Las tres soberanías que defenderá el nuevo Bloc: autogobierno, democracia y justicia social

El Bloc Nacionalista Valencià quiere refundarse para “empoderar al pueblo valenciano”. La ponencia política para el congreso del 26 y 27 de junio de la rama mayoritaria de Compromís, que incorpora el nombre más votado por la militancia, Més Compromís, dibuja el horizonte hacia el que quiere encaminarse y las bases de su acción política, en lo que califica como una renovación del valencianismo. El partido presenta una visión más amplia del valencianismo político, articulada por la defensa de la soberanía en tres ámbitos, el autogobierno, la democracia y la justicia social, y enmarcada en un contexto hiperglobalizado y con el fantasma del neoliberalismo acechando las vidas humanas, así como con la emergencia climática poniendo en peligro la subsistencia.

Su nuevo modelo de valencianismo político pretende atender a siete frentes: emergencia climática, emergencia sociosanitaria, emergencia social, erritorial, democrática, lingüística y feminista. “La emergencia climática, que amenaza la base de la existencia como humanidad y la manera de vivir; la emergencia socio-sanitaria, provocada por el desmantelamiento de los servicios públicos por parte de la derecha; la emergencia feminista, marcada por las desigualdades y la subordinación de la mujer respecto al hombre en el sistema patriarcal en que vivimos; la emergencia social, con el preocupante aumento de las desigualdades; la emergencia territorial, provocada por un modelo centralista y la discriminación del mundo rural; la emergencia democrática, entre el vaciado de la democracia y la amenaza de los movimientos de la extrema derecha; y la emergencia lingüística, a la cual nos han abocado con la subordinación de nuestra lengua”, indica la ponencia.

El partido plantea articular una respuesta democrática al neoliberalismo y a la extrema derecha. “El éxito de la extrema derecha no suele venir dado por sus victorias electorales sino por la influencia que ejercen en el resto de partidos políticos”, indica el Bloc. Al tiempo que propone luchar contra la precariedad y poner en valor lo público como elemento democratizador, una de las lecciones aprendidas de la pandemia. El Bloc -en adelante, Més Compromís si la militancia apoya la ponencia- establece tres soberanías básicas: autogobierno, democracia y justicia social.

La redistribución de la riqueza resulta clave para la formación que encabeza Àgueda Micó y en este eje caben nuevas políticas fiscales que graven a las rentas más altas y la exigencia de una reforma del sistema de financiación que resulte más equitativa para cerrar la brecha territorial. El movimiento político se vincula al feminismo y al ecologismo, dos corrientes transformadoras que, a su juicio, deben empapar a la izquierda valencianista, superando el modelo de relación capital-trabajo para poner en el centro los cuidados: “Es evidente, que el feminismo proporciona herramientas al conjunto de la población para reinterpretar las relaciones de poder, para no dejar nadie atrás y para analizar la sostenibilidad de la vida”. La ponencia reclama un pacto verde y una nueva ley lingüística, al dar por superada la normativa anterior, lamentando que las nuevas normas acaben tumbadas por la justicia.

El Gobierno del Pacto del Botánico y su modelo político son una apuesta de continuidad para el Bloc: “El valencianismo político de izquierdas que representan el Bloc y la coalición Compromís ha sido la gran novedad que ha permitido el cambio en el País Valenciano desde 2015. Autogobierno y defensa de la lengua han sido ejes de la gestión de gobierno desde entonces, como corresponde a los legados del valencianismo histórico”, indica la ponencia. La propuesta incluye alianzas con otros movimientos políticos y sociales y una clara vocación europeísta, reivindicando las instituciones desde el Parlamento Europeo hasta las agrupaciones locales para buscar una reconexión con la ciudadanía. “Més Compromís estará siempre abierto a cooperar políticamente con partidos de ámbito local, comarcal o nacional con los cuales podamos compartir objetivos políticos o intereses estratégicos y nos unan valores compartidos. Será especialmente interesante buscar este tipo de alianzas en ámbitos territoriales donde nos resultó más difícil la implantación y se pueda dar una colaboración duradera y provechosa”, se lee en el texto congresual.

Para avanzar en la reconexión y en la construcción de soberanías, la ponencia plantea convertir la organización en una herramienta de activismo, así como crear una figura intermedia entre el militante y el simpatizante; crear un portal digital como punto de encuentro y fórmula para pasar a la acción y organizar convenciones periódicas para la incorporación de ideas, que “tendrán que contar con la participación de personas expertas en la materia y facilitarán la intervención del conjunto de la militancia en las deliberaciones”. “El objetivo de las convenciones será producir unas conclusiones y unos materiales de debate para enriquecer nuestra acción institucional con políticas públicas innovadoras y transformadoras”, señala el documento.