Cinco recetas de arroces del mundo que te alegrarán la desescalada

Así nos quedaría el plato de arroz amarillo con cúrcuma

Elisabeth G. Iborra

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Ya nos queda menos para comer paellas y demás tipos de arroces típicos de la gastronomía española, pero ¿por qué no aprovechar de momento para hacer 'probatinas' originales, ahora que estamos en casa y cocinar se erige como uno de los hobbies más agradables, entretenidos y placenteros? Sobre todo, cuando luego le hincamos el diente a nuestras elaboraciones y podemos disfrutar con orgullo del resultado.

No te lo vamos a poner nada difícil, solo tienes que seguir los pasos que nos detalla el chef Branly Coy para emular sus creativas recetas internacionales con ingredientes que todos podemos tener a mano. También compartimos algunas propuestas más patrias que ni se te habrían pasado por la cabeza y te la van a hacer volar. 

1. Risotto shawarma

Lo ideal para este es el arroz tipo carnaroliarroz tipo carnaroli, pero se preparará igual cualquier otro. Troceas en cubos una pechuga de pollo y le agregas dos cucharadas de ras el hanout (o comino, pimentón y pimienta, en su defecto). En la cacerola donde vayas a cocinar el arroz, lo sofríes hasta que obtenga un color dorado. Lo retiras y hierves 200 gramos (g) de arroz, siguiendo las instrucciones del paquete en cuanto a la cantidad de agua y el tiempo de cocción requerido.

En la olla con el arroz hirviendo, agregas sal, un cuarto de pimientos verde y rojo, dos pepinillos y una cebolleta encurtidos bien picaditos; sumas el pollo y controlas que no se pase. Cuando esté listo, lo remueves bien con una cucharada de mantequilla, para darle cremosidad al risotto. A la hora de emplatarlo, picas finito el tallo verde de la cebolleta fresca y lo espolvoreas con pimentón y unas gotitas de limón.

2. Arroz basmati con leche de coco y curry 

En la sartén, que no esté muy caliente, agregas dos cucharadas de curry, lo calientas y, cuando empiece a soltar el aroma, viertes aceite de modo que se convierta en una pasta. Entonces le echas 250 g de carne troceada (pollo o cordero), o langostinos, o bien unas verduras.

Cuando eso esté dorado, añades 200 g de arroz y lo remueves bien para que todos los granos adopten un color amarillo. Y ahí le viertes 400 mililitros (ml) de un caldo que combine con tu ingrediente principal. Lo mezclas nuevamente y le añades 200 ml de leche de coco para que se cocine todo bien sabroso, a fuego medio, durante el tiempo que indique el paquete, pues varía según la marca. 

3. Basmati con pisto y crestas de gallo

Primero hacemos el pisto sofriendo ajo y cebolla, pimientos rojo y verde y calabacín hasta que ablanden; se les puede echar un chorrito de jerez, whisky o coñac, y, seguidamente, unos 100 g de tomate triturado. Se le echa sal, pimienta, laurel y una rama de romero, más media cucharada cafetera de bicarbonato para quitar acidez (puedes incluso ponerle curry y jengibre para más exotismo). Se tapa y se deja cocer un poco a fuego medio removiendo y tapando hasta que la verdura esté pochada. Se cuela para retener los trozos y se aprovecha el jugo que suelta para cocer el arroz, añadiendo agua si hace falta.

Por otro lado, salpimentamos cuatro crestas de gallo por persona y las precocemos en poca agua a fuego alto durante 20 minutos y con la tapa puesta, o bien en una olla a presión durante algo menos de tiempo. Las sacamos y las acabamos de cocer hasta que estén gelatinosas en el jugo que quede de hacer el basmati, dejando que este se reduzca. Si no te atraen las crestas de gallo, puedes ponerle sesos o lo que más te plazca.

4. Arroz con gambones al ajillo con cilantro y lima

En una cazuela de barro (o compatible con el horno) sofríes cuatro gambones por persona en aceite con seis dientes de ajo laminados hasta que se doren. Retiras los gambones dejando su juguito, añades 100 g de arroz por comensal y lo remueves hasta que el grano quede un poco transparente, le viertes caldo de pescado según las instrucciones de la marca y compruebas el punto de sal antes de meterlo al horno. Tres minutos antes de que termine de cocerse el arroz al punto, repartes por encima los gambones y, nada, a emplatar con hojitas de cilantro picadas (o perejil si padeces cilantorfobia) y rociar con lima. 

5. Mansaf jordano

Se trata de un arroz basmati con cordero al horno, así que empezaremos por cocinar unos 200 gramos de costilla de cordero en una cacerola con 500 g de yogur y 500 de caldo vegetal o agua, diez semillas de cardamomo y diez cucharadas de cúrcuma. Lo dejas cocinar de dos horas y media a tres.

Cuando vaya a finalizar la cocción del cordero, montas el arroz: en una cacerola agregas dos dientes de ajo, dos cucharadas de cúrcuma, una cucharada de comino, azafrán y 400 g de arroz basmati. Se mezcla todo y sigues las instrucciones del paquete para la cocción del arroz. Sazonas levemente y esperas a que esté al dente.

Ahí sacas la cazuela del horno y retiras el cordero, pero dejas en ella el yogur cocinándose a fuego alto en la vitrocerámica para que reduzca y, para darle consistencia, puedes añadir una cucharada de maicena. Cuando el arroz esté listo, se sirve en una fuente grande en la mesa con el cordero por encima y pistachos o almendras y rocías la salsa del yogur por arriba. 

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