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Hernia lumbar, un dolor con solución

Dolor lumbar

Mercè Palau

El dolor de espalda es, por orden de frecuencia, el primer problema de salud crónico en España. Se calcula que alrededor del 80% de la población sufrirá dolor de espalda en algún momento de su vida. Los datos de la Sociedad Española de Médicos de Atención Primaria (SEMERGEN) indican que a más de un 18% de la población española le duele la espalda, por varios motivos y en distintos grados. 

La región lumbar es la localización más frecuente del dolor de espalda crónico, bien por contractura de la musculatura lumbar por posturas forzadas u otros motivos como por la presencia de una hernia o protrusión discal. 

Hasta hace poco, la operación que acababa con problemas como este era compleja y requería un largo periodo posoperatorio no exento de riesgos. Pero llegó la endoscopia de columna, una técnica que ha supuesto un avance significativo en el abordaje de una de las patologías más limitantes desde el punto de vista físico. 

Qué es la cirugía endoscópica de columna

La cirugía endoscópica es una innovadora técnica mínimamente invasiva que no ha parado de evolucionar durante los últimos 20 años gracias al desarrollo de nuevos métodos y accesos quirúrgicos para abordar la columna vertebral. Consiste, a grandes rasgos, en intentar aplicar los mismos principios de la cirugía abierta, pero con la menor incisión posible. 

Está indicada para el tratamiento de patologías como la hernia discal y la estenosis de canal, consideradas la causa más frecuente del dolor lumbar y de la pierna (ciática).

Consciente de la importancia de esta técnica, el Hospital Universitario Infanta Elena, integrado en la red pública madrileña, fue el primer hospital público de la Comunidad de Madrid en usar este tipo de intervención hace más de cinco años y con iniciativas como la Unidad de Cirugía de Columna, que atiende unas 15.000 consultas al año y realiza unas 300 intervenciones, lo que se traduce en la solución de más del 80% de las patologías quirúrgicas de columna vertebral, tanto a nivel lumbar, como cervical o dorsal.

Esta técnica permite acceder, a través de una pequeña incisión en la piel de unos cinco a ocho milímetros, al canal espinal a través de un endoscopio. Una cánula que incorpora una óptica de máxima precisión posibilita explorar la zona y trabajar sobre la parte afectada sin provocar daños en los tejidos de alrededor. 

Además, posibilita descomprimir las estructuras nerviosas dentro del canal espinal sin hacer grandes incisiones que puedan dañar la musculatura hasta llegar a la columna o las vértebras. Según el Doctor Tomasz Zbigniew Rumin, jefe de la Unidad de Columna del Servicio de Cirugía Ortopédica y Traumatología del centro valdemoreño, “cada vez hay más patologías susceptibles de tratamiento con endoscopia”.

Cuando se realiza este tipo de cirugía de columna el objetivo es, en la mayoría de los casos, corregir varias patologías como descompresiones —liberación de estructuras nerviosas que quedan comprimidas, como una hernia o un tumor— y artrodesis —corrección de deformidades en columna mediante la fijación de varias vértebras—.

Rápida recuperación y mínimos riesgos

La cirugía endoscópica de columna tiene claras ventajas sobre las técnicas tradicionales ya que permite abordar la columna vertebral de una forma menos agresiva que la cirugía tradicional. Debe tenerse en cuenta que en la región lumbar se encuentran, además del hueso de la columna vertebral, pequeñas articulaciones, ligamentos, músculos, tendones y discos intervertebrales, y en ocasiones es difícil identificar el origen del dolor. 

Para Tomasz Zbigniew Rumin, “la cirugía endoscópica aporta buenos resultados funcionales y escasas complicaciones quirúrgicas” y, además, “los pacientes presentan una recuperación casi inmediata que les permite retomar la práctica deportiva y la actividad laboral pocas semanas después de la intervención”.

La cirugía endoscópica permite abordar este problema con la introducción de una cámara de vídeo, una especie de ojo que permite al cirujano corregir la alteración sin daño a otros tejidos.

Además de disminuir el dolor postoperatorio, también reduce el tiempo de hospitalización, reduce el riesgo de complicaciones, hay menor riesgo de complicaciones degenerativas y de inestabilidad vertebral que requieran cirugías más agresivas, disminuye el sangrado y el riesgo de infecciones gracias a la mínima incisión que se realiza.

El hospital valdemoreño “cuenta con uno de los mejores sistemas endoscópicos del mercado, con el que podemos intervenir al paciente a través de mínimas incisiones y agilizar su recuperación”, admite el doctor Rumin.

Lo sabe muy bien Iván, un joven que pasó de sufrir fuertes dolores incapacitantes durante más de dos años en los miembros lumbares debido a dos hernias lumbares a jugar a baloncesto. “Apenas podía moverme y el dolor era insoportable”, reconoce el joven que, tras una intervención mediante cirugía endoscópica, al cabo de un mes volvía a su vida normal.

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