consorcio por un año, de manera que se garantice la continuidad de la gestión”.

Para ello, se está en negociación con la Secretaría de Estado de Transportes, Movilidad y Agenda Urbana del Ministerio y, tal como ha añadido el alcalde, “será una salida provisional de un año mientras buscamos una solución definitiva”. A preguntas de los periodistas, el alcalde de València se ha mostrado partidario de una gestión participada a tres entre el Ayuntamiento, la Generalitat y el Ministerio (Puertos del Estado o la Autoridad Portuaria).

El pasado mes de mayo, el Consejo Rector del Consorcio Valencia 2007 aprobó la disolución del organismo, tal como exigían sus estatutos, tras la salida del Estado de la entidad en enero de 2019. Pero, en la práctica, esta solución de prórroga supone paralizar el proceso de liquidación del Consorcio Valencia 2007, la entidad encargada de coordinar la actividad de la Marina, lo que permitirá mantenerla en funcionamiento con una gestión unitaria, y garantizar la seguridad jurídica de todos los empleados, así como de las entidades concesionarias y las empresas hasta que se constituya un nuevo órgano gestor. El alcalde ha recordado que la Marina de València tiene “tres grandes funciones: la innovación y el emprendimiento; el apartado lúdico, y el ámbito de los deportes, es decir, que se trata de un campo de acción muy importante y por eso queremos buscar una gestión colectiva”.

Espacios y usos portuarios

Por otra parte, la sesión del Consejo de Administración de la Autoridad Portuaria ha concitado la unanimidad de todos los miembros de este órgano, salvo en el punto 8 del orden del día, referido a la ampliación de la delimitación de espacios y usos portuarios, que afectan a la ampliación Norte, y en el cual el alcalde de València se ha abstenido, en coherencia con su voto contrario al proyecto de ampliación, aprobado en la sesión del pasado día 2.

Precisamente, tres días después, el 5 de diciembre pasado, el Tribunal Superior de Justicia de Madrid dictó un auto de suspensión cautelar de la resolución del Ministerio de Transición Ecológica (MITECO) del mes de marzo por la que se permitía a la Autoridad Portuaria decidir por sí sola sobre la necesidad o no de una nueva Declaración de Impacto Ambiental, DIA para llevar a cabo la citada ampliación portuaria.

Tal como el propio alcalde manifestó en la anterior reunión del Consejo, “no se ha hecho todo lo necesario en este caso, ni en términos jurídicos, ni en el desarrollo de las actuaciones de mejora que estaban previstas, ni en la actualización de los estudios y previsiones sobre las implicaciones del proyecto”. De ahí, su posición contraria y su advertencia de que “quien hace el proyecto no hace la declaración, es algo absolutamente irregular”; y por eso advirtió de las “consecuencias a nivel jurídico de todo ello”.