Con la llegada del verano comienza una pregunta que se repite casi en cualquier rincón de cualquier ciudad del país: ¿Cuándo te vas de vacaciones? Mientras España bate récords en cuanto a la llegada de visitantes, nacionales e internacionales, que escogen algún lugar de la geografía para pasar sus días de descanso, la Oficina Europea de Estadística (Eurostat) publicaba que uno de cada tres españoles no puede permitirse irse de vacaciones ni siquiera una semana al año. Y es que no hay duda de que se trata de un gasto importante y, con el ascenso de los precios, inasumible para cada vez más personas.
Por eso es importante, para quienes se van de vacaciones, gestionar de forma eficiente los gastos. Ya no se trata solo de escoger un destino y una fecha que convenga, tanto a nivel de gustos como teniendo en cuenta la economía, sino que también conviene organizar un presupuesto realista para que no haya lamentos o sobresaltos a la vuelta del viaje. Así que aquí van tres consejos para disfrutar de unas vacaciones relajadas y hacer más llevadero el síndrome postvacacional, al menos en lo que a la economía se refiere.
El presupuesto es un imprescindible
Antes de viajar es importante hacer números. Lo primero es saber de cuánto presupuesto se dispone y a partir de ese momento adecuar el viaje a esa realidad. A partir de ese momento, y en la fase de planificación de las vacaciones, es buena idea ir desglosando por partidas o conceptos, por ejemplo qué transporte se necesita (tanto para llegar al destino como si se quiere optar por desplazarse dentro de él), el alojamiento elegido, un presupuesto aproximado de las comidas así como de las actividades o excursiones que se quieran realizar. E incluso un pequeño fondo para compras y recuerdos del viaje. A esto hay que añadir una pequeña reserva para emergencias porque, aunque lo ideal sea no tener que usarla, es mejor tenerla prevista por si acaso.
Y en este punto es importante decidir también cuáles serán los instrumentos que se van a utilizar para pagar: efectivo, tarjeta de débito, crédito o tarjeta de prepago. Una buena opción es MoneyToTravel de MoneyToPay, que tiene la ventaja de que permite acotar el importe disponible y así reduce el riesgo de gastar por encima de lo previsto. Además, se solicita de forma muy sencilla, a través de la aplicación de M2P (MoneyToPay), admite recargas sin coste y permite hacer dos retiradas de efectivo gratuitas al mes. Y por si fuera poco, incorpora un seguro de asistencia en viaje y, en el caso en que que las vacaciones impliquen un viaje aéreo, se puede utilizar el servicio Flight Delay Pass, con acceso a más de 1.100 salas VIP de distintos aeropuertos de todo el mundo si el vuelo se retrasa más de una hora.
Control de los gastos en tiempo real
Es verdad que, una vez han comenzado las vacaciones, existe la tentación de olvidarse de todo pero es importante que se vayan registrando los desembolsos de manera continua ya que si no es muy fácil que se pierda de vista el límite fijado. Por ejemplo, la app de M2P (MoneyToPay) ofrece un panel de control total de gastos en el que se pueden visualizar estos al instante, por lo que se puede hacer una gestión mucho más eficaz y permite organizar todo sin sustos ni salirse del presupuesto.
Además, si se viaja a algún lugar en el que la moneda sea distinta al euro, las comisiones por pagos en otras monedas pueden ser un importante gasto silencioso. Por eso es importante disponer de tarjetas, como la MoneyToTravel, que no supongan costes adicionales por las compras en divisas distintas al euro. De cualquier manera, conviene recordar que algunos comercios ofrecen cobrar en euros aplicando conversiones propias menos ventajosas.
No olvidarse del balance final
Es cierto que al volver de un viaje, posiblemente no apetezca ponerse a hacer balance económico pero la verdad es que dedicar algo de tiempo a revisar el resumen de gastos permite detectar posibles patrones e incluso mejorar el control de cara a hacer un mejor presupuesto para las próximas vacaciones. Porque, además, si queda saldo en la tarjeta siempre se puede retirar sin coste o que sirva como excusa para ir planificando la siguiente escapada.
En conclusión, definir un presupuesto realista y detallado, elegir instrumentos de pago que eviten comisiones innecesarias y hacer un seguimiento completo son los tres pilares de una planificación eficiente que permitirá emplear toda la energía de las vacaciones en explorar, aprender y descansar.