Cómo aprovechar las vacaciones de Navidad para poner orden en casa con estos trucos que no te quitarán mucho tiempo

Una cocina desordenada y con utensilios fuera de lugar puede hacer que las tareas diarias sean más lentas y estresante.

Edu Molina

0

Las vacaciones de Navidad son un momento para descansar y compartir con amigos y familia, pero también suelen dejar la sensación de que todo está un poco desordenado. Entre la decoración, los regalos que llegan de todas partes y la preparación de comidas, muchos rincones se llenan de cosas fuera de lugar, papeles o utensilios que no sabemos dónde poner. Esto puede hacer que tareas sencillas, como preparar la comida o encontrar algo en un cajón, se vuelvan más complicadas de lo necesario.

Por eso, aprovechar estos días para poner un poco de orden puede cambiar mucho la sensación en el hogar. No hace falta pasar horas limpiando; con algunos gestos sencillos se puede avanzar bastante y, además, crear hábitos que ayuden a que la casa se mantenga más organizada durante todo el año. Ordenar las cosas y mantener los espacios despejados son acciones sencillas que ayudan a que la casa se sienta más organizada y que la vuelta a la rutina después de las fiestas sea más llevadera.

Separar las cosas por tipo

Una forma sencilla de poner orden es agrupar los objetos por tipo en lugar de limpiar cada habitación de golpe. Juntar ropa, papeles, juguetes o utensilios ayuda a ver con claridad qué se usa y qué se puede regalar o tirar, evitando que los objetos queden dispersos por distintos lugares sin un sitio fijo. Este paso facilita tomar decisiones rápidas y reduce la sensación de desorden.

Para hacerlo más práctico, se pueden usar cajas o bolsas con etiquetas como “conservar”, “regalar” y “tirar”. Cada objeto se coloca directamente en la caja correspondiente, evitando que se acumule y permitiendo notar avances de forma inmediata. Además, esta organización por tipo ayuda a mantener el orden a largo plazo, porque cada grupo de objetos tiene su propio lugar y es más fácil conservarlos en su sitio sin esfuerzo extra.

Hacer pequeñas tareas de pocos minutos

No es necesario pasar horas para que la casa se vea mejor. Dedicar tramos de diez minutos a un rincón específico puede marcar una gran diferencia, sobre todo en lugares que suelen llenarse rápido, como el recibidor, los cajones o los estantes donde se acumulan objetos. Con pequeños avances diarios, es posible mejorar la sensación de orden sin agotarse.

Estas microtareas permiten trabajar por partes y evitar la sensación de que hay que limpiar todo a la vez. Por ejemplo, organizar un cajón o un estante puede hacerse en pocos minutos, y al final del día se nota que el espacio está más despejado y accesible. Repetir este hábito durante las vacaciones ayuda a mantener la casa ordenada de manera progresiva, y hace que las tareas grandes resulten mucho más manejables cuando llegue la rutina diaria.

Cuidar los espacios que más se usan

Antes de recibir visitas, conviene prestar atención a los lugares que más se ven, como el salón, la entrada o las habitaciones de invitados. Mantener estas zonas ordenadas da una sensación inmediata de limpieza, aunque otras partes de la casa aún necesiten atención. Concentrarse en estos espacios mejora la apariencia general y hace que el hogar sea más acogedor.

Pequeñas acciones como guardar ropa u objetos que no se usan, colocar papeles acumulados en un cajón y dejar libres mesas y muebles pueden transformar rápidamente la percepción del espacio. Este cuidado facilita mantener el orden día a día sin tener que limpiar toda la casa de golpe. Además, centrar la atención en las zonas más visibles permite que la organización sea más práctica y que los espacios permanezcan funcionales durante todo el período festivo.

Revisar la cocina y la despensa

La cocina y la despensa son dos de los lugares que más se utilizan en Navidad, y por eso conviene revisarlos antes de que se llenen de alimentos. Tirar productos caducados, organizar los alimentos por tipo o por frecuencia de uso y revisar los utensilios disponibles ayuda a encontrar lo que se necesita rápidamente y evita acumulaciones innecesarias.

Este tipo de revisión también permite liberar espacio y mantener los elementos más útiles a mano, lo que facilita preparar las comidas de forma más cómoda. Cuando cada cosa tiene su lugar, se gana tiempo durante los días de mayor actividad en la casa. Adoptar estos hábitos no solo mejora la eficiencia durante las fiestas, sino que también genera rutinas que se pueden mantener todo el año.

Repartir tareas y crear hábitos diarios

Involucrar a todos los miembros de la familia en la organización hace que las tareas se completen más rápido y que nadie se sienta sobrecargado. Cada persona puede encargarse de diferentes tareas, como recoger juguetes, poner ropa en su lugar o ayudar a organizar la casa.

Tomar decisiones rápidas sobre los objetos y mantener despejados los lugares que más se usan ayuda a que la casa siga organizada durante más tiempo. Hacer pequeñas acciones cada día, como guardar algo después de usarlo o dedicar unos minutos a un rincón, contribuye a que la casa se mantenga en buen estado incluso después de las fiestas. Con estos hábitos, mantener la casa ordenada se convierte en algo más natural y menos pesado, y facilita que la vuelta a la rutina diaria sea más tranquila y organizada.

Etiquetas
stats