El pueblo montañés de Portugal con apenas 170 habitantes y que se convierte estos días en una postal de Navidad

Adornos de Navidad en Cabeça, elaborados por sus habitantes.

Beth Hernández

9 de diciembre de 2025 13:30 h

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A media que corren los días de este mes de diciembre, nos acercamos un poco más a una de las celebraciones más esperadas del año: la Navidad, cuyo momento culminante llega el 25 de diciembre. Es un tiempo marcado por los reencuentros y las tradiciones. Con el final del otoño y la entrada del invierno, la bajada de las temperaturas transforma muchos rincones del mundo, regalándonos escenas cubiertas de nieve y entornos que parecen sacados de una película navideña.

Hay lugares donde esta época despierta una emoción particular. Son sitios que no solo celebran la Navidad, sino que la viven intensamente, hasta el punto de integrarla en su identidad. En estos espacios, la ilusión no se limita a una decoración superficial, sino que se traduce en una implicación colectiva que convierte esta época en algo único y auténtico.

Si durante estas fechas te apetece hacer una escapada para desconectar del ritmo acelerado del día a día y, al mismo tiempo, reconectar con el espíritu navideño, es habitual pensar en destinos lejanos a la península. Ciudades como Praga, en la República Checa, con sus mercados históricos, Reine, en Noruega, envuelta en paisaje árticos y auroras boreales, o incluso Valleta, en Malta.

Sin embargo, muy cerca de la frontera, en territorio portugués, se esconde uno de esos rincones especiales que, durante el mes de diciembre, se transforma en una auténtica postal navideña.

Cabeça Aldeia Natal Seia

Hablamos de Cabeça, una pequeña aldea perteneciente al municipio de Seia que se ha convertido en una verdadera aldea de la Navidad, aunque lejos de los clichés habituales. Aquí no hay renos de plástico, figuras gigantes, ni decoraciones prefabricadas. Tampoco aparece la imagen de Papá Noel o los Reyes Magos como elemento central al no formar parte de sus tradiciones. En su lugar, Cabeça apuesta por una Navidad sostenible y ligada a su entorno natural.

La aldea se encuentran en pleno Parque Natural de la Sierra de la Estrella, rodeada de bosques centenarios, valles y paisajes de montaña que refuerza su carácter rural y su encanto. Sus calles estrechas y empinadas invitan a caminar despacio y deleitarse con las casas de esquisto, una piedra azulada típica de la zona, coronadas por chimeneas humeantes.

Este pequeño núcleo alberga a unos 170 habitantes que, durante el mes de diciembre, se unen para crear una escena navideña tan acogedora que resulta imposible no dejarse llevar por su atmósfera. La transformación de Cabeça en un auténtico pueblo navideño es posible gracias a la dedicación, el esfuerzo y la ilusión de sus vecinos. Desde el mes de octubre, trabajan codo con codo para dar forma a este proyecto, en el que cada detalle cuenta.

Uno de los aspectos más singulares de esta iniciativa es el uso exclusivo de materiales naturales. La propia naturaleza proporciona todos los recursos necesarios para decorar el pueblo, lo que aporta autenticidad y un compromiso con la sostenibilidad.

Durante el otoño, los vecinos recorren los bosques cercanos para recoger hojas de helecho, frutos rojos, piñas, enredaderas, ramas, retama, hojas secas y madera. Todo lo que se utiliza procede del entorno, no hay plástico ni elementos artificiales. Cada adorno nace de la materia prima que ofrece la tierra.

A principio de noviembre, los vecinos se reúnen a diario en el pabellón del pueblo, donde, entre convivencia e ilusión elaboran artesanalmente los elementos decorativos como las guirnaldas, las estrellas o candelabros que se usarán en la fachada y calles.

Cabeça

Para ello, el compromiso de los habitantes es clave, junto con la colaboración de la Asociación para el Desarrollo Integral de la Red de Aldeas de Montaña (ADIRAM), el Ayuntamiento de Seia y la Unión de Parroquias de Vide y Cabeça.

Cuando cae la noche, la aldea ofrece su imagen más espectacular. Miles de luces iluminan suavemente las calles y los tejados, redibujando el perfil de la aldea y creando una atmósfera acogedora. A ello se suma el aroma de castañas asadas y vino caliente, que impregna el aire y completa una experiencia sensorial.

Este año, uno de los elementos más llamativos es el árbol de Navidad, elaborado íntegramente con mazorcas de maíz que han sido recolectadas durante todo el año.

La Navidad en Cabeça se celebra desde el 6 de diciembre hasta el 1 de enero. Esta tradición alcanza ya su decimotercera edición, desde que se puso en marcha en 2013 tras ganar el concurso 'Seia, Comunidad Participativa', una iniciativa impulsada por el propio Ayuntamiento. El proyecto presentado por los habitantes de Cabeça fue el ganador y desde entonces no ha dejado de crecer y consolidarse.

A lo largo de este mes de diciembre se organiza un variado programa de actividades para todas las edades. Entre ellas destacan la popular hoguera de Navidad, los mercados navideños, talleres artesanales y gastronómicos, conciertos y eventos vinculados con la naturaleza como paseos interpretativos y acciones de reforestación.

Todo en Cabeça responde a una visión ecológica, comunitaria y sostenible. En su primera edición, la aldea recibió más de 15.000 visitantes, una acogida que motivó a sus habitantes a continuar, año tras año, construyendo una Navidad diferente y auténtica.

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