Has elegido la edición de . Verás las noticias de esta portada en el módulo de ediciones locales de la home de elDiario.es.

València ahorrará un millón de euros al año al eliminar un canon que implantó el principal condenado de Emarsa por las plantas potabilizadoras

El exvicepresidente de la Diputación y exalcalde de Manises, Enrique Crespo (centro), durante el juicio.

Carlos Navarro Castelló

21 de enero de 2021 22:16 h

0

La presidenta de la Entidad Metropolitana de Servicios Hidráulicos (Emshi), la concejal de València Elisa Valía, ha impulsado la modificación en la Ley de Acompañamiento de los presupuestos de la Generalitat Valenciana para 2021 que pone fin al canon millonario anual que los 56 municipios del área de València que componen la entidad pagaban desde el año 2006 a Manises y Picassent por albergar las plantas potabilizadoras de agua.

En concreto, a partir del presente ejercicio Manises y Picassent dejarán de percibir 475.000 euros respectivamente, tal y como está establecido por ley. O, dicho de otra manera, los municipios ahorrarán en conjunto 950.000 euros, que es la suma total de lo que abonaban en función de su población desde que Enrique Crespo –actualmente en prisión por el caso Emarsa- lo impulsara para los dos consistorios cuando era alcalde de Manises y presidente de la EMSHI al mismo tiempo.

El municipio que más dinero se veía obligado a sacar de sus cuentas es València, que hasta ahora entregaba 478.000 euros al año. Otros casos sonoros son Torrent (49.500 euros), Paterna (42.200 euros) o Mislata (26.300 euros). Aunque no hay ninguno que escapara al canon: Alaquàs (18.000 euros), Burjassot (23.000 euros), Albal (10.000 euros), Catarroja (17.000 euros), son algunos ejemplos.

“Acabamos por fin con un cobro escandaloso que estableció un político corrupto, Enrique Crespo, que actualmente cumple condena en la cárcel, para beneficiar las cuentas de Manises cuando él estaba al frente de ese ayuntamiento y de la Emshi al mismo tiempo”, ha declarado Elisa Valía.

La concejal socialista celebra que “se ponga punto final a una situación absolutamente insolidaria con los municipios del ente metropolitano” y ha recordado que “la tarea de quien ostenta la presidencia es velar por el interés general de la entidad y no por el beneficio propio, como ocurrió con Crespo, condenado posteriormente por corrupción”.

La batalla por el canon millonario se remonta al año 2006, cuando Crespo lo impulsó con el pretexto de compensar a Manises y Picassent por unas supuestas externalidades negativas de las plantas potabilizadoras que, a día de hoy, no se han podido demostrar. De hecho, la Asociación Española de Abastecimiento de Aguas y Saneamiento (Aeas) aseguró en su momento al respecto por escrito que “no se ha conocido ningún caso en el que se esté aplicando algún tipo de mecanismo compensatorio por la ubicación de plantas o instalaciones de tratamiento de aguas potables en un determinado municipio”.

Además, un informe que realizó el académico Francesc Hernández, catedrático de Economía Aplicada y director del grupo de investigación de Economía del Agua de la Universitat de València, concluye que “no existe constatación de que los procesos de potabilización hayan provocado efectos o externalidades negativas sobre el entorno social o ambiental que pudiesen dar lugar a mecanismos de internalización o compensación por posibles daños derivados de la actividad”.

El pago anual funcionó hasta 2011, cuando la asamblea del ente metropolitano, presidida entonces por Arturo Ros –compañero de Crespo en el Partido Popular- instó a su eliminación, bajo el argumento de que se había instaurado por “un criterio de oportunidad”. Los ayuntamientos de Manises y Picassent empezaron entonces una batalla legal para recuperar el subsidio. Los tribunales tumbaron el procedimiento por el cual se suspendió el abono y la Emshi acató la sentencia, pero ha continuado buscando el mecanismo para acabar con la partida millonaria.

“La Emshi siempre cumplirá las sentencias judiciales y abonará el pago que establezcan los tribunales. Pero es muy importante recalcar que durante el largo proceso judicial no se ha llegado al fondo del asunto. De hecho, llama poderosamente la atención que en una de las sentencias del proceso se llega a confundir literalmente una depuradora con una potabilizadora. La primera puede que tenga externalidades; la segunda, rotundamente no”, ha destacado Elisa Valía.

De acuerdo con la concejal socialista, “mantener ese pago es dar continuidad a las corruptelas del Partido Popular y avalar una decisión egoísta e injusta para las cuentas municipales de los ayuntamientos”. “Como presidenta, no sólo tengo el deseo, sino también la obligación de buscar el bien común de las localidades que forman la EMSHI, cuyas arcas no van a verse mermadas a partir de este ejercicio por este canon que ya es historia”, ha aseverado.

Etiquetas
stats