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Cinco retos de Greenpeace España en su 30 cumpleaños

Acción de Greenpeace en Garoña/ Greenpeace

elDiario.es

La prohibición del vertido de residuos radiactivos en la fosa atlántica, el cierre de la central nuclear de Zorita o que España sea líder mundial en renovables son algunos de los logros de Greenpeace España en sus 30 años de historia aunque, según asegura su director, aún quedan “grandes retos pendientes”.

“En 30 años hay logros y retrocesos. Uno de los mayores triunfos para nosotros es conseguir un gran aumento del apoyo de la ciudadanía en relación a los problemas ambientales”, explica Mario Rodríguez Vargas. “Cada vez contamos con más redes de la sociedad que se organizan a nivel local y su interacción entre Greenpeace es cada vez más visible”.

Greenpeace España nació oficialmente en la primavera de 1984 con una pequeña oficina en Madrid, donde asumió la lucha pacífica por el medio ambiente iniciada a nivel internacional por un pequeño grupo de canadienses en 1971. En la actualidad, cuenta en España con cerca de 100.000 socios, 200.000 ciberactivistas y 400 voluntarios, todos ellos imprescindibles para una organización, asegura Rodríguez, que no acepta dinero de instituciones ni públicas ni privadas para su sustento.

A los 650.000 euros solicitados por la fiscalía en multas por sus protestas, se suma la próxima Ley de Seguridad Ciudadana que castigaría aún más las características acciones de Greenpeace.

“Ahora, quieren callarnos la boca a través de la 'ley mordaza'. Si no hubiese sido por las protestas gran parte de la sociedad no se hubiese enterado de muchas de estas causas. Pocos hubiesen sabido que el hotel El Algarrobico del Cabo de Gata de Almería incumple dos leyes -la de Costas y la del Patrimonio Natural y de la Biodiversidad- si no lo hubiésemos ocupado en seis acciones; o quizá la central nuclear de Zurita seguiría funcionando si los activistas de Greenpeace no se hubiesen subido a sus cúpulas”, argumenta el director de la organización en España, Mario Rodríguez Vargas, quien recuerda con eldiario.es algunas de las acciones más sonadas de la ONG ecologista durante sus 30 años de existencia en nuestro país.

Un símbolo de la destrucción de la costa: El Algarrobico

Greenpeace lleva más de diez años denunciando su ilegalidad. A lo largo de seis acciones ha difundido sus razones a favor del derribo de este hotel inacabado -cuyas obras están paralizadas desde 2006- construido a 14 metros de la costa, sobre el Parque Natural Cabo de Gata-Nijar, un símbolo de la invasión urbanística de la costa española.

“Nos han dado la razón 20 pronunciamientos judiciales que aseguran que la zona no es edificable, contra el último que, sorprendentemente afirma lo contrario, y ha sido recurrido”, defiende Rodríguez Vargas.

La última protesta se produjo el pasado 11 de meyo. Cien activistas de Greenpeace ocuparon el hotel inacabado de El Algarrobico para exigir su demolición. La acción consistía en pintar un enorme punto negro en la fachada del edificio con una inscripción en blanco: 'Hotel ilegal'. Sobre la posterior pintada de cerca de 100 vecinos de la localidad Carboneras que defendían el hotel -ocultando la letra “i”- el director de la organización asegura que defienden “la libre expresión de los ciudadanos”, pero recuerda los fallos judiciales y apunta que “el futuro no puede pasar por enladrillar el litoral” y que el empleo que podría generar sería “efímero”, recordando la quiebra de complejo hotelero de Marina D'Or en Oropesa del Mar.

Lucha contra las centrales nucleares

“¿Se hubiese logrado el cierre de Zorita si los activistas de Greenpeace no se huebiesen subido a sus cúpulas?”, se pregunta Mario Rodríguez. Sin embargo, todavía quedan muchos frentes abiertos. El director de Greenpeace recuerda la última acción de Greenpeace en la central nuclear de Garoña. “Intentaban repeler a los activistas a mangerazos, como en los viejos tiempos”. Ese día, la gran mayoría de los participantes de la acción acabaron en el calabozo durante más de 24 horas y están esperando la citación judicial.

Por su parte, tras la última protesta de los ecologistas en la central de Cofrentes la fiscalía pide dos años y seis meses de cárcel para los activistas que participaron en ella y 325.000 euros de multas. Así fue:

Nuevo reto: prospecciones de petróleo en Canarias

El mismo día del 30 aniversario de Greenpeace España, se conocía la respuesta del Gobierno sobre las prospecciones de Repsol en Canarias. El Ministerio de Medioambiente daba luz verde a la búsqueda de petróleo en las islas.

“Es una muestra más del sometimiento del Gobierno a las empresas privadas. Es un despropósito que a 10 kilómetros de un área protegida, una zona única con una gran riqueza de cetáceos. Todas las vibraciones de las perforaciones van a acabar con gran parte de ellos”, alerta. “Es el ejemplo más claro de que el ministro se somete a las necesidades de Repsol, no a las de los españoles porque, además, el petróleo que se extraiga puede acabar en cualquier parte del mundo, no sólo en las gasolineras de España. No se tiene en cuenta la opinión de la sociedad”.

Defensa del atún rojo

“Es una campaña complicada que consiguió hacer que buena parte de la sociedad se concienciase de que podría extinguirse la especie”, dice el director de Greenpeace. “La presión social impulsó el descenso de las cuotas de pesca, aunque seguían siendo superiores a las recomendaciones científicas. Tras esta medida habido una recuperación de la población de atún rojo”. No obstante, alerta de que el nuevo aumento de las cuotas, provocará de nuevo el efecto contrario.

Lucha contra el cambio climático

En 2009 las autoridades europeas se runían en Copenhague con el objetivo de buscar soluciones contra el cambio climático. Ante las sopechas de que el congreso se convirtiese en un brindis al sol, Greenpeace sorprendió a los asistentes con una acción pacífica que derivó en el encarcelamiento del entonces director de la ONG en España, Juan López de Uralde, actual coportavoz del partido ecologista Equo.

“El hecho de que Juantxo -López de Uralde- acabase en la cárcel denotó que las autoridades no iban por el camino adecuado en la lucha contra el cambio climático”, recuerda Mario Rodríguez. “Estuvo tres semanas en la cárcel, fue un actuación desproporcionada, pues la acción simplemente pedía a los líderes que actuasen contra el cambio climático en una reunión cuyo supuesto objetivo era ese mismo. Pero la cumbre fracasó”.

Estas imágenes giraron por todo el mundo:

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