Johnny Marr, entre el recuerdo a The Smiths y las críticas a Trump
Johnny Marr
Johnny Marr
Call the CometNew VoodooROCK7/10Call the Comet
Sobran las presentaciones. Quien fuera guitarrista y coautor de las canciones de The Smiths, uno de los más reputados músicos de sesión de la últimas décadas y componente de Electronic o Modest Mouse, publica su tercer álbum en solitario.
Teniendo en cuenta el brutal ritmo de productividad que siempre ha caracterizado a Marr, los cuatro años que han pasado entre Playland y Call the Comet resultan poco menos que una eternidad. Espera que en cierto modo se explica por el tiempo que ha dedicado a escribir sus memorias.
En cualquier caso, el tiempo no ha supuesto un replanteamiento drástico de la forma de entender el pop y el rock del músico mancuniano. Call the Comet vuelve a ser, como la práctica totalidad de su producción, un monumento al riff guitarrero, la unidad básica sobre la que se construyen estas canciones.
Con un mayor dominio de los tempos rockeros, hay no obstante algún que otro guiño a su pasado junto a Morrissey. El más evidente de todos es ese Hi Hello que ha sido elegido como single de presentación del disco. Aunque también encontramos ecos de aquel pasado glorioso en las guitarras acústicas de Day in Day out y en algún medio tiempo como la canción de cierre, A Different Gun.
Y como si la turbulenta actualidad política internacional se hubiera convertido en una llamada a rebato, Marr rememora el explícito mensaje político que tuvieron sus canciones y manifestaciones al principio de su carrera cuando canta: “Ahora y aquí vienen / Es el amanecer de los perros / Persiguen, aúllan / Nunca dejan de hacerlo”.
En una entrevista reciente explicaba que escribió Rise, la canción que abre el álbum y a la que pertenecen estos versos, dos días después de la elección de Donald Trump como Presidente de los Estados Unidos. De hecho, el álbum al completo se convierte en una suerte de proyección en forma de canciones de un futuro utópico (“realismo mágico” ha dicho Marr) sobre el que vuelca sus esperanzas a la vez que su espíritu crítico.
Leon Vynehall
Leon Vynehall
Nothing Is StillNinja Tune / [PIAS]ELECTRÓNICA8/10Nothing Is Still
La publicación de su debut largo en un sello de renombre como es Ninja Tune sitúa, definitivamente, al DJ y productor británico en la primera línea de combate. Un reconocimiento más que merecido para un músico que no ha dejado de dar que hablar por su propuesta, a medio camino entre el deep house y los sonidos más downtempo, desde su irrupción en la escena de clubs hace cosa de un lustro.
Con Nothing Is Still se separa por completo de su faceta como DJ y nos propone un viaje a sus propias raíces musicales. Conceptualmente, el disco se inspira en el viaje que sus abuelos emprendieron en la década de los sesenta migrando desde el sudeste de Inglaterra hasta Nueva York. Vynehall conoció por primera vez las historias asociadas a esta aventura recientemente, con motivo del fallecimiento de su abuelo. De este modo, comenzó a trabajar en una serie de piezas instrumentales que, a la manera de un libro (cada una se vincula con un capítulo), narra el paso de su familia por la tierra prometida.
Musicalmente eso se traduce en un trabajo que se mueve entre el ambient, el dark techno y el minimalismo académico. Y en el que sampleos de grabaciones de campo, antiguas piezas de jazz o de clásica, nos sitúan en un espacio y un tiempo fantasmagóricos.
Melody’s Echo Chamber
Melody’s Echo Chamber
Bon VoyageDomino / Music As UsualPOP7/10Bon Voyage
Hace seis años, en plena efervescencia neo psicodélica, el debut de Melody’s Echo Chamber llamó la atención de los aficionados al género. Detrás del proyecto se encontraba una cantante y compositora francesa, Melody Prochet, que en aquel momento disfrutaba de una relación sentimental con el líder de Tame Impala, Kevin Parker.
La implicación de Parker en el disco en labores de producción terminó por inflar el soufflé, hasta convertir a Melody’s Echo Chamber (que tampoco se prodigó demasiado en directo) en una suerte de artista de culto. El culto se ha prolongado demasiado tiempo, en parte porque hace un par de años Prochet sufrió un terrible accidente del que tampoco se hicieron públicos muchos más datos, pero que a tenor de este Bon Voyage parece no haberle dejado secuelas.
Con Kevin Parker alejado ya del proyecto (aunque por ahí aparece alguno de los instrumentistas de Tame Impala) Melody ha recurrido en esta ocasión a otro de los grandes nombres de la psicodelia contemporánea, la banda sueca Dungen. Gustav Ejtes coproduce y hasta firma con ella algún tema, mientras que otros componentes de Dungen se convierten en músicos de sesión para la ocasión. El resultado de este encuentro empuja la psicodelia onírica de la artista francesa, con referencias al pop orquestal de Francoise Hardy, hacia un psych que es ya marca de la casa de la formación nórdica.
Mourn
Mourn
Sorpresa familiaCaptured TracksPOST HARDCORE7/10Sorpresa familia
Sorpresa familia arranca con una conversación captada al aire en una sobremesa de la banda. De esta forma, el joven conjunto barcelonés nos sitúa inmediatamente en el meollo de este tercer disco: el grupo representado como unidad familiar donde refugiarse ante cualquier infortunio y ataque exterior.
Mourn se han sentido maltratados. Una disputa con Sones, sello igualmente de Barcelona que publicó su primer disco y no les dio la carta de libertad para firmar con los norteamericanos Captured Tracks, truncó la enorme proyección de la banda, que a priori parecía destinada a competir con Hinds por ser la nueva formación nacional más relevante fuera de nuestras fronteras.
De lo que el grupo ha conseguido ahí afuera en los tres años que van de su debut hasta hoy poco sabemos porque, con la disputa judicial con Sones de por medio, en España ha habido un fundido a negro de cuanto tenía que ver con Mourn. Incluido un segundo álbum Ha, Ha, He que se ha quedado sin publicar en su propio país.
Así las cosas, tampoco debería extrañar la virulenta explosión sonora que caracteriza a este Sorpresa familia, un álbum en el que las influencias grunges del pasado mutan en un sonido más maduro y abrasivo. También donde caben referentes como Unwound, Jawbox o (aunque sólo sea por la mirada femenina) Sleater Kinney. Hay cierta amargura en estas canciones, con títulos tan explícitos como Divorcio o Adiós imbécil, en las que la furia se impone por encima de cualquier otro elemento.
Nas
Nas
NasirDef JamRAP7/10Nasir
Veinticuatro años después de la publicación de uno de los discos capitales del rap, Illmatic, Nas está de vuelta con siete canciones (algo menos de treinta minutos) publicadas a traición y que fueron registradas en el rancho de Kanye West, quien ejerce aquí de productor ejecutivo. Morbo máximo pues para los aficionados al género en la que posiblemente sea la gran reunión de luminarias del rap de este 2018.
A Nasir, de hecho, hay que englobarlo dentro de una serie de mixtapes compuestas por siete temas y promovidas por Kanye West, un experimento por el que ya han pasado Pusha T, Kid Cundi y el propio Kanye.
La experiencia no sólo ha hecho realidad un antiguo sueño húmero para Kanye; producir beats para un héroe de la infancia, sino que permite a Nas afrontar su primer trabajo en seis años con desahogo, como un experimento no excesivamente relevante.
En él cabe desde el soul reivindicatico de Everything (en el que hace referencia a los dos hombres de color que fueron arrestados por error en un Starbucks de Philadelphia hace unos meses) hasta la extravagante Not for Radio, con samples de música religiosa y la participación de Puff Daddy.
Rolling Blackouts Coastal Fever
Rolling Blackouts Coastal Fever
Hope DownsSub Pop / Popstock!POP-ROCK8/10Hope Downs
Aunque esta joven banda viene de Melbourne, su campo de acción no nos sitúa tanto en el rock high-energy característico de su tierra como en el estilizado pop de guitarras que ha caracterizado a sus vecinos neozelandeses. Hope Downs podría perfectamente haber formado parte del catálogo ejemplar de Flying Nun. Como en las mejores bandas de aquel sello, su música es capaz de de transmitir entre requiebros melódicos al mismo tiempo cierto aire melancólico y una enorme vitalidad. Parece contradictorio pero no lo es tanto.
A base de riffs imparables y magníficos solos, con una base rítmica empujando fuerte, sus canciones combaten el aburriento dibujando escenas del joven que no termina de encajar en ningún sitio: “Atrapado en la corbata, un estilo de vida que cabe en un archivo”.
Hasta en esas demandas, los Rolling Blackouts Costal Fever parecen una banda llegada desde el túnel del tiempo. Uno se pregunta si hasta ese punto han cambiado las cosas para que un magnífico grupo de guitarras que canta al desencanto juvenil en vez de hacerlo al trapicheo de drogas o al sexo chungo se vea como una suerte de rareza en 2018.
Sophie
Sophie
Oil of Every Pearl’s Un-InsidesTransgressive / [PIAS]ELECTRÓNICA8/10Oil of Every Pearl’s Un-Insides
La música pop siempre ha servido de refugio para los seres hipersensibles y atormentados. Que Sophie haya elegido un tema en el que, con voz lacrimógena, canturrea que está bien llorar es todo un símbolo del giro vital emprendido por este joven productor escocés asentado en Los Ángeles, que hace unos meses sorprendió a propios y extraños con su cambio de sexo.
No es ese detalle desde luego una cuestión menor a la hora de enfrentarnos al segundo largo de Sophie, cuya música adquiere un nuevo enfoque. En comparación con aquel Product que en 2015 le sirvió de carta de presentación, Oil of Every Pearl’s Un-Insides es un álbum más sólido, en el que su música, aunque todavía personalísima y radical, se acerca un poco más al formato canción alejándose de la esclavitud de la música de baile.
Se trata de una producción electrónica, pero muchos de estos arreglos perfectamente podrían traducirse al lenguaje de una orquesta, cada vez más lejos de aquella cualidad cuasi plástica que caracterizó sus primeras piezas.
A medio camino del dramatismo de Marc Almond y el exhibiccionismo gay de Arca, Sophie firma nueve canciones con las que metafóricamente busca su espacio en el mundo. En lo artístico con sólo dos discos ha conseguido ocupar un lugar que le sólo le pertenece a él.