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Mireia Mollà: “Las últimas decisiones en Compromís consisten en mirarse el ombligo y nos alejan de la política”

La exconsellera Mireia Mollà.

Laura Martínez / Lucas Marco

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Mireia Mollà (Elche, 1982) fue destituida hace dos días de su puesto de consellera de Agricultura, Desarrollo Rural, Emergencia Climática y Transición Ecológica a petición de la vicepresidenta de Compromís, Aitana Mas. Mollà, una de las piezas clave de la andadura de Compromís, cree que su cese “es inédito en el Gobierno del Pacte del Botànic y las justificaciones más inéditas todavía”. En esta entrevista con elDiario.es, desmiente que su sonada salida del Ejecutivo autonómico, a poco más de seis meses de las próximas elecciones autonómicas, sea una consecuencia de la polémica sobre las energías renovables o de la negociación de los presupuestos y apunta a cuestiones internas de Iniciativa, una de las formaciones que integran Compromís en la que Mas, Mollà y Mónica Oltra comparten militancia. 

¿Cómo han sido las últimas 48 horas?

Aterrizando a esta situación sobrevenida y creo que claramente injusta. Lo estoy procesando. También estoy recibiendo muchísimo cariño de muchísima gente, organizaciones y funcionarios. Este proceso, que parte de una decisión dolorosa y que no comparto, también ha tenido una parte dulce en el reconocimiento de mucha gente.

¿Cómo se enteró de la destitución?

Salí de las Corts Valencianes en una jornada de cuatro horas de comparecencia. Quince minutos después, recibí una llamada de Aitana Mas en la que me comunicó que había propuesto mi cese desde ese mismo día. Fue muy breve. Intenté preguntarle las razones, no me las dio y ahí terminó la conversación.

Intenté preguntarle [a Aitana Mas] las razones [de la destitución], no me las dio y ahí terminó la conversación

¿Cómo era la relación con Aitana Mas?

A ella le han preguntado varias veces y ha dicho públicamente que eran normales. Y han sido normales. Desde la cordialidad y el respeto institucional. No creo que hayan distado de las del resto de compañeros. Somos compañeras de partido y compañeras en el Gobierno y así han sido.

¿Cree que el hecho de compartir dentro del partido un espacio de influencia en Alicante ha tenido algo que ver en este movimiento?

Me cuesta verlo. Creo que todos hemos entendido desde hace tiempo en Compromís que la política de Alicante había que reforzarla, que nuestro proyecto tenía ciertas debilidades allí y teníamos que hacer un sobreesfuerzo y más aquellos que estamos en cargos de representación. Ella tenía presencia en Alicante con su agenda, como Raquel Tamarit [la consellera de Educación] y yo, que no han sido incompatibles en ningún caso.

Se ha hablado mucho de cohesión estos días, en los discursos sobre su cese. ¿No estaba el Gobierno valenciano cohesionado?

Estaba cohesionado. Si alguien había entendido que no, no lo había expresado en ningún momento. Además, cuando una cosa no está cohesionada y genera algún tipo de malestar, lo lógico entre compañeros es tratar de ver qué genera esa falta de coordinación, ese choque o discrepancia. Entiendo que en la forma cómo se debe tratar a las personas, que se traslada también a la política, uno se sienta y habla como si hablara con un familiar para resolver los temas. Nunca hemos tratado este tema; nunca se ha dicho que faltaba cohesión, ni por parte de ningún compañero del Gobierno.

¿Tampoco de otros partidos?

Tampoco. Ni Podemos, ni Esquerra Unida, ni el PSPV, ni Compromís en los foros del partido. En el Gobierno además, con los últimos cambios, habíamos constituido una cohesión incluso mucho mayor que en otros momentos.

¿Ha hablado con Ximo Puig?

Sí. El president me llamó ese mismo día. Es una conversación privada y forma parte de las llamadas que han sido un ánimo estos días, reconfortante a nivel político y personal.

Comentaba que en la llamada de Aitana Mas no le dio explicaciones. ¿A qué achaca esta decisión?

Creo que todo el mundo está aterrizando sobre esas supuestas razones que se pusieron sobre la mesa, que han resultado incomprensibles. 48 horas después van aflorando otras explicaciones que parece ser que cuadran más, que se circunscriben a un ámbito estrictamente partidista y personal que no es el mío. Ya me cuesta entender por qué se apela tanto a personalismos cuando se toman decisiones desde esa vertiente.

Hablando de las razones que se han ido argumentando. ¿Negoció usted directamente con Hacienda los presupuestos?

No. Lo que suele pasar, al menos desde que estoy en el Gobierno, porque antes he sido la negociadora en las Corts Valencianes, donde las cuentas tenían que salir negociando con Podemos y las he defendido con uñas y dientes..., es que se hacen negociaciones bilaterales con la Conselleria de Hacienda para explicar la propuesta que se ha mandado, por qué se quieren más recursos en una línea o cuáles son los proyectos nuevos, para defenderlos y explicar cuál es la motivación. Así lo he hecho porque en Compromís me dijeron que estábamos haciendo esa ronda y porque lo hacían mis compañeros. Hacienda ha desmentido que yo condicionara o exigiera nada. Me parece ridículo hablar de esto.

Siempre se dice que el tiempo da a uno la razón, no esperaba yo que fuera tan pronto

Volviendo a las razones de la destitución. Aitana Mas toma la decisión pocos meses después de entrar en el cargo. ¿Cree que Mónica Oltra está detrás?

No lo sé y no lo creo. Como al principio no se ha ofrecido ninguna explicación y las que han salido han caído como un castillo de naipes, ahora se ofrecen explicaciones que no llevan nombre propio...

Algunas sí. Se ha pronunciado el exjefe de gabinete de Oltra [Escribió en Twitter: “Siempre me ha resultado curioso que cuando alguien es nombrado para una responsabilidad no pregunta el motivo y agradece el nombramiento. En cambio, cuando es cesado, muchas veces exige toda clase de explicaciones].

Sé que eso lo ha escrito Miquel Real, no lo ha escrito Mónica Oltra. Así que no sé si representa la opinión de Mónica Oltra. Lo que sé es que no es cierto. A mí se me dieron explicaciones sobre por qué querían que fuera consellera: estás haciendo un papel en Elche, tienes un proyecto de capital verde europea, queremos que hagas eso para cinco millones de valencianos y valencianas. Y cuando sales, no es cierto que no se deban dar explicaciones. Lo haces por decisión de compañeros. Si somos el partido de la sonrisa, de construir matria [el lema de Iniciativa-Compromís, el partido de Oltra, en su congreso], creo que hay que trabajarlo con los compañeros. Y en segundo lugar: cuando la gente no entiende la decisión ya estamos cometiendo un error. Y esto no lo ha entendido nadie. Estamos cometiendo un error político. Cuando no sabes cómo explicárselo a a la gente y la gente quiere que se lo expliques es un error político de primer orden.

Cuando la gente no entiende la decisión ya estamos cometiendo un error. Y esto no lo ha entendido nadie

¿Ha hablado con Oltra?

No. Creo que está centrada en un momento delicado, en un proceso judicial muy difícil. Nadie me ha dicho que ella esté detrás. No sé si alguien la quiere reivindicar como propia; si nadie quiere hacerse cargo de la decisión, da cuenta de que no era muy buena.

¿Cómo cree que influyó en Iniciativa y Compromís la dimisión de Mónica Oltra?

En la vertiente política ha sido muy dura para Iniciativa y para Compromís. En la vertiente personal, también. Hemos caminado durante estos 15 años por un camino muy duro y que ha generado sinergias personales muy fuertes. Porque, si no, ese camino tan duro no se podría haber hecho. Lo personal y lo humano también entran ahí. Decíamos que íbamos a transitar por los afectos y lo hemos hecho. En lo político es un golpe muy grande, claro que sí. Nadie discute, y eso es inapelable, que Mónica Oltra ha sido un valor político impagable, inmejorable de la política valenciana. 

Ha dicho “ha sido”. ¿Cree que ya no lo es?

Es la manera de expresar que ahora ha tenido que apartarse de la política por una circunstancia que tiene que resolver. Mónica siempre será un animal político. 

¿Cree que su pronunciamiento público sobre la conveniencia de que Mónica Oltra dimitiera al ser imputada le ha colocado en el disparadero?

Mónica dimitió, con lo cual hubo elementos que llevaron a esa decisión y, por tanto, no creo que mi opinión se desviara mucho de lo que sucedió. A lo mejor habría que preguntarle a la gente que dijo lo contrario si de verdad estaban pensándolo o era un ejercicio de hipocresía. Porque yo, desde lo político y desde lo humano, creo que fue una buena decisión. Y lo creía días antes de suceder, lo creí en el momento y lo sigo creyendo ahora. Por tanto, he sido completamente honesta con ella, conmigo y con la situación política en la que estaba Compromís. ¿Sinceramente, el problema es que si tu honestidad te lleva a pensar diferente de tus compañeros tienes que callarte lo que piensas? Eso no es Compromís y eso no se llama democracia, se llama otra cosa. Es más de regímenes autoritarios. 

Otra de las razones es la polémica de las energías renovables. Se habla de deslealtad...

Llevo casi cuatro años como consellera apelando a dar un salto a la transición energética, que debe ser justa, sin impactos territoriales, favoreciendo la instalación de pequeñas y medianas plantas. Durante estos cuatro años no ha habido una velocidad adecuada y lo reconoce todo el mundo en el Gobierno, hasta el punto de que se han hecho cambios en los decretos. Públicamente he dicho que hay que hacerlo bien y hacerlo ágil y además semanas antes el propio president lo ponía de manifiesto. No he dicho nada que no haya dicho antes, no he dicho nada que no sea verdad y hoy mismo el president ha dicho que va a haber una cascada de expedientes para instalar plantas fotovoltaicas. Siempre se dice que el tiempo da a uno la razón, no esperaba yo que fuera tan pronto.

Esta decisión no responde a unos criterios ni de gestión ni de política, no está a la altura de las circunstancias. La gente lo percibe

¿En un año en el que ha habido varios cambios en el Gobierno valenciano, cómo afecta esto a conseguir una mayoría de izquierdas?

Estamos en una legislatura muy complicada. Una pandemia, incertidumbre económica, guerra energética, el cambio climático cada vez más palpable... Ante eso, hemos sido un Gobierno a la altura de las circunstancias. Pero las circunstancias de hoy son para estar bien a la altura. Esta decisión no responde a unos criterios ni de gestión ni de política, no está a la altura de las circunstancias. La gente lo percibe. No sé si se estarán preguntando: ¿Qué está haciendo mi Gobierno? Cuando la gente se pregunta eso tensionas un nuevo Pacte del Botànic y a tu formación, que no está en un momento dulce.

¿Cómo ve el rumbo de Compromís a seis meses de las elecciones?

Había dos formas de afrontar esta situación difícil para Compromís: siendo más auténticos, reforzar la fórmula de éxito o mirarnos el ombligo. La primera significaba reforzar los liderazgos plurales. Eso da la sensación de apertura, de ampliar y sumar, que era la fórmula de éxito de Compromís. Las últimas decisiones que se están tomando consisten en mirarse el ombligo y nos alejan de la política.

¿Va a continuar en primera línea?

No es seguir o no seguir. Es que nunca he dejado de estar ni dejaré de estar al entender que la política forma parte de nuestra manera de ver el mundo. Eso tiene fórmulas partidistas, institucionales, asociativas, activismo… Tiene fórmulas muy diversas, no lo sé. Entendedme, sinceramente, hace dos días que estaba completamente centrada en la actividad de la conselleria y mi cabeza estaba en ello. Todavía tengo en mi cabeza la agenda política de la conselleria, no me ha dado tiempo a pensar en primarias ni en nada parecido. 

¿Ha tenido usted algo que ver en la dimisión de la secretaria autonómica Paula Tuzón y del subsecretario Alfons Puncel?

No. Hemos perdido una secretaria autonómica excelente e inmejorable, estoy orgullosa de lo que hemos hecho en la conselleria y de las políticas y proyectos que hemos conseguido poner encima de la mesa. Paula Tuzón es una de las protagonistas indiscutibles de todo eso, así que me duele muchísimo. También entiendo que cuando uno quiere ser coherente y cuando entiende que la colectividad está por encima de las decisiones partidistas, personalistas e injustas, si tiene decencia, hace lo que siente. Entonces la puedo entender, y a Alfons Puncel igual. 

El cese que se ha producido es inédito en el Gobierno del Botànic y las justificaciones más inéditas todavía

¿Cree que va a haber más dimisiones estos días?

Creo que es un momento complicado. Yo sé lo que les he dicho. El consejo que he dado a todo el mundo es que quedan muchas cosas que culminar y rematar esta legislatura; es verdad que para garantizarlo tiene que seguir el equipo. Si no sigue el equipo, a mi eso sí que me dolería muchísimo, que se fueran por la borda algunos proyectos.

¿Con su sucesora, Isaura Navarro, ha hablado?

No, no he hablado con ella. 

¿Por qué no fue al intercambio de carteras?

Porque quiero ser honesta. Con ella, conmigo y con todos. Creo que hubiera sido una situación incómoda para ella, para mí y para todos. Además, el cese que se ha producido es inédito en el Gobierno del Pacte del Botànic y las justificaciones, más inéditas todavía, porque son invisibles. Creo que a la gente los ejercicios de hipocresía en política la saturan un poco. 

¿Qué le aconsejaría a su sucesora?

Que escuche al equipo, que pueda hablar con ellos sobre los temas que están encima de la mesa. De los que hemos culminado, de los que están a las puertas de culminarse y de los que habíamos empezado y, por tanto, hay que rodarlos. Que confíe en que el equipo va y ha ido en la buena dirección. Y, por tanto, que pueda liderar esa conselleria y alterar lo mínimo las políticas que se estaban haciendo que creo que, sin lugar a dudas, estaban a la altura de las circunstancias. Si las políticas y la gestión estaban a la altura de las circunstancias, ella lo que tiene que hacer es capitanearlas. 

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