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Fabra se aferra al núcleo duro del PP para asegurarse la candidatura

Alberto Fabra busca su proclamación como candidato del PP

Toni Cuquerella

VALENCIA —

Alberto Fabra no tiene todavía garantizada su candidatura para presentarse por primera vez a President de la Generalitat, y en un partido como el PP donde las decisiones se toman en Madrid, si no eres un líder carismático imprescindible (y Fabra no lo es), entonces te tienes que ganar su favor.

Y en ello está Alberto Fabra, como se ha visto después de defender la reforma de la Ley del Aborto, que sólo se defiende activamente desde el núcleo duro del PP y desde el gobierno central, rechazando el President posicionamientos críticos y versos sueltos como el del presidente extremeño José Antonio Monago.

Fabra ha apelado al orgullo del militante y votante del PP reprochando a Monago su falta de “lealtad, compromiso y defensa de los valores” del partido y del gobierno de Rajoy, y ha sugerido que Monago, que gobierna en minoría con la complacencia de IU en Extremadura, pretende “quedar bien con otros que, a lo mejor están apoyando su gobierno, no con quienes les están votando”.

Pese a que el presidente gallego, Alberto Nuñez Feijóo, también ha mostrado sus reservas respecto a la modificación de dicha ley, con la mayoría absoluta en Galicia, un terreno muy consolidado para la derecha, Fabra ha preferido cargar contra Monago que tiene una situación más delicada, y no es la primera vez que lo hace.

Ambos presidentes ya tuvieron sus roces a cuenta de la reivindicación de Fabra de una mejora de la financiación autonómica, así Monago cargaba contra la propuesta del valenciano porque entiende que va contra el principio de “solidaridad” de las comunidades. Por el contrario el extremeño sí que ha reivindicado que se pague a su comunidad la deuda histórica que afirma que se ha acumulado, mientras que Fabra, pese a tener diversos informes que cifran la deuda histórica con el País Valenciano en 13.000 millones de euros, ésta no aparece en las reclamaciones del President.

Así la principal lucha de Alberto Fabra es la que le permite el gobierno central, la modificación de la financiación, imprescindible para no llegar como cadáver político en 2015 a las elecciones valencianas. No obstante el ministro de Hacienda no tiene prisa y quiere seguir sus tempos, mientras que la desazón de Fabra cada vez es mayor en este tema.

Tripartitos

Con la respuesta que Alberto Fabra ha sacudido a Monago acusándole de plegarse a IU también hay una segunda lectura, la de aparentar no contemplar todavía la necesidad de pactos en la Comunitat Valenciana. Pese a que todas las encuestas apuntan en la misma dirección, el PP perderá la mayoría absoluta, Fabra se agarra al clavo ardiendo del orgullo del partido al que pertenece y espera revalidar la mayoría suficiente para gobernar en solitario, pero el ‘fantasma’ del tripartito de derechas PP-UPyD-Ciudadanos cada vez toma más cuerpo respecto al demonizado por los ‘populares’ de PSPV-Compromís-EU.

Pero todos estos guiños al núcleo duro del PP parece que no han sido todavía suficientes. Hace dos meses la número 2 del PP, María Dolores de Cospedal, rechazaba otorgar ya la plaza de candidato a Fabra. Mientras tanto, dentro del gobierno central, la única cuota valenciana, el ministro de Exteriores, José Manuel García Margallo, parece simpatizar por la candidatura del President, y muchos militantes de base miran de reojo la posibilidad de la candidatura de Alfonso Rus. Alberto Fabra de este modo escenifica un giro a la centralización y la unidad ideológica dentro del PP como una apuesta al todo o nada en su carrera a la candidatura.

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