Un blog de Juventud Sin Futuro pensado por y para los jóvenes que viven entre paro, exilio y precariedad. Si quieres mandarnos tu testimonio, escríbenos a nonosvamosnosechan@gmail.com.
Desde las calles hasta el Parlamento Europeo
“Yo no sé cómo acabará esto —nuestro exilio, si es que puede acabar—, pero en el mejor de los casos, la destrucción cotidiana nos está dejando irreconocibles”. Rosa Chacel, escritora de la generación del ’27.
La destrucción cotidiana nos está dejando irreconocibles, decía Rosa Chacel hace más de noventa años. Así es como estamos nosotras, irreconocibles después de seis años de una crisis económica gestionada por un régimen político mafioso que la tornó en crisis social, en una destrucción cotidiana de la vida de las mayorías sociales de España. Es lógico estar irreconocibles.
Irreconocibles sí, pero para bien. Porque ya no estamos anestesiadas, porque sabemos que somos ciudadanas, que la política requiere de la participación de todas y que la única salida para la crisis del régimen es una apuesta de respuesta desde todas partes para abrir la democracia como única vía para recuperar nuestro futuro. Desde la calle hasta las instituciones, desde la lucha por el sentido común hasta la construcción de herramientas de participación política. Estamos irreconocibles. Estamos innovando, queremos nuevas formas de vinculación entre las instituciones y la sociedad civil, nuevas formas de diálogo y deliberación política. Ganemos las instituciones, sigamos con procesos cívicos para lo electoral. Y sigamos pensando cómo generar procesos participativos. ¿Programa, programa, programa? Más bien, proceso, proceso, proceso.
Procesos democráticos que permitan que las jóvenes que se han ido puedan volver. Pensar y construir entre todas un país donde podamos elegir cuándo hacer la maleta, un país donde no nos obliguen a exiliarnos. Procesos que permitan que si una joven quiere viajar a otro país de la Unión Europea pueda vivir en condiciones dignas y no ser expulsada tres meses después como ocurre en Bélgica.
Precisamente en Bruselas, capital belga y sede del Parlamento Europeo, Juventud Sin Futuro ha tenido la oportunidad de dar voz a toda la juventud exiliada, gracias a la invitación del GUE/NGL y de la eurodiputada Tania González. Allí denunciamos las políticas europeas que tantas vallas ponen a la juventud y que impiden que podamos tener una alternativa al paro, a la precariedad y al exilio. Llevamos ya desde 2008 escuchando a diario casos de corrupción, malversación de fondos, especulaciones y derechos sociales robados a la gente. Es momento de recuperar lo que nos fue robado. De aplicar las medidas de austeridad en los cargos públicos que ocupan unos acomodados ladrones y el exilio a aquellas personas que viajan fuera del país para esconder sus bolsillos llenos de dinero público en cuentas suizas.
No nos cansaremos de decirlo: no nos vamos, nos echan. Lo dijimos hace dos años en las calles y lo decimos ahora en el Parlamento Europeo. Cuando Juventud Sin Futuro decidió empezar a escribir y a actuar desde todas partes, lo decíamos literalmente. Aprendamos y luchemos por el sentido común para la gente común. Solo abriendo la democracia cada vez más, conseguiremos recuperar nuestro futuro.
Demostremos que estamos irreconocibles. Porque nunca percibieron que pudiéramos tener una sombra tan alargada. Nunca pensaron que pudiéramos contar la realidad de más de un millón de jóvenes en el Parlamento Europeo. Nunca atisbaron que fuéramos tan numerosas y trabajadoras como para inventar la Marea Granate. Nunca imaginaron que siguiendo en las calles y las plazas, conquistaríamos las ciudades y recuperaríamos nuestros derechos. Nunca imaginaron que su castillo de naipes fuera a derrumbarse: porque no pensaron en el viento. España no es país para jóvenes, pero el viento cambió de rumbo hace tres años y cada vez sopla más fuerte.
Aquí os dejamos la intervención de Juventud Sin Futuro en el pleno del GUE/NGL, el miércoles 10 de Diciembre de 2014, día de los Derechos Humanos: