Por qué debes dejar a tu perro olisquear tranquilamente durante el paseo

El perro, un gran compañero

Eva San Martín

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Si los paseos con tu perro se han convertido en una batalla de tirones de correa (uno que empuja hacia la izquierda y el otro que quiere girar hacia la derecha), aquí va un consejo: deja que tu amigo peludo gane.

“El mundo de los olores es muy rico e importante para los perros; por eso, dejar a un perro olfatear a su ritmo durante las salidas es esencial, ya que obtiene mucha información del medio”, explica la etóloga canina y veterinaria Sandra Portals. No solo eso: “Olisquear les relaja mucho y les ayuda a ser más felices”, señala Portals. También lo ha confirmado la ciencia: en 2019, una investigación concluyó que permitir al perro olisquear y utilizar su hocico a menudo le hace feliz, mejora su humor, y le permite ver el mundo de un modo más optimista.

Es más: los perros están diseñados para olfatear, una capacidad que han mejorado y depurado durante decenas de miles de años de evolución. “Y aunque es cierto que algunos huelen mejor o con más detalle que otros, todos los perros necesitan poder parar a su ritmo a olisquear durante los paseos, sea un árbol u otro perro”, señala la etóloga. Además: los tirones de la correa son nefastos para tu amigo peludo.

La ciencia del olfato perruno

Existen muchas maneras de oler, pero los científicos coinciden en algo: el método que utilizamos los humanos no resulta, ni mucho menos, el mejor. Los investigadores del olfato (sí, has leído correctamente) han descubierto que los humanos tenemos cerca de seis millones de receptores olfativos en nuestras narices; mientras que los perros poseen 300 millones. Hay más: mientras que tú inhalas, de media, una vez cada segundo y medio, los perros pueden hacerlo entre cinco y diez veces por segundo. Casi nada. 

Por si fuera poco, los perros también exhalan el aire de un modo más efectivo que nosotros y practican casi una respiración circular, afirma la profesora e investigadora de cognición canina Alexandra Horowitz, autora de Being a Dog: Following the Dog into a World of Smell (Ser un perro: siguiendo al perro al interior de su mundo olfativo). “Los perros exhalan a través de las hendiduras laterales de sus hocicos, lo que les permite mantener un flujo continuo de aire dentro de sus hocicos. Esta habilidad les permite recibir una visión olfativa continua del mundo”, afirma Horowitz. 

Por eso, mientras que nuestras narices hacen su trabajo, el hocico del perro es un superdotado en la tarea de recorrer el mundo a través de los olores y los mensajes químicos que navegan por el aire. Entre otros, las feromonas (hormonas intraespecíficas) que captura cuando olisquea a otro compañero perruno. 

Si te preguntas por qué tu perro se empeña en olisquear los cuartos traseros de otros animales, la respuesta está en su potente olfato. Resulta que con este gesto captura mucha información acerca de las intenciones y del estado emocional de otros perros: las glándulas anales secretan feromonas que le permite saber si el otro perro tiene ganas de jugar o, por el contrario, prefiere que le dejen tranquilo. 

Cómo pasear con el perro, y hacerlo feliz: ¡deja que use su hocico!

Lo más importante es recordar que se trata de un paseo para tu amigo. “Y si quiere recrearse olfateando un árbol, hay que dejar que lo haga”, insiste Portals. Dejar que olisqueen a su antojo es algo sencillo que podemos hacer, y que ayudará a tu perro o tu perrita a relajarse y, en general, a ser más feliz. 

“Hay que tener en cuenta que ellos obtienen mucha información a través del olfato: saben si ha pasado por allí un amigo perruno o si una perrita que se encuentra cerca tiene ganas de jugar; así que es importante aprender a ser más pacientes, respetar su naturaleza y habilidades, y olvidarse de los tirones”, incide la etóloga.

Además, podemos salir al monte y preparar juegos de olfato. Galtier propone, por ejemplo, colocar croquetas de pienso en el césped y otras zonas tranquilas para que el perro pueda encontrarlas.

Otra idea: puedes fabricar una alfombra olfativa; un objeto sencillo que activa su mecanismo de la dopamina y le ayuda a liberar ansiedad. Lo mejor: puedes fabricarla con tus camisetas viejas o con unos calcetines agujereados. Además, aquí tienes siete juegos para estimular la mente y el olfato de tu camarada peludo. 

La ciencia insiste: poder usar el olfato hace felices a los perros. Cuanto más, mejor. Y este es un motivo más que suficiente (entre otros) para olvidarnos de los tirones. Ya lo sabes, si quieres hacer feliz a tu camarada perruno, permítele que guíe el paseo y el trayecto. En otros ladridos: dejar que tu amigo peludo gane la batalla de la correa.

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