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Un festival para películas que eligen salirse del margen

Fotograma de 'Las letras', de Pablo Chavarría

Francesc Miró

De un tiempo a esta parte algunos de los grandes festivales de nuestro país se han ido estancando en una serie de comodidades que les impiden ir un poco más allá en la búsqueda de propuestas innovadoras. Mientras, pequeñas iniciativas han revindicado su sitio, multiplicando sedes, ampliando fronteras y rescatando joyas.

La última edición de Filmadrid, el festival de cine más pequeño del mundo en Ascaso (Huesca) o la sexta edición del Atlántida Film Fest son prueba de ello. Todos tienen una organización con un proyecto que apuesta por la diferencia y la personalidad, además de un compromiso con un público que no busca lo obvio.

Son características que el Festival Márgenes cumple desde hace varios años. Lo que empezó como una aventura online que apostaba por el cine más vanguardista y rompedor ha ido ampliando su labor de investigación hasta alcanzar una posición privilegiada en el panorama español.

Se trata de una propuesta que muestra la complejidad y la audacia de las nuevas cinematografías iberoamericanas. Entre el 1 y el 16 de diciembre se sucederán las proyecciones presenciales en las siete sedes de un certamen que va de Madrid a Barcelona pero también de Montevideo a Santiago de Chile. Después de su celebración “física” el festival ofrecerá las películas el 11 y el 31 de diciembre de forma gratuita en streaming. Estas son algunos de los títulos más interesantes que pasarán por un festival que ya es referencia de la vanguardia cinematográfica en nuestro país.

Mimosas, de Olivier Laxe

Mimosas

Probablemente el primer western sufí de la historia del cine: una caravana recorre las montañas del Atlas para llevar a un jeque moribundo hasta su pueblo natal. Mientras, en Marruecos, Shakib tendrá que viajar a las montañas para ayudar a los improvisados caravaneros a llegar a su destino. Una película de calma tensa que se hizo con el Premio Semana de la Crítica en el Festival de Cannes 2016.

Hijo de emigrantes gallegos, Oliver Laxe nació en París pero a los seis años regresó con su familia a Galicia. Después de estudiar cine en Barcelona se marchó a Londres donde realizó Y las chimeneas decidieron escapar . Desde 2006 reside en Tánger e imparte clases de cine en una asociación de acogida de menores. Una experiencia que daría como resultado su primer largometraje, Todos vós sodes capitáns, con el que ganó el Premio Fipresci en la Quincena de Realizadores de Cannes de 2010. Mimosas, su segundo largo inaugurará el festival el 1 de diciembre en La Casa Encendida.

Generación artificial, de Federico Pintos

Generación artificial

El videojockey o VJ es de las figuras artísticas que peor ha tratado la cultura pop. Son creadores que decidieron sumar al trabajo del DJ una serie de apuntes visuales mezclando loops y música. Generación artificial es una mirada muy subjetiva sobre su desconocida historia poniendo el dedo en la llaga del nexo entre arte y tecnología, de la mano de un VJ que busca hackear el cerebro.

Dirige Federico Pintos, cineasta que, como muchos, empezó en una redacción: la de la revista Haciendo cine. Luego se convirtió en programador de diversos festivales y empezó a realizar películas tanto como director como productor.Generación artificial se proyectará el viernes 2 de diciembre y después se podrá ver online.

Las letras, de Pablo Chavarría Gutiérrez

Las letras

El 12 de junio del año 2000 en la localidad de Simojovel, Chiapas, una patrulla de policías fue emboscada por un grupo armado. Un tiroteo acabó con seis policías estatales y uno municipal. Sólo dos agentes sobrevivieron al ataque y uno de ellos señaló a un profesor y activista indígena local, Alberto Patishtán, como responsable del suceso. Condenado a 60 años de prisión, cumplió 13 años antes de recibir un indulto del ejecutivo federal de México por violación a sus derechos humanos.

Pablo Chavarría Gutiérrez construye en Las letras una exploración sensorial que escarba en el espíritu y las entrañas de esta historia. El realizador se graduó en Biología en la Universidad Autónoma de Nuevo León (México) y cuenta con una extensa filmografía que ha pasado por numerosos festivales internacionales. Se podrá ver el 4 de diciembre en La casa Encendida y después online.

Yo me lo creo, del colectivo Terrorismo de Autor

Yo me lo creoTerrorismo de Autor

En su sinopsis oficial tan solo reza: “En el régimen actual de convivencia, unos caen y otros no, y a aquellos a los que caen se les llama, sin que nadie sepa por qué, locos”.

Terrorismo de autor es un colectivo nacido en 2012. A través de piezas audiovisuales de carácter político y social. Dicen querer conseguir un remake estético e ideológico del mayo del 68 francés. Los elementos para hacerlo: humor, viralidad, performance y nouvelle vague. Con películas como la que se nos presenta en Márgenes, quieren hacer una revolución que no sea ni violenta ni pacífica, sino creativa. Los autores estarán presentes durante la proyección el sábado 3 de diciembre y el coloquio promete.

Il Solengo, de Alessio Rigo y Matteo Zompis

Il Solengo

A las afueras de la monumental Roma de postal, Mario de Marcella vivía como un ermitaño en el bosque. Tras su fallecimiento, un grupo de viejos amigos se reúne en una pequeña cabaña para recordar al que llamaban Il Solengo. Un ser solitario cuyo recuerdo persiste en los relatos de los mayores de un pueblo de la campiña italiana, revelando algo sobre el mundo en el que viven y que no terminan de comprender.

Alessio Rigo estudió Literatura en Roma y Cine en Nueva York. Allí conoció a su partenaire creativo, Matteo Zoppis. Juntos dirigieron Black beast, codirigido con Matteo Zoppis, ha recibido numerosos premios como el de la Mejor Película en el Festival Internacional de Documental de Londres o el del Público en el European Independent Film Festival. Este es su segundo largo juntos.

Incluso el silencio es causa de tormenta, performance fotoquímica

Incluso el silencio es causa de tormenta

Definir una sesión como “performance fotoquímica” ya tiene cierto atractivo para el espectador curioso. Pero si te explican que se trata de una grabación frame a frame proyectada con una composición sonora elaborada a partir de grabaciones de campo y artefactos electroacústicos compuestos para provocar un entramado de vibraciones ópticas y sonoras... ya no sabes qué pensar.

Los responsables aseguran que se trata de “una experiencia perceptiva desorbitante, hipnótica, violenta y sutil”. Como una tormenta, esta experiencia no tiene argumentos, pero su presencia lo inunda todo. Solo se podrá experimentar el 10 de diciembre, durante la clausura del festival en La casa Encendida.

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