Castellón almacenó más de 61.600 libros en dependencias municipales durante el gobierno del PP
Cuando el Ayuntamiento de Castellón denunció hace 15 días la desaparición de 54 piezas de arte de la etapa del Partido Popular al frente del gobierno local, la concejala de Cultura, Verònica Ruiz, sabía que el sorprendente descubrimiento no era más que la punta del iceberg. Simplemente había que repetir el inventariado en otras áreas de patrimonio para encontrar nuevas anomalías. Y así ha sucedido. Dos semanas después de aquel impactante hallazgo, ahora se ha conocido que más de 61.600 libros, publciados por el propio ayuntamiento o patrocinados por él, acumulan polvo y humedad en las dependencias municipales desde hace décadas. Algunos ejemplares, incluso, se encuentran en estado de descomposición, como ocurre con la publicación titulada Obres completes, de Bernat Artola. Otros están completamente olvidados en cajones de naranjas. Es el caso de la obra El Pintor Castell, de Antonio José Gascó, cronista oficial de la ciudad.
Ruiz calcula que los volúmenes abandonados tienen un valor superior a los 700.000 euros, cantidad que el Ayuntamiento habría comenzado a recuperar desde 2012 si el anterior equipo de gobierno hubiera aplicado la ordenanza que regula la venta de libros. Más complejo habría sido dar una salida a los 4.693 CD de música amontonados en estanterías y cuya puesta en el mercado no está regulada.
Por ello, la concejalía que controla Compromís ya está trabajando en una nueva normativa, que permita poner a disposición del ciudadano tanto las obras literarias del catálogo municipal como los discos compactos. Además de establecerse unas tarifas de partida, se habilitará un sistema en la página web del Ayuntamiento que facilitará la compra a través de internet y desde cualquier rincón del mundo.
El vicealcalde de Castellón, Enric Nomdedéu, vaticina que habrá más novedades sobre el patrimonio municipal. “Me preocupa que esto no se ha acabado”, advierte. Y es que la falta de criterio a la hora de subvencionar las publicaciones era una constante con los gobiernos del PP, según explica el propio Nomdedéu. “¿Qué tipo de gestión patrimonial se hacía? Se editaban libros que no formaban parte de la colección municipal. No se les daba ningún tipo de salida. ¿Qué editorial los hacía? ¿A cambio de qué? Por lo que hemos descubierto hasta ahora, esto da miedo”, sentencia.