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Cómo hacer una compra más sana con el método “de 6 a 1”

El método es efectivo por su simplicidad, una plantilla mental para la lista de la compra semanal.

Martín Frías

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Hacer la compra en un supermercado parece más una carrera de obstáculos que una tarea doméstica. Los supermercados se organizan para hacer más difícil que encontremos lo que buscamos, pasemos más tiempo y caigamos en la tentación de comprar más de aquello que necesitamos. Al final, el carrito de la compra se convierte en un batiburrillo de buenas intenciones, caprichos y productos frescos que se terminan pudriendo en el fondo de la nevera. En el proceso, nos hemos gastado más dinero del que pensábamos y hemos contribuido al desperdicio de alimentos. 

Un posible antídoto es un método que se ha hecho viral en TikTok y popular entre muchas personas: el método “de 6 a 1”. Es la idea de la mente práctica del chef Will Coleman, un conocido cocinero y empresario estadounidense. Coleman buscaba una fórmula para simplificar la planificación de comidas de su familia, comer mejor y, de paso, ahorrar en el supermercado. Con este propósito creó el “6 to 1 grocery shopping method”, un sistema de hacer la compra que compartió en su vídeo de TikTok. La respuesta fue positiva, con un aluvión de testimonios de usuarios que aseguraban ahorrar dinero y comer más sano.

En qué consiste el método 6 a 1

El método es efectivo por su simplicidad. Es una plantilla mental para la lista de la compra semanal, que se reduce a seis categorías con un número concreto de artículos:

  • Seis verduras u hortalizas
  • Cinco frutas
  • Cuatro proteínas
  • Tres carbohidratos
  • Dos salsas, aderezos o cremas
  • Un capricho

Es decir, contar al revés de 6 a 1. Más que una dieta estricta, es una forma de planificar las comidas desde la compra en supermercado. Las categorías son amplias y permiten una gran variedad. En proteínas caben desde un filete de salmón o una pechuga de pollo hasta huevos, tofu o un tarro de lentejas

Por su parte, los carbohidratos pueden ser arroz, pasta, quinoa o boniatos, entre otras cosas. Las “dos salsas” pueden incluir aceite de oliva virgen extra, vinagre balsámico, hummus o yogur natural para aliñar la comida. El capricho es esa recompensa que ponemos en la cesta del supermercado pensando “me lo he ganado”, pero se limita a una sola por compra y semana. Puede ser una tableta de chocolate negro, un helado o una buena botella de vino.

El método comienza por comprar verdura y fruta

El ahorro del método 6 a 1

La ventaja del método es que actúa como un antídoto para las compras impulsivas. Al limitar el número de artículos por categoría, se reducen automáticamente las posibilidades de comprar productos que no necesitamos, que compramos por capricho o, llenos de buenas intenciones, porque son saludables, aunque luego nunca los comamos. También se reduce la posibilidad del tirar esos productos que no consumimos. 

Además, el sistema nos obliga a elegir y priorizar. Se centra en alimentos básicos y versátiles, que podemos combinar de muchas maneras, y que son más económicos que los alimentos predominantes o ultraprocesados.

Precisamente esta es la clave para comer sano cuando el presupuesto está limitado. Un estudio de 2024 analizó las prácticas alimentarias con bajos presupuestos, y encontró que las familias que cuidaban más su salud priorizaban precisamente las frutas, verduras y proteínas de calidad como estrategia para ahorrar, en contraste con otros grupos que se inclinaban más por harinas y carnes procesadas.

Un método más saludable

El gran acierto de Coleman fue combinar el ahorro con una alimentación más saludable, especialmente en Estados Unidos, donde casi dos tercios de la dieta de la población corresponde a alimentos ultraprocesados. En España ha aumentado vertiginosamente, y los ultraprocesados ya suponen un tercio de las calorías. Por eso es tan importante recurrir a la planificación para comer mejor. 

Empezar llenando la cesta con seis verduras y cinco frutas no es un capricho. Una revisión de estudios confirmó que un consumo de estos alimentos es uno de los principales factores modificables asociados a un menor riesgo de mortalidad por cualquier causa y de enfermedades crónicas como problemas cardiovasculares o diabetes.

Las proteínas también se han revelado en los últimos años como un elemento fundamental en la dieta para ayudar al control del peso. La evidencia científica indica que las dietas con un aporte proteico alto, además, también mejoran otros factores de riesgo de enfermedades cardíacas, en parte gracias a su efecto saciante.

Si elegimos las fuentes de carbohidratos 'lentos' de alimentos como el arroz, las patatas o los granos integrales, en lugar de azúcares y harinas refinadas, podemos también mejorar nuestra salud, incluyendo una reducción del riesgo de sufrir diabetes tipo 2, enfermedades cardiovasculares y ciertos tipos de cáncer.

Lo mismo ocurre con los condimentos. Si elegimos un aliño de aceite de oliva o yogur estaremos reduciendo el consumo de otras salsas con aceites de baja calidad y azúcares añadidos, y aumentando el de ácidos grasos más saludables.

Cómo incorporar el “6 a 1” a tu rutina de compra

  • Planificar antes de ir al supermercado: piensa en las cenas de la semana y los alimentos que te gustaría combinar: una ensalada con pollo, un curry de garbanzos, etc. Con esos platos en la cabeza, selecciona verduras, proteínas carbohidratos.
  • Compra de temporada y no dupliques: si tienes cebollas y zanahorias en casa, no hace falta que compres más, busca otras hortalizas. Prioriza además los productos de temporada, que suelen ser más sabrosos y baratos.
  • Cuidado con las cantidades: ajusta la cantidad de proteínas según los integrantes de la familia. Las cuatro proteínas pueden ser un paquete de cuatro filetes de pescado congelado, una bandeja de huevos, un pollo entero para asar y un brik de leche. Piensa en cuatro fuentes de proteínas, no cuatro unidades.
  • Planifica el capricho: si has estado toda la semana con un antojo de algo dulce, ese debe ser el capricho que te des en la compra. Esa tableta de chocolate o ese queso especial no son un fallo en la dieta, sino parte del plan. Disfrútalos y haz de ello una ceremonia.
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