¿Dejarías de trabajar si te toca la Lotería de Navidad? El BCE cifra el premio ideal: más de 50.000 euros
A pocas horas de que tenga lugar el Sorteo Extraordinario de la Lotería de Navidad, con ilusión en el cuerpo y algún décimo en el bolsillo, la misma pregunta de todos los años se cuela en nuestros pensamientos: ¿y si toca? Aunque el Gordo es cada año menos jugoso (los loteros han pedido subir el precio y el premio, tras dos décadas congelado), el pellizco es notorio: 400.000 euros al décimo.
Cada español juega de media 76 euros. Y si toca… ¿dejarías de trabajar? Esa es la pregunta que varios investigadores del servicio de estudios del Banco Central Europeo (BCE) trasladaron a unos 10.000 ciudadanos europeos, de los que 2.000 son españoles. Aleatoriamente, se preguntó a los participantes de la Encuesta de Expectativas del Consumidor qué harían en el caso de recibir un premio de Lotería de diferentes cuantías: 5.000 euros, 10.000, 25.000, 50.000 y 100.000. Las respuestas estaban tasadas: reducir las horas trabajadas, mantenerlas o dejar de trabajar. En el caso de estar en el paro, se les cuestionaba cómo cambiaría su intensidad a la hora de buscar un nuevo empleo.
Los resultados son bastante lógicos. La Lotería únicamente tiene efectos en el mercado laboral, a través de la reducción de horas o de la salida de los trabajadores agraciados, cuando son cuantías notables. “Para cantidades de 25.000 euros o menos, los efectos son estadísticamente indistinguibles de cero. Por contra, las ganancias grandes (entre 50.000 euros y 100.000 euros) reducen la probabilidad de trabajar entre 1,5 y 3,5 puntos porcentuales”, señalan los autores en su estudio. Medido en horas trabajadas, un premio de más de 50.000 euros llevaría a reducir el tiempo de trabajo en apenas una hora a la semana.
Un 5% de españoles dejaría de trabajar con un Tercer Premio
En el caso español, el 97% de los encuestados seguiría trabajando en el caso de recibir premios de las categorías más bajas, entre 5.000 y 10.000 euros. Pero el porcentaje baja hasta el 95% cuando nos referimos a los premios más grandes, explican a través de correo electrónico Dimitris Georgarakos y Geoff Kenny, dos de los investigadores que han elaborado el estudio. “Estos resultados son, en general, consistentes con los que recibimos de la zona euro”, señalan.
En términos de horas trabajadas, la reducción es significativamente más reducida en nuestro país, ya que sería de apenas treinta minutos a la semana en el caso de los premios más cuantiosos. “En general, este impacto más pequeño es consistente con nuestro resultado general de que el efecto de las ganancias inesperadas (‘windfall gains’) sobre la oferta de trabajo se transmiten más a través del empleo que de las horas”, apuntan en su mensaje.
Es decir, solo los tres premios grandes de la Lotería de Navidad (además del Gordo, el segundo con 125.000 euros al décimo, o el tercero, de 50.000 euros) podrían tener un leve efecto sobre el mercado laboral. Pero apenas perceptible en todos los supuestos.
Para las personas desempleadas, los efectos son similares: la intensidad en la búsqueda de un trabajo cae aproximadamente un punto porcentual por cada 10.000 euros de premio. En ambos casos, los efectos son más notables entre las mujeres y entre los trabajadores mayores, cercanos a la jubilación.
Una prueba para desmontar los argumentos contra la renta universal
El estudio se titula La respuesta de la oferta de mano de obra ante ganancias inesperadas y, aunque la pregunta utiliza un premio de Lotería como gancho, en realidad trata de replicar el efecto en el mercado laboral de algunas políticas públicas como la Renta Básica Universal o el Ingreso Mínimo Vital, en el caso de España; o ante la recepción de grandes sumas, procedentes de herencias o de indemnizaciones por despido, por ejemplo. Y sus datos, precisamente, descartan que las políticas sociales (equivalentes a los ‘premios’ más bajos) tengan efectos notables en el empleo.
“En general, nuestros hallazgos sugieren que solo shocks relativamente grandes (por ejemplo, herencias inesperadas) disparan respuestas de la mano de obra significativas en términos económicos, en tanto que los shocks dentro del rango de las transferencias típicas o bonuses resultan en efectos de desincentivación pequeños o negligibles. Dada la escala de los programas de Renta Básica Universal que se discuten actualmente, nuestras estimaciones dan a entender que programas como estos tendrían efectos desincentivadores bastante pequeños”, apuntan.
Otro tanto en el caso de las herencias o los premios de la Lotería, que si bien tienen impactos, son “modestos”: “Por tanto, nuestra evidencia se alinea con el punto de vista de que eliminar los impuestos a las herencias o al patrimonio tendría, probablemente, apenas efectos menores en las tasas de empleo y de horas trabajadas para el trabajador típico”.
El Gordo, congelado veinte años
Una de las razones que explican por qué el Gordo no permite dar un portazo en la empresa es porque se ha devaluado muchísimo en los últimos años. El Gordo de 2002, el primero con la moneda única, era un premio de 300.000 euros. En 2011 se elevó a 400.000 y lleva casi 15 años congelado en esa cantidad. Si le aplicamos la inflación, tendría que alcanzar los 500.000 euros en la actualidad.
Esta es la reclamación de los loteros, que han exigido al Gobierno que actualice el precio del décimo (a 25 euros) y el del resto de premios, y que suba también la comisión que se llevan los establecimientos por la venta de cada billete. Este sorteo supone para algunas administraciones el 80% de sus ingresos anuales.
Según un estudio del portal inmobiliario pisos.com, con el Gordo actual se podría comprar un piso en todas las comunidades autónomas, salvo en Madrid y Baleares. Los 400.000 euros brutos se quedan en 328.000 netos tras impuestos. El precio medio de una vivienda de 90 metros cuadrados, a nivel nacional, es de 239.627 euros.
El Banco de España, la Comisión Nacional del Mercado de Valores y el Ministerio de Economía, a través de su plan de educación financiera, hacen una serie de recomendaciones para hacer un buen uso del premio en el caso de ser agraciado con la Lotería. En primer lugar, evitar decisiones impulsivas y pensárselo dos veces antes de gastarlo. Por ejemplo, amortizando deuda. Tampoco conviene dejarse llevar por las emociones y lanzarse a comprar una vivienda o un coche que no se puede permitir.
Las instituciones proponen explorar invertir esas cuantías o crear un “fondo de emergencia para imprevistos”. En cualquier caso, recomiendan buscar información fiable de fuentes contrastadas y recurrir a asesoramiento financiero profesional para planificar qué hacer con estos ahorros. Lo que no proponen, desde luego, es dejar de trabajar.
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