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Santa Claus solo puede ser blanco y Baltasar pintado de negro: iconos navideños que reabren el debate del racismo

'Santa Larry' junto a uno de los niños que le han visitado.

Icíar Gutiérrez

Belinda y Fritz Richard, una pareja negra de Oregón, se despertaron hace una semana y descubrieron que el muñeco inflable de Papá Noel que habían colocado en su jardín estaba en el suelo deshinchado: alguien lo había pinchado y cortado. A diferencia de los Santa Claus que decoraban el resto de casas del vecindario, el suyo era negro.

“Puedo entender que a alguien no le guste un Papá Noel negro, pero destrozarlo va más allá de ofenderse. Va al racismo”, dijeron a la cadena de televisión ABC.

Con la llegada de las fechas navideñas, las voces que critican el racismo existente en algunas celebraciones propias de esta época se elevan y los debates se reabren. En Estados Unidos, las comunidades racializadas llevan años tratando de representar a Papá Noel con otros colores de piel para promover la diversidad y cuestionar los orígenes de este personaje.

Su lucha contrasta con la de los colectivos antirracistas en España, que siguen batallando para acabar con la práctica de pintar a personas blancas de negro para representar al rey Baltasar o a sus pajes. Lo mismo ocurre en Holanda, donde el movimiento que exige poner fin al uso de personas maquilladas de negro para acompañar a San Nicolás es cada vez mayor.

Papás Noel negros contra el racismo

Un anciano gordinflón, de mejillas rosadas, barba larga, traje rojo y... piel blanca. Es la imagen de Papa Noél predominante en la decoración navideña, los anuncios y las películas, también en los centros comerciales donde las familias hacen largas filas para que los más pequeños pidan sus regalos y se hagan fotos con él. En 2016, Larry Jefferson rompió estos moldes al convertirse en el primer Santa Claus negro en los más de 20 años de historia del Mall of America, considerado el centro comercial más grande de Estados Unidos, en Minnesota.

Desde entonces, Jefferson se mete en la piel de Papá Noel en grandes almacenes, fiestas o galas benéficas. “Me encanta llevar la alegría, la esperanza, la paz y el amor a todos, especialmente durante las fiestas”, apunta Jefferson en una entrevista con eldiario.es. “Es importante que los niños vean una representación que cree un modelo positivo que fomente la inclusividad, la diversidad y les ayude a identificarse con el personaje”, agrega este veterano del Ejército.

Niños afroamericanos, blancos, asiáticos e hispanos se acercaron a ver a 'Santa Larry' y muchos padres alabaron la iniciativa. Recuerda a una mujer que se acercó llorando, diciendo que siempre había querido ver un Papá Noel negro, pero nunca había podido. Pero su contratación también desató una ola de comentarios racistas en redes sociales y medios de comunicación, en un momento en el que Donald Trump acababa de ser elegido como presidente. “Preferiría no alimentar a los que venden odio. ¡Hay más amor que odio!”, responde Jefferson.

No era la primera vez que la sociedad estadounidense se cuestionaba por qué Papá Noel no podía ser negro. Comunidades racializadas que viven en EEUU han luchado desde hace años para representarla de forma diferente a sus hijos. El debate sobre el color de piel de este personaje se reabrió en 2013, cuando la escritora afroamericana Aisha Harris escribió el artículo Santa Claus ya no debería ser más un hombre blanco, en el que describía su propia experiencia cuando era una niña y su familia se empeñaba en que Santa Claus tuviera la piel oscura en sus tarjetas y adornos.

“Cuando eres un niño y estás inundado con las imágenes de un pálido visitante de temporada, y te das cuenta de que incluso algunas familias negras decoran sus casas con Papás Noel blancos, es probable que aceptes ese punto de vista a pesar de las nobles intenciones de tus padres”, aseguraba. “Que este hombre genial y alegre solo pueda ser visto como blanco y, en consecuencia, que un Papá Noel de cualquier otro color sea una 'broma'o una oportunidad para evitar los estereotipos racistas, ayuda a perpetuar la noción de 'blanco por defecto'endémica de la cultura estadounidense”, sostenía Harris. La presentadora de Fox News Megyn Kelly no tardó en responderle en su programa: “Santa Claus y Jesucristo eran blancos”.

Muchos replicaron entonces que este personaje ficticio tiene su base en la figura de San Nicolás, un obispo del siglo IV nacido en el territorio que actualmente ocupa Turquía. “La gente ha visto durante años que Papá Noel es blanco. Pero 'Nick' era de la actual Turquía y probablemente tenía un bronceado oscuro profundo como el mío”, opina Jefferson.

La polémica es histórica. Como él, algunos hombres negros fueron contratados durante el siglo pasado para hacer de Santa Claus en grandes almacenes. También hubo establecimientos que se negaron. En los años sesenta, el movimiento de derechos civiles puso el foco en esta figura para reclamar la igualdad. Uno de sus líderes la definió como “uno de los símbolos establecidos del racismo”, después de que un centro comercial de Cincinnati rechazara contratar a un Papá Noel negro, según informa la BBC. Muchos activistas defendieron entonces que su representación había sido blanqueada.

Desde que la historia de Larry Jefferson ocupara titulares de todo el mundo, los Papás Noel negros se han multiplicado por todo el país. “Ahora hay más 'Santas' de color que nunca. Pero ten en cuenta que solo hay un Santa Claus que está en el Polo Norte y todos somos sus ayudantes”, sentencia con simpatía. El último ha sido el expresidente Barack Obama, que ha entregado este jueves regalos en un hospital de Washington vestido con el característico gorro rojo y blanco del personaje.

Pero muchas familias siguen tratando de encontrar un Santa Claus con el que sus hijos puedan identificarse, o una representación de Jesús que no sea blanca. “Estamos tan bombardeados por imágenes caucásicas de cosas que se consideran buenas, que quiero que mis hijos también tengan la experiencia”, dijo en 2015 Crystal Mozell, que llevó a su nieta a ver a un 'Santa' negro, a International Business Times.

Caras pintadas de negro para hacer de Baltasar

Es uno de los personajes más queridos por los niños en España. Tiene la piel negra, viste lujosas telas y turbante, y cada 6 de enero se cuela en muchos hogares para repartir ilusión y regalos. En la Biblia, los Reyes Magos son solo los “magos de Oriente”–sin nombre, número, género ni origen–, pero desde la Edad Media se popularizaron las representaciones del rey Baltasar como un hombre negro y así ha sido hasta nuestros días. Sin embargo, cuando se trata de encarnar a este personaje en cabalgatas, desfiles o entregas de cartas, lo han hecho tradicionalmente personas blancas con la cara embadurnada en betún y los labios grandes y rojos.

Cada año, colectivos y activistas alzan la voz contra esta práctica, conocida a nivel mundial como blackface, por considerarla racista y denigrante. Tiene su origen en episodios históricos como la esclavitud, como explicó eldiario.es en este vídeo: se popularizó en los teatros y los musicales de EEUU en el siglo XIX y consistía en una representación caricaturizada de las personas negras esclavizadas. No se prohibió hasta los sesenta, gracias a la presión del movimiento de derechos civiles en EEUU.

No obstante, en lugares como España, cada año se repiten las imágenes de personas blancas, muchas veces famosas, pintadas de negro para interpretar a Baltasar o a sus pajes ante la mirada de miles de niños. Un ejemplo es la centenaria cabalgata de la localidad alicantina de Alcoi, que ha recibido criticas por maquillar de negro a cientos de pajes, conocidos popularmente como 'negrets', que acompañan al rey Baltasar en su cometido.

“El tema de las tradiciones es algo peliagudo, no podemos esconder detrás de estas actos anacrónicos, que además ofenden a un sector de la población. Esto ofende, ofende mucho. Ofende por que estereotipa, ridiculiza, no incluye y falsifica nuestra imagen. (...) Estamos aquí y nos duele vernos como una payasada sin personalidad, sin matices, sin humanización”, sostenía el equipo de la revista Afroféminas hace un año. En Alcoi, sin embargo, defienden que es una fiesta “integradora” y el pleno del Ayuntamiento liderado por el PSOE presentó una moción de apoyo a estas figuras.

Las iniciativas ciudadanas y las campañas de denuncia –como pintar de blanco a hombres negros para caracterizarlos de Melchor y Gaspar– han tenido como resultado que cada vez más ciudades hayan ido abandonando la práctica y ahora sean hombres afrodescendientes los que se vistan del rey Baltasar en sus cabalgatas. Este año, la campaña  #BaltasarDeVeritat [Baltasar de verdad] ha reclamado lo mismo para los desfiles de Catalunya, recogiendo el testimonio de menores que aseguran que no acuden a la celebración porque sienten que el Baltasar pintado los caricaturiza.

El paje 'Pedro el negro' en Holanda

Se llama Zwarte Piet y es el paje que ayuda a San Nicolás a repartir dulces y regalos a los niños que se han portado bien cada 5 de diciembre en los Países Bajos. Hasta aquí, la tradición podría estar exenta de polémica de no ser porque, como en algunas partes de España, este personaje –que significa 'Pedro el negro' y representa a un criado–, es encarnado por jóvenes blancos que se maquillan la cara de negro, llevan el pelo rizado y los labios rojos exagerados, y se comportan de forma alocada. Mientras, San Nicolás, llega a lomos de su caballo.

En los últimos años han crecido sus detractores, que critican que esta tradición resulta humillante, es racista y recuerda al pasado esclavista de Holanda. En 2011 fue arrestado el activista Quinsy Gario durante una protesta contra esta figura. Es uno de los impulsores de la campaña 'Zwarte Piet es racismo'. “Estamos decididos a hacer que 'Pedro el negro' sea simplemente 'Pedro', una figura sin distinción racial, y darles a nuestros hijos una tradición que pueda resistir el paso del tiempo”, explican. Sus defensores alegan que es una tradición infantil, desprovista de connotaciones negativas. 

Los orígenes de la figura no están claros, pero los activistas antirracistas niegan que se trate de una tradición antigua. “Hasta el siglo XIX, San Nicolás fue celebrada durante siglos sin 'Pedro el negro', por lo que sabemos que esto es posible”, aseguran. Asimismo, relatan que las protestas contra el uso de este personaje ya se produjeron en los años cuarenta y “crecieron de manera constante en los años sesenta y setenta, especialmente durante la independencia de Surinam y la llegada de muchas personas de esta antigua colonia” a Holanda. 

“Desde ese momento ha habido una protesta recurrente contra la figura, pero aún no a gran escala. Con Internet y la atención en los medios de comunicación, la protesta ahora es más visible y cada vez más personas están tomando conciencia del lado racista de Zwarte Piet”, agregan. 

No han sido los únicos. Las críticas han llegado hasta la ONU. En 2015, el Comité de Naciones Unidas para la eliminación de la discriminación racial pidió al Gobierno holandés que eliminara las características de la figura que reflejan “estereotipos negativos”. “El personaje de 'Pedro el negro' a veces se representa de manera que refleja estereotipos negativos de las personas de ascendencia africana y muchas personas lo perciben como un vestigio de esclavitud, lo que es perjudicial para la dignidad y la autoestima de los niños y adultos afrodescendientes”, concluyó

Pero de poco ha servido el llamamiento de Naciones Unidas. 'Pedro el negro' ha seguido acompañando a San Nicolás por las calles de Holanda, también en Bélgica. Este año, decenas de personas han sido arrestadas por perturbar el orden público tras buscar confrontación con los manifestantes contrarios a esta celebración. En Eindhoven, un grupo de ultras irrumpió en una de las manifestaciones, insultó a los asistentes y les arrojó objetos. Según informó Al Jazeera, hubo denuncias de que “partidarios de extrema derecha se habían disfrazado de Zwarte Piet ”.

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