El Teatro Real diseña un inicio de temporada de cuento con “La Cenerentola”

Madrid, 13 sep (EFE).- Tras un año aciago que culminó con el mejor de los finales, el Teatro Real ha decidido mantener viva esta etapa de cuento de hadas en el principio de la temporada 21/22, que arrancará el 23 de septiembre con “La Cenerentola”, es decir, el popular relato de la Cenicienta, revisitado por Gioachino Rossini.

“Preferimos abrir así y no con 'El ocaso de los dioses' para evitar interpretaciones perversas”, ha bromeado hoy en rueda de prensa el director artístico, Joan Matabosch, tras un comentario previo del italiano Ricardo Frizza, al agradecer la elección de dicha pieza para inaugurar la temporada número 100, “y no uno de esos grandes títulos, tipo 'Parsifal'”.

Frizza, que regresa al Real tras 14 años de ausencia -cuando dirigió “Tancredi”, también de Rossini- estará al frente de la orquesta en esta coproducción de la Den Norske Opera de Oslo y la Opéra National de Lyon presentada en ambos teatros en 2017, justo dos siglos después de su estreno en el Teatro Valle de Roma, en 1817.

Será una oportunidad de recrearse así en un tejido musical “fresco, ágil y sensible”, ha señalado el director transalpino, en el que arias belcantistas de gran ardor y virtuosismo se conjugarán con la comicidad de los personajes y las situaciones, en un montaje tremendamente complejo desde el punto de vista técnico. “Cada segundo pasa algo”, ha subrayado Matabosch.

Del repertorio madrileño llevaba como 20 años ausente, pese a haber encumbrado a grandes cantantes españolas o hispanas, véase Teresa Berganza, a quien estarán dedicadas las 15 representaciones que podrán verse hasta el próximo 9 de octubre.

Contará con un reparto doble encabezado por dos mezzosopranos, la rusa Aigul Akhmetshina y la francesa Karine Deshayes, en la décima ocasión en la que esta asume el papel de Angelina, la protagonista de esta Cenicienta a la que el libreto de Jacopo Ferretti desproveyó de los elementos mágicos del cuento de Charles Perrault, con un filósofo en lugar de una hada madrina, un padrastro en lugar de una madrastra y un brazalete en lugar de un zapato de cristal.

“Y esta Cenerentola en particular presenta una visión diferente, más moderna y que nos toca personalmente”, ha destacado Deshayes ante la propuesta del director escénico noruego Stefan Herheim, quien ha impulsado el juego del “teatro dentro del teatro” al convertir a la protagonista en una limpiadora del Real para poner el acento en el potencial que hay en todos nosotros de crecer.

Para Akhmetshina no es una historia tan irreal como pudiera pensarse. “Una pequeña coincidencia también cambió toda mi vida: yo era una niña de pueblo que soñaba con ser cantante de ópera y que gracias a un concurso en el que interpreté a la Cenerentola cambió toda mi vida, porque allí conocí a quienes me abrieron esas puertas”, ha confesado.

A estas artistas les acompañarán los tenores Dmitry Korchak y Michele Angelini (como Don Ramiro, el príncipe); los barítonos Renato Girolami y Nicola Alaimo (Don Magnífico) y Florian Sempey y Borja Quiza (Dandini); los bajos Roberto Tagliavini y Riccardo Fassi (Alidoro), las sopranos Rocío Pérez y Natalia Labourdette (Clorinda) y la mezzosoprano Carol García (Tisbe).

El estreno del 23 de septiembre a las 19,30 horas será retransmitido en directo por La 2 de TVE y en MyOperaPlayer. Además, el día 20 se celebrará un preestreno joven para menores de 35 años en la apuesta persistente del Real por llevar el género a otros públicos.

A causa de pandemia se mantendrá la asistencia limitada al 66 por ciento, aunque los responsables del Real han vislumbrado con “optimismo legítimo” una nueva etapa de normalidad, tras los índices actuales de vacunación e incidencia de la enfermedad y la noticia de que la Comunidad de Madrid podría recuperar la totalidad de los aforos a finales de septiembre.

“Tendríamos que empezar a aplicarla en sucesivas producciones”, ha anticipado con cautela Gregorio Marañón, presidente del Patronato del Teatro Real, a la espera que definitivamente se tome tal decisión.