Qué debes tener en cuenta al cocinar con el microondas para no estropear los alimentos

Introducir ciertos alimentos al microondas puede eliminar sus nutrientes si no se aplica el calor correctamente.

Marta Chavarrías

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El microondas usa la ciencia para calentar y cocinar de manera rápida y eficaz. En  términos generales y explicado de forma muy resumida, las microondas del aparato hacen vibrar las moléculas de agua de los alimentos, creando de esta manera calor. Esto permite cocinar casi cualquier tipo de alimento, más allá de la taza de leche o el café.

Las verduras, carnes e incluso guisos son alimentos que la mayoría de personas no acostumbra a preparar en un microondas. Pero, teniendo en cuenta algunos aspectos, podemos convertir una sencilla receta en un apetitoso plato.

Claves principales para cocinar en microondas

Algunas de estas consideraciones las detalla en este vídeo Laia Badal, responsable del Área de Desarrollo e Innovación de la Fundación Alícia, centro de investigación en cocina:

  1. Controlar la cantidad de alimento que estamos cocinando: no es lo mismo cocinar poca cantidad de comida que mucha, como se distingue en el libro Cocina con microondas. Sana, segura y sostenible, donde hay tablas de cocción según la cantidad y el peso del alimento que se prepara. Así, el tiempo de cocción aumenta también con la cantidad de comida de manera casi proporcional.
  2. Cocinar la comida tapada: esto permite una cocción homogénea y evita zonas frías y calientes en un mismo plato (las microondas tienden a calentar primero los bordes exteriores y dejan la comida fría en el centro). En este sentido, el American Chemistry Councel recomienda utilizar envases redondos u ovalados en lugar de cuadrados y rectangulares porque la energía suele centrarse en las esquinas de estos últimos, en lugar del centro y, por tanto, la comida se calienta de manera desigual.
  3. Dejar un minuto de reposo después de la cocción fuera del microondas: a los alimentos se les debe conceder un tiempo después de pasar por el microondas, para que el calor continúe extendiéndose y disipándose, sobre todo en ciertos productos como son la carne, el pescado y los cereales, es decir, grandes o densos. 

Cuestiones que no hay que olvidar

Además de estas tres consideraciones que apunta la experta, hay otros aspectos que no debemos olvidar a la hora de cocinar con un microondas:

  • Niveles de potencia: los tiempos de cocción no sirven de nada si no elegimos de la manera adecuada el nivel de potencia que necesitamos. Cuando se recalientan alimentos, por ejemplo, es mejor hacerlo a temperaturas medias para evitar que un bistec quede demasiado reseco.
  • La sal, añadir después de cocinar: la sal de la superficie de los alimentos suele atraer las microondas, que pueden secar la capa exterior. Por tanto, es preferible añadirla después de sacar el plato del microondas si no queremos un plato demasiado salado.
  • Cuanto más frío esté el alimento, más tiempo de cocción: debe tenerse en cuenta la temperatura inicial del alimento que vayamos a cocinar porque, si está muy frío (recién sacado de la nevera, por ejemplo), necesitará más tiempo de cocción.
  • Añadir agua para cocinar verduras: una o dos cucharadas de agua u otros líquidos ayudarán a generar más vapor a la hora de cocinar verduras, carne y pescado. El vapor ayuda a mantener los alimentos hidratados.
  • Prestar más atención a las grasas: un alimento con mayor contenido de grasa requiere un mayor control de la cocción porque absorbe más temperatura y, además, lo hace de forma más rápida. 
  • Las verduras con más agua se cocinan más rápido: el tiempo de cocción de las verduras depende de la cantidad de agua que contienen. Espinacas o tomates, por ejemplo, se cocinarán en menos tiempo que las patatas.
  • No es un sistema efectivo para conseguir alimentos crujientes: un inconveniente con la cocción con microondas es que la superficie de alimentos como la carne no se dora porque no se producen reacciones de Maillard debido a la baja temperatura de la superficie de la carne y la del aire circundante.

Finalmente, para saber si un material plástico puede ir o no en el microondas debe comprobarse que el envase lleva el logo que lo indica: una serie de líneas de ondas, una sobre la otra, que pueden estar o no encima del dibujo de un envase.

Pero si por cualquier motivo hay dudas, podemos hacer una prueba que proponen expertos de la Universidad Estatal de Michigan: colocar el recipiente que deseemos probar con un vaso de agua al lado dentro del microondas y calentar a máxima potencia durante un minuto.

Si el recipiente se enfría después de un minuto, es apto para microondas; si está tibio, solo debería usarse para recalentar, no para cocinar; si está caliente, no es apto y es mejor no usarlo en el microondas.

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