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Arcadi España: “El Puerto de València no puede estar de espaldas a la ciudad ni la ciudad de espaldas al Puerto”

El conseller de Política Territorial, Arcadi España.

Laura Martínez / Carlos Navarro Castelló

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Arcadi España (Carcaixent, 1974) fue nombrado conseller de Política Territorial, Obras Públicas y Movilidad de la Generalitat Valenciana tras la segunda victoria electoral de la izquierda firmante del Pacte del Botànic. El economista, hombre de máxima confianza del presidente del Consell, mantiene la discreción de su etapa a la sombra del dirigentes -fue su jefe de Gabinete en la pasada legislatura y ya lo había sido en el PSPV-, pese al peso político de su departamento.

El conseller tiene sobre la mesa el reto de reordenar el territorio valenciano, de deshacer embrollos anteriores y sentar las bases de una planificación urbanística y territorial que unifique el trencadís en el que se han convertido algunas zonas.

Empecemos por la primer apellido de la conselleria: la Política Territorial. La Comunitat Valenciana lleva años sin planificación territorial, urbanística o metropolitana. ¿El Gobierno de Botánico, qué línea está llevando estos años?

Ya se empezó la pasada legislatura con los planes de acción territorial: el de L'Horta, el Pativel... Son planes fundamentales para proteger el litoral y para ordenar las zonas que necesitan una planificación supraterritorial. Ahora estamos avanzando en planificar de forma supramunicipal Castellón, las comarcas centrales y la Vega Baja; son instrumentos que nos permiten evitar que el crecimiento urbanístico se haga solo desde la perspectiva municipal y no territorial.

Esa perspectiva municipal ha dado pie a aberraciones urbanísticas.

Faltaba visión global. Las fronteras administrativas no son siempre las de los vecinos, lo que haga un término municipal influye también en el término vecino. Faltaba la perspectiva global desde todos los puntos de vista. El crecimiento no es solo una cuestión urbanística, es también de paisaje, de movilidad, de sostenibilidad. Esa integración de todas las visiones es la que debe marcar el crecimiento. Antes parecía que el crecimiento solo era ver si en el suelo se podían construir o no más o menos viviendas. El debate ahora es más complejo: si se puede construir, si hay riesgo de inundabilidad, si está la movilidad contemplada en la zona y en su área de influencia.

El presidente de la Generalitat hablaba en las Corts Valencianes de dar un impulso a la agenda metropolitana valenciana. ¿En qué situación está?

Encargamos a la Cátedra Prospect 2030 del profesor Joan Romero un estudio con expertos sobre las áreas metropolitanas con ejemplos de otras zonas en Europa y experiencias en España. En base a esos trabajos vamos a organizar a final de año una jornada de agenda metropolitana sobre movilidad. Queremos implicar a todos los agentes: partidos políticos, instituciones y sociedad. Es muy importante empezar a gestar alianzas. Una de las experiencias de éxito es que no hay un modelo definido y se necesitan consensos entre alcaldes, partidos, expertos... No es solo una planificación, sino pensar en una administración para los vecinos más allá de los límites administrativos y en una mayor eficiencia en la gestión de los recursos públicos.

El transporte público es esencial para conseguir tanto esa idea de área metropolitana como ese objetivo de vertebración del territorio. En la red de cercanías de la Comunitat Valenciana hay un desastre porque el Gobierno ha priorizado las líneas de alta velocidad, y las conexiones de metro y autobús, aquellas que tienen que superar el área urbana pura, también requieren mejoras en el servicio, en la sostenibilidad, en la integración tarifaria... ¿Cómo están trabajando en ello?

Durante muchos años se ha entendido la movilidad basada en la alta velocidad y ha ido en perjuicio de otras inversiones como podrían ser las cercanías y la movilidad cotidiana. Por suerte eso está cambiando ya, solo hay que ver los Presupuestos Generales del Estado para este año. Los núcleos de cercanías de la Comunitat Valenciana necesitan hacer un sobreesfuerzo muy grande; yo mismo soy usuario y conozco las carencias; es cierto que son cambios que no se hacen en poco tiempo, tardan mucho en erosionarse y mucho en volver a la normalidad, pero con el Ministerio de Transportes tenemos reuniones constantes para reiterar la necesidad de acelerar la mejora del servicio.

Otra de las claves para los próximos años, y así lo indica la Comisión Europea, pasa por la movilidad sostenible. Uno de los mayores emisores de CO2 a la atmósfera es el transporte y ahí tenemos una de las mayores palancas de lucha contra el cambio climático: cambiar nuestro modelo de movilidad. Aquí hemos impulsado de forma ambiciosa la apuesta por el transporte público. En Valencia tenemos la L10, que a final de año acabarán las obras; la L11 y la L12 son proyectos fundamentales para incrementar la red de transporte público. La gente utilizará el transporte público y dejará el coche en casa cuando el transporte público sea eficiente. La apuesta por la eficiencia es fundamental y también por la sencillez. Nos queda poco para firmar el convenio con Renfe para que el 1 de enero se haga realidad lo que funciona en otros lugares: una integración; que alguien pueda venir con el billete de Renfe y usar el metro o el autobús. No hay que poner trabas a los usuarios.

¿La integración tarifaria será plena? ¿Es decir, valdrá el mismo billete con el mismo precio en todos los modos?

Con la tarjeta podrás viajar con el mismo precio desde cualquier municipio del área metropolitana. No será tarjeta monedero, que sería la fase final, pero sí de billete.

¿Aunque no entraba en las prioridades hacer el tramo de la línea 10 por el centro histórico de València, se está buscando alguna solución para esa parada cuya estructura está construida bajo el aparcamiento del Mercat Central?

Está estudiándolo Ferrocarrils de la Generalitat Valenciana. Estamos avanzando con muchos proyectos (líneas 10, 11 y 12) y este otro se seguirá estudiando. Cuando tengamos alguna decisión tomada se anunciará.

Dentro de la visión metropolitana y el fomento del transporte público está la cuestión de los aparcamientos disuasorios, propuesta en la que coinciden arquitectos, urbanistas y vecinos. ¿Hay algún plan trazado?

Tras el verano presentaremos los planes de València y Alicante, el de Castellón se presentará en la próxima semana. Hemos ido avanzando en algunas paradas de metro con aparcamientos para bicicletas, para tener esa combinación de movilidad. Es una apuesta fundamental, con espacios cuidados para vehículos, bicicletas o patinetes eléctricos. Deben ser espacios fiables y tenemos muchas cosas que avanzar.

Hablábamos antes de centralismo en las infraestructuras, pero en la autonomía nos sucede algo similar. Esa desconexión con las comarcas del sur, con la Vega Baja, va más allá de la infraestructura pura.

Tenemos huecos de transporte público llamativos, como el tren de la costa, que se deben corregir. Hemos hablado con el ministerio. Es una zona compleja por el terreno, las comarcas, el valor natural, el riesgo de inundaciones... El proyecto del ministerio está en fase de evaluación ambiental, consideran que el próximo año estará superada esa fase. Queremos dar certidumbre a los vecinos de esas comarcas y hemos planteado al ministerio de qué forma podría participar la Comunitat Valenciana para agilizar la construcción de una infraestructura que lleva tantos años demandada como en un cajón. La Generalitat está dispuesta a participar de la redacción del proyecto. En la Vega Baja hay una movilidad muy basada en el vehículo privado y estamos trabajando en un plan de movilidad comarcal, como hemos hecho en otras comarcas como en La Ribera, en pensar más allá de Valencia, y Alicante-Elche. Otro fallo que tenemos es que hay muchos municipios con distancias reducidas en los que la única forma de ir es en coche, no hay si quiera un carril bici. Estamos intentando mallar esa situación con varios carril bici y caminos para poder ir andando, en patinete o en otras formas alternativas.

Hace poco fue cesado el jefe de explotación de Puertos de la Generalitat. ¿Por qué?

Es un subdirector que llevaba una amplia trayectoria y la directora general de Puertos ha considerado que podía relevarlo por otra persona.

¿No es un problema de falta de confianza?

La directora general me comentó que podía poner a otra persona con una línea más acorde. Es un cambio administrativo.

¿Cree que en el caso del Puerto de Valencia, tras los informes de Intervención y Abogacía del Estado que han obligado a anular la permuta de las concesiones a Boluda, el presidente del Autoridad Portuaria, Aurelio Martínez, dispone de la credibilidad necesaria para llevar adelante la ampliación?

Tenemos que ser conscientes de que el Puerto es una Administración Pública, parte del Estado, no una empresa privada. Tiene sus mecanismos, su Intervención y su Abogacía, que tienen que velar por el cumplimiento de la legalidad. Si ha habido alguna cosa aprobada y explicada en el Consejo de Administración de Puerto, es ahí donde el presidente y los técnicos tendrán que dar las explicaciones, siempre con total transparencia.

El presidente Ximo Puig sugirió que tendría que comparecer en las Corts Valencianes para explicar el embrollo.

Creo que Aurelio Martínez es una persona que siempre se ha ofrecido a dar explicaciones y reunirse con todas las personas que se lo han pedido y continúa en esa línea.

¿Esa petición que hizo el president del traslado de la sede de Puertos del Estado a la Comunitat Valenciana tiene algo que ver con estos conflictos?

No. Es el discurso manifestado por el president desde hace mucho tiempo. Siempre se ha reclamado una descentralización de determinados organismos en el territorio, como el instituto de Oceanografía o Puertos del Estado. Es una cuestión de pura lógica, como pasa en Alemania o Estados Unidos, con un fuerte componente federal. Es más eficiente y contribuye a generar más sentimiento de pertenencia.

El conseller de Economia, Rafael Climent, comentó en una entrevista con este diario que no había visto un solo dato que avalara la ampliación del Puerto. ¿Usted los ha visto?

La ampliación del puerto es la culminación, el dique está construido desde hace muchos años. Es un proceso que lleva muchísimos años trabajándose. Informes hay para todos los gustos y opiniones también, hay que ir a los elementos fundamentales. Todos sabemos que el puerto es un motor económico indudable, pero yo siempre he dicho que el puerto del futuro tiene que tener cuatro componentes: el primero es la transparencia en todas sus operaciones, en todos los procesos administrativos.

¿Ahora no existe esa transparencia?

Todas las administraciones tenemos que ir avanzando, todo es mejorable, no hay ningún modelo perfecto. La Generalitat, el Ayuntamiento, el Puerto, tienen que ir avanzando en ser lo más transparentes posibles. En segundo lugar, tiene que ser un puerto competitivo; 40.000 familias viven del puerto, no solo del personal que trabaja en el recinto, sino empresas pequeñas y grandes que gracias a ello pueden exportar a precios razonables a todo el mundo. En tercer lugar, tiene que ser sostenible y más un puerto que está en el núcleo urbano, en el Mediterráneo, donde nos tenemos que tomar en serio la lucha contra el cambio climático. Tiene alguna experiencia con el hidrógeno y hay que avanzar en el ferrocarril para reducir el tráfico y en una serie de transformadores para que los barcos paren motores en operaciones de carga y descarga. El último apartado es que tiene que compartir parte de los beneficios que tiene con su área de influencia. El puerto va a participar en la financiación del Parque de Desembocadura, en la prolongación de la línea 10 desde Natzaret y ha de aportar 15 millones de euros para regenerar las playas que se ven afectadas por su actividad.

¿No chocan las premisas de la competitividad y de la sostenibilidad con el proyecto de ampliación, es decir, no sería más competitivo y sostenible mejorar su eficiencia actual sin ejecutar esa enorme ampliación?

Yo creo que el Puerto está avanzando. Si nos fijamos, el Puerto ya modificó sustancialmente el proyecto que tenía para culminar la ampliación cuando eliminó la prolongación del dique de abrigo y el dragado del canal de acceso y me consta que siguen trabajando en ese proyecto después de recibir el informe de Puertos del Estado. Yo confío en que se tienen que cumplir esos cuatro requisitos (transparencia, competitividad, sostenibilidad y compartir beneficios) que, en mi opinión, es como deben actuar los grandes puertos y, sobre todo, con un cumplimiento estricto de la normativa municipal.

¿Entonces se tiene que ampliar sí o sí?

La ampliación ya está realizada, que es lo que puede afectar a las costas.

Pero la terminal de contenedores, que es lo que va a generar un importante movimiento de tráfico y también afecta, no está realizada.

Exacto, eso es lo que hay que ir viendo y es una de las cosas que el Puerto en este proyecto tiene que tener en cuenta. No solo tienes que ver, que eso lo ha dicho muchas veces el alcalde de València, Joan Ribó, que se acabe de construir la nueva terminal, sino que tiene que tener en cuenta el impacto que eso puede tener en la movilidad y en el tráfico. Se tiene que avanzar al mismo tiempo en el aumento del tráfico ferroviario, garantizar todas las medidas de sostenibilidad. Eso es lo que tiene que ver el Puerto.

Precisamente el alcalde ya ha dicho que si no se hace una nueva declaración de impacto ambiental (DIA) para analizar todos estos puntos votará en contra del proyecto. ¿No sería grave que el Puerto, aún así, aprobara el proyecto de ampliación en contra de la ciudad?

Desde luego, el Puerto no puede estar de espaldas a la ciudad ni la ciudad de espaldas al Puerto. Por eso decía lo de participar. Hay representantes de los ayuntamientos en el consejo de administración del Puerto.

¿Entonces habría que hacer una nueva DIA?

Es que con lo de las declaraciones de impacto ambiental... he dicho muchas veces que, por ejemplo, en esta conselleria son necesarias para construir carreteras y para otras muchas cosas. A mí no se me ocurre, porque no es mi papel, decirle a un técnico si es necesaria una nueva DIA. Son los técnicos los que, valorando los criterios establecidos en la ley, deciden si hace falta una nueva DIA, si ha caducado o no ha caducado, o si se ha modificado el proyecto y eso invalida la DIA con la que se hacía. Eso es una cuestión técnica y hay que dejárselo a los técnicos, tanto a los del Puerto de València como de Puertos del Estado. Si concluyen que las modificaciones realizadas con respecto al proyecto original hacen que esa DIA siga siendo válida, es la opinión de los técnicos, no es la tarea de un político valorar si hace falta. En todo caso hay que dar todos los elementos de tranquilidad y de transparencia porque lo que hace que un proyecto sea creíble es la transparencia y el conocimiento por parte de los ciudadanos de lo que se está haciendo y cómo se está haciendo.

¿No es un poco contradictorio con la declaración de emergencia climática que han hecho el Gobierno y la Generalitat Valenciana tratar de llevar adelante un proyecto como la ampliación del Puerto, además con una DIA del año 2007 basada en una ley de 1986 que ya no existe?

Bueno, con el tema de la DIA he expresado mi punto de vista con claridad. Respecto a la emergencia climática, que creo que es la gran prioridad de este siglo y de esta generación, tenemos que ser conscientes de que tiene que haber una transición ecológica justa. Esto es: no todos los sectores tienen el mismo impacto en el medio ambiente. Yo he puesto siempre un ejemplo claro de esto: no es la misma huella ecológica la que deja un dentista que un transportista y los dos son profesionales que necesitamos para nuestra forma de vivir. Lo que tenemos que hacer es ayudar a los sectores y proyectos que más contaminan a no serlo y ahí la clave es la innovación. Esa es la clave de los próximos años: hacer compatible el mantenimiento de actividades esenciales para el funcionamiento de nuestras sociedades con el respeto al medio ambiente y con evitar ese consumo de recursos naturales, que a veces creemos ilimitado y no lo es.

Cambiando de tema, en relación con la Actuación Territorial Estratégica (ATE) del Valencia CF, la Conselleria de Economía se ha pronunciado claramente sobre la conveniencia de que siga vigente hasta el año 2025 como la opción que otorga mayor seguridad jurídica a todas las partes. ¿Coincide con este planteamiento?

Si hacemos un poco de repaso, tenemos el informe del Ayuntamiento de València que es muy importante porque, junto a Economía, son los encargados del seguimiento y control de la ATE y ese informe es claro. Luego tenemos dos informes de esta conselleria que se han remitido a la de Economía: uno es sobre las penalidades por incumplimiento de la fase 1 y el segundo informe es sobre el escrito de petición de prórroga que presentó el club. Y el tercer informe es el que ha emitido la Conselleria de Economía en contestación al escrito del Valencia CF. Con todo eso ahora lo que tenemos en el horizonte más cercano es la finalización del plazo en agosto de la fase 2 (finalización del nuevo estadio y del polideportivo de Benicalap) que es evidente que no se va a cumplir. Lo que toca ahora, después de todos esos informes, es lo que están trabajando los técnicos sobre todo a nivel jurídico. Se trata de qué margen tiene la administración una vez venza formalmente el plazo. Y en esa parte estamos ahora, en el estudio por parte de los técnicos de la Generalitat, jurídicamente, de cuál es la situación a la vista de todos los informes que ha habido y de toda la normativa que hay.

¿Entonces ese informe sí que podría entrar a valorar o a aconsejar la conveniencia de anular la ATE?

Lo que se está valorando ahora desde el punto de vista técnico y jurídico es, con los informes que ya hay y con la normativa aplicable a la ATE, qué tenemos que hacer jurídicamente para tener certeza de que estamos cumpliendo estrictamente la legalidad, que es también lo que ha dicho muchas veces el conseller de Economía y que es nuestra obligación, el cumplimiento de la legalidad y la salvaguarda del interés público. Eso es lo que se está estudiando ahora con todos los informes que ya hay con un plazo significativo que es el del incumplimiento de la fase 2.

¿Podría ir entonces desde solo una multa económica a la nulidad del plan?

Exacto, eso es lo que se está viendo, el abanico de posibilidades que tiene la normativa de cuáles son las opciones.

¿A usted le consta también que haya empresarios interesados en comprar el club tal y como reconoció el conseller de Economía, Rafael Climent?

Desde luego, no he tenido ninguna relación, ni me han pedido ninguna reunión nadie de Meriton, nadie de la propiedad del club se ha dirigido a esta conselleria. Me consta, porque así lo ha dicho el conseller de Economía, que él ha tenido contactos con la propiedad del Valencia CF y yo no tengo ninguna información más que la que ha comentado el conseller Climent de que sí le ha llegado cierto interés por el club, pero yo no tengo ninguna información a ese respecto.

¿En qué situación está el Pativel tras el recurso que presentó la Abogacía de la Generalitat contra la sentencia que lo anuló?

El Tribunal Superior de Justicia declaró nulo el el Plan de Acción Territorial de la Infraestructura Verde del Litoral (Pativel), la Generalitat presentó un recurso y estamos a la espera de la admisión a trámite o no por parte del tribunal. Estamos en esa fase de espera, pero lo que está claro es que el Pativel continúa en vigor hasta que se pronuncie el tribunal. Eso es también un mensaje de tranquilidad para toda la gente que puede estar preocupada por si hay una desprotección del litoral. Por lo tanto, sigue en vigor hasta que se pronuncie el tribunal, nosotros confiamos en que se admita a trámite el recurso que presentó la Generalitat y a partir de ahí iremos viendo.

Sobre el Corredor Mediterráneo, los empresarios llevan tiempo moviéndose para exigir que se cumplan los plazos. ¿La salida de José Luis Ábalos del ministerio de Transportes puede poner en riesgo los compromisos adquiridos o cómo puede afectar esa salida al proyecto?

Yo creo que los compromisos que hay son del Gobierno de España, más allá de los ministros. Es evidente que con el ministro Ábalos se han dado avances sustanciales en muchas actuaciones en la Comunitat Valenciana, desde la AP7 hasta el desbloqueo de algunos proyectos emblemáticos como son el canal de acceso o los estudios del túnel pasante, de la doble plataforma. Creo que son pasos significativos, como también que tengamos por primera vez en los presupuestos el 10% de las inversiones regionalizadas, bajo la dirección del señor Ábalos en el ministerio. Ahora con el relevo decidido por el presidente del Gobierno confiamos, como es normal, en que esos compromisos adquiridos por el Gobierno de España con el Corredor Mediterráneo se mantengan.

Han puesto el acento los empresarios en los problemas que pueden suponer para el Corredor los retrasos de la doble plataforma Castellón-València, de la ampliación del túnel de Serrería y del túnel pasante. ¿Tiene información de cómo van esos proyectos?

Tengo pendiente antes de que acabe este mes una reunión con el coordinador del Corredor Mediterráneo para hacer repaso de todas esas actuaciones y ver los compromisos que se adquirieron la útlima vez que estuvo aquí el ministro. La parte más avanzada es el canal de acceso y luego lo otro tiene una complejidad muy grande, pero también es positivo que se haya desbloqueado y ya se vaya a someter a información pública el proyecto, porque desde luego tenemos ahí un cuello ferroviario.

¿Nos puede dar una pincelada de cómo será el canal de acceso cuyo proyecto inicial está pendiente de salir a información pública?

Es una cuestión del ministerio que tienen que contar en el seno de la Sociedad Parque Central.

¿El presidente Pedro Sánchez ha explicado los cambios en el Gobierno al partido y al resto de federaciones socialistas?

No me consta, salvo que hayan hecho una ejecutiva del PSOE que creo que no han hecho después de los cambios.

¿Le sorprendieron esos cambios, tanto la salida de Ábalos como la entrada de Diana Morant?

Bueno, más que sorpresa... Si se ve la historia de los diferentes cambios en los gobiernos estos siempre son así. El grado de sorpresa puede variar, pero al final son cambios que el presidente del Gobierno considera que son necesarios en cada momento y los aplica. Estábamos a gusto con el anterior Gobierno y desde luego también lo estamos con este. Creo que resulta positiva la incorporación de perfiles de mujeres líderes y además con una visión municipalista que me parece muy importante.

¿Y le sorprendió ver su nombre como posible candidato a un ministerio?

(Sonríe) Yo creo que en esta profesión es bastante difícil sorprenderse. Yo creo que el presidente del Gobierno ha elegido bien y ha elegido a una muy buena ministra, que ha sido también una muy buena alcaldesa de Gandía.

Usted fue en la pasada legislatura el cerebro del presidente en su gabinete. En este mandato la gestión se ha centrado en lo urgente, en la pandemia, pero en algún momento la pandemia pasará y habrá que hacer frente a los cambios estructurales.

Sí, la agenda inmediata va a ser para los dos próximos años porque la pandemia es lo que tenemos que vencer ahora. Luego habrá que afrontar la recuperación económica y del empleo, con una oportunidad como no ha habido en mucho tiempo con los recursos que nos da la Unión Europea para que esa recuperación no sea para volver al mismo estado que teníamos antes. Teníamos una situación que viene de una crisis, hay despidos, y la recuperación debe ser para ir a un modelo diferente. Tenemos los recursos y la dirección política y el consenso para que el punto de recuperación sea con un modelo económico diferente, que asuma ya de una vez la transición ecológica, la innovación y el crecimiento de la productividad. Con los fondos comunitarios tenemos que aprovechar para que la salida de la crisis no sea solo una recuperación de la actividad económica, sino que se más sostenible, más creadora de empleo y de empleo de calidad. Y ese es el reto que tenemos ahora y por eso debemos aprovechar bien esos fondos.

El presidente Puig, como secretario general, dijo la semana pasada en la Ejecutiva del PSPV que se abría un tiempo nuevo, un tiempo de recuperación, de keynesianismo inteligente. ¿Cómo se va a integrar todo esto en el partido? Y, en cuanto a la otra integración, la de las familias políticas, ¿cómo la ve?

Hay muchos mensajes. El partido está caminando desde los momentos más convulsos que hubo. Yo creo que todas esas cicatrices de esos procesos internos se están cerrando y ahora yo creo que el partido, todas corrientes y sensibilidades son conscientes de la responsabilidad que tiene un partido como el socialista en la Comunitat Valenciana y en España, en un momento en que gobernamos, de afrontar los debates de verdad, que son unos debates no internos, sino que son externos. Y esa sensación de responsabilidad es la que nos va a llevar a trabajar en un congreso que sea pensando en los valencianos y las valencianas, no en nosotros mismos. Ese tiene que ser un congreso que marque un relanzamiento y una actualización del proyecto de los socialistas valencianos.

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