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Qué puedes hacer si quieres quedarte embarazada y no puedes

Una ecografía

Mercè Palau

La natalidad en España continúa bajando mes a mes. De acuerdo con los datos del Instituto Nacional de Estadística (INE), en los primeros seis meses de este año se ha registrado la cifra más baja de nacimientos desde el año 2016, lo que confirma la caída de la natalidad. También disminuye el número de hijos por mujer, una cifra que se sitúa entre uno y dos hijos, aunque cada vez es más común las que tienen solo uno.

Pese a este descenso en el número de nacimientos en España, aumenta la tasa de niños que nacen gracias a un tratamiento de reproducción asistida: casi el 10% de los nacimientos son fruto de técnicas de reproducción asistida, según datos de la Sociedad Española de Fertilidad (SEF). Y es que los problemas de esterilidad afectan en España a entre el 15% y el 20% de la población. En todo el mundo, las cifras también son representativas: una de cada seis personas padece infertilidad en todo el mundo, un problema de salud que aumenta de forma progresiva, según un informe de la Organización Mundial de la Salud (OMS).

En concreto, el 9% de los bebés españoles durante el 2018 fueron fruto de un tratamiento de reproducción asistida, sobre todo a través de la inseminación artificial y la fecundación in vitro, según datos del Ministerio de Sanidad y la SEF.

La edad avanzada de la mujer, uno de los principales motivos de infertilidad

¿Cuándo debemos preocuparnos si no conseguimos el embarazo? Como admite la Doctora Belén Acevedo, responsable de la Unidad de Reproducción Asistida del Hospital Universitario Rey Juan Carlos, es recomendable “realizar un estudio de fertilidad en parejas después de 12 meses de relaciones sexuales sin conseguir gestación y a partir de los 38 años se recomienda hacerlo antes, a los seis meses aproximadamente”.

Aunque hay varios factores que retrasan la fertilidad, como nuestra forma de vida, los tipos de familia y el cambio de prioridades, la endometriosis, ovarios poliquísticos o patología de las trompas del útero, “el principal factor condicionante en cuanto a resultado favorables para conseguir gestación sigue siendo la edad, sobre todo, de la mujer”, admite la Doctora Belén Acevedo.

Para la experta, “retrasar la maternidad a edades próximas a los 40 años implica que las posibilidades de una gestación a término con óvulos propios sea cada vez menos probable”. No debemos descuidar tampoco que los problemas de esterilidad también los sufren los hombres, con alteraciones de los parámetros seminales por motivos como infecciones, cirugías o causas genéticas.

Ante estos casos, los hábitos de vida saludables suman: por tanto, es importante evitar hábitos tóxicos, llevar una alimentación saludable y realizar ejercicio de forma moderada y, en el caso de enfermedades como diabetes o hipertensión arterial, llevar un control adecuado. 

Tratamientos que dan respuesta al problema de la infertilidad

Como confirma la Doctora Acevedo, algunos de los tratamientos encaminados a resolver los problemas de fertilidad son varios. “La inseminación artificial, la técnica más sencilla, la fecundación in vitro clásica o microinyección intracitoplásmica con gametos propios o donados” son algunos de ellos.

La elección de uno u otro dependerá de cuál se considera el más adecuado teniendo en cuenta las ventajas e inconvenientes y que ofrezca la relación más equilibrada entre beneficios, complejidad y riesgos.

Y aunque la efectividad de todos ellos depende de factores como la edad y las particularidades de cada persona, la de la fecundación in vitro ha demostrado ser alta ya que ronda el “50% de probabilidad de gestación en mujeres hasta los 35 años y se reduce a medida que avanza la edad”. Una técnica que supuso hace 30 años una revolución en los tratamientos de esterilidad. Desde entonces, el avance en el conocimiento científico de las causas de esterilidad y de técnicas de reproducción ha permitido llegar hasta donde estamos hoy, permitiendo la gestación de muchas mujeres.

Hasta el momento, en sus tres primeros meses de actividad, la Unidad de Reproducción Asistida del hospital mostoleño ha conseguido registrar una tasa de embarazos del 50% de los ciclos realizados en una población de 35,2 años de media en la primera transferencia y con un solo embrión transferido.

Posponer la maternidad de la mano de la congelación de ovocitos

Como ya hemos comentado, con el paso del tiempo, la fertilidad de la mujer se reduce de forma considerable debido al envejecimiento de los ovarios. No solo es más difícil que se produzca el embarazo, sino que, cuando se consigue, las posibilidades de que nazca un bebé sano son menores.

Con la edad, no solo quedan menos ovocitos, sino que también son de peor calidad. Una mujer de 40 años puede haber agotado la reserva de ovocitos capaces de dar lugar a un niño sano. En España, el número de bebés nacidos de madres de 40 años o más ha aumentado de forma constante, como indica el informe Focus on Spanish Society, publicado en mayo de 2023.

Posponer el hecho de ser madres —sea por la causa que sea— es posible con mayores garantías gracias a la técnica de la congelación de ovocitos, que es “relativamente sencilla, rápida y cada vez más demandada en nuestras consultas”, reconoce la Doctora Acevedo, que admite también que permite a las pacientes plantearse la maternidad con más tranquilidad y en el momento más adecuado. Pero no solo eso: la congelación de ovocitos permite “preservar la fertilidad en mujeres que la ven amenazada por ciertos tratamientos o patologías”, reconoce la experta. 

En este sentido, la donación de ovocitos ofrece la posibilidad de realizar tratamientos de reproducción asistida en mujeres hasta los 50 años. “Por encima de los 42 años la probabilidad de conseguir un embarazo con óvulos propios es ínfima y, entre los 40 y los 42 años, los resultados son bastante pobres”, admite Acevedo, que reconoce además que “no recomendamos sobrepasar los 50 por el alto riesgo de complicaciones obstétricas y perinatales en estas pacientes”. 

La mujer en el centro del tratamiento

Sea cual sea el tratamiento que se siga, se deben tener en cuenta las condiciones de cada persona y, en ocasiones, es necesario adoptar un planteamiento multidisciplinar. Como advierte Acevedo, es importante también atender la parte emocional ya que muchas veces es necesaria la ayuda psicológica para poder afrontar con menos estrés estos procesos y minimizar así el impacto psicológico.

Con este enfoque multidisciplinar como horizonte, uno de los principales objetivos de la Unidad de Reproducción Asistida no solo es ofrecer las técnicas más innovadoras sino también dar un trato más humano y cercano en un momento delicado en la vida de cualquier persona y situar a las pacientes “en el centro de la atención sanitaria, permitiendo que sea ella quien nos elija y exija”, concluye Acevedo.

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